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Un sindicato noruego financia las exhumaciones de memoria histórica en España

Aparecen las botas de Perfecto de Dios durante su exhumación en Chaherrero (Ávila). Foto: Óscar Rodríguez (ARMH)

Elena Cabrera

La víctimas del franquismo no son víctimas, es el mensaje que transmiten las instituciones. Cerradas las otras puertas, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) opta a las subvenciones para las asociaciones de víctimas del terrorismo y la Administración les contesta que “no representan a ninguna víctima del terrorismo”. Empresas funerarias meten el cazo en las excavaciones en cementerios municipales y envían facturas a los familiares de asesinados. Los ayuntamientos interpretan exhumaciones como “trabajos arqueológicos” y piden miles de euros a los descendientes. El Estado ni está, ni se le espera, en la recuperación de las víctimas de la Guerra Civil y la represión franquista.

El verano es temporada alta para la búsqueda de abuelos, tíos o bisabuelos desaparecidos durante 70 años, debido al carácter voluntarista de este trabajo, donde forenses, arqueólogos o activistas aportan su trabajo durante las vacaciones. Todo lo demás –excavadoras, gasolina, pruebas de identificación– se paga con pequeñas aportaciones de socios o vía crowdfunding, como la que tendrá lugar el 21 de julio en el Monte de Estépar (Burgos).

Una aportación inesperada les ha “arreglado la campaña de exhumaciones de este año” explica Marco González, vicepresidente de la ARMH. 6.000 euros donados por el sindicato noruego de electricistas Elogit que cubrirá los gastos de, al menos, cuatro excavaciones: Murias de Rao en Lugo, Canseco en León, Alcalá del Valle en Cádiz y la que se ha realizado este pasado fin de semana en el pueblo abulense de Chaherrero.

Solidaridad sindical

Nunca antes esta asociación memorialista había recibido una donación extranjera considerable, exceptuando los 400 euros del anecdótico caso del ofendido turista alemán hospedado en el Parador de León. “Una cantidad de cuatro cifras nunca la hemos tenido y menos de un sindicato” recalca González, aunque recuerda que algún sindicalista con cargo medio, a nivel particular, sí ha donado.

En un encuentro intersindical organizado por la Confederation Syndicat European Trade Union (ETUC), los noruegos Elogit, que cuentan con 15.000 afiliados, mostraron a CCOO y UGT su interés por la historia del sindicalismo en España, de igual manera que se han preocupado por conocerla en otros países. Las organizaciones sindicales españolas les explicaron la represión contra socialistas y sindicalistas en la retaguardia.

“Les llama la atención –explica Marco González en conversación telefónica de camino al pueblo de Ávila donde van a proceder a la exhumación– que sea un movimiento civil de asociaciones memorialistas el que busca a los desaparecidos, muchos de ellos, por supuesto, sindicalistas desde 1936 y hasta 1950”.

Una delegación de más de dos docenas de personas viajaron de Oslo a Madrid para conocer a un grupo de la ARMH y escuchar de primera mano cómo desentierra, palada a palada, la historia negra de España. Tras la charla y la proyección preguntaron cómo podían ayudar. “Pues hombre, desde aportar vuestras manos al pico y la pala hasta lo que queráis” recuerda González que les contestaron.

Reprivatización histórica

La asociación, con sede en Ponferrada, presentó al sindicato nórdico un proyecto de entre tres y cinco pequeñas exhumaciones que podrían realizar en los próximos meses. Elogit les comunicó que, tras haberlo votado en asamblea, les enviaban una donación de 50.000 coronas (6.000 euros). “Mucho dinero para nosotros, sirve para cubrir hasta pruebas de ADN” aclara González, que ha visto a su asociación partir de la nada, ser arropada por los fondos del Ministerio de Presidencia tras la Ley de Memoria Histórica y volver de nuevo a la nada actual.

Este año no hemos tenido ayuda de ningún tipo y nos hemos presentado a todas las subvenciones posibles, incluso las europeas, donde hemos quedado bien puntuados pero a las puertas. Lo que tenemos ha sido gracias a nuestros socios, las aportaciones voluntarias y los donativos” aclara el vicepresidente de la ARMH.

Ante esta situación de desamparo y olvido, Elogit se está poniendo en contacto con otros sindicatos noruegos para conseguir más fondos y proseguir los trabajos de rescate del reciente pasado violento español, lo cual abre una nueva y sorprendente vía de financiación para la recuperación memorialista.

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