La subida de becas que prometió el nuevo ministro se queda en un escaso 0,2% para 2016
Un 0,2% de aumento. La subida de becas que el nuevo ministro de Educación, Iñigo Méndez de Vigo, anunció la semana pasada en el Congreso se ha quedado en unos exiguos 2,8 millones de euros para una partida que roza los 1.500 millones y se come la mitad del montante que gestiona el departamento.
El ministro podrá decir que ha aumentado el dinero que destina a becas y que la partida destinada a este fin en los Presupuestos Generales del Estado para 2016 es la más alta de la serie histórica, tal y como prometió. Pero quizá no pueda sacar mucho pecho por ello. La partida pasa de 1.469 millones a 1.472 millones.
Educación cumple también con otro de los anuncios que realizó el ministro y recupera la partida destinada a la ayuda en la compra de libros de texto para familias con un montante de 24 millones de euros que transferirá a las Comunidades Autónomas. En 2012 se dedicaban a este fin 100 millones de euros, que el anterior equipo ministerial, dirigido por José Ignacio Wert, fue rebajando paulatinamente hasta hacer estas ayudas.
El presupuesto del Ministerio de Educación para el año que viene subirá un 9,3%, pasando de 2.272,86 millones de euros a 2.483,96. La práctica totalidad de esta subida se explica por la implantación de la LOMCE, que este año aterriza en dos cursos de Secundaria, uno de Bachillerato y en la Formación Profesional y se sufragará específicamente con 363 millones de euros. La partida total destinada a estos tres programas sumará en 2016 hasta 454,40 millones de euros, cuando en los presupuestos anteriores alcanzaba los 237,35 millones. La diferencia entre ambas cifras (217 millones de euros) coincide casi con la subida general del presupuesto (211 millones de euros).
Pese a la subida en las cuentas para Educación que ha realizado el gobierno popular en los dos últimos años (el pasado lo hizo un 4,5%), el ministerio aún va a cerrar la legislatura con menos fondos de los que tenía cuando el PP llegó a La Moncloa. El último presupuesto socialista ascendía a 2.840 millones de euros, un 12,5% menos.
El resto de las partidas apenas sufre variaciones en las cuentas de Educación. Pero en muchos casos supone la consolidación por parte del nuevo equipo de las políticas de recortes que llevó a cabo el anterior inquilino del ministerio, José Ignacio Wert. Así, se mantiene la práctica desaparición del presupuesto destinado a la educación compensatoria (destinada a garantizar la equidad y la igualdad de oportunidades) que se llevó a cabo en las anteriores cuentas con un recorte del 90% y en estas baja otro 2,6% para quedarse en 5,1 millones. Lo mismo ocurre con la formación del profesorado, que a la bajada de 2015 del 14% suma otro 3,9% menos y se queda en 3,26 millones de euros).
Pero no todas las partidas se quedan más o menos igual. Dos programas sufren recortes de consideración, al menos porcentualmente. La partida destinada a educación artística cae un 29% (de 4,79 millones de euros a 3,39 millones), un movimiento coherente con la política de Educación de restar importancia a estas materias. El otro programa que desciende con fuerza es el destinado a “otras enseñanzas y actividades educativas”, que se queda casi en la mitad de lo que era (de 77 millones a 42). Las partidas de universidades, enseñanza en el exterior, enseñanzas especiales o Primaria se mantienen prácticamente igual.