La doctora Carmen Cámara, secretaria de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), tiene una postura que desde fuera puede parecer paradójica. Por un lado, es crítica con la decisión del Gobierno y las comunidades autónomas de suspender la administración a menores de 60 años de la vacuna contra la COVID-19 de AstraZeneca y la Universidad de Oxford. Por otro, celebra que esa decisión obligue a que nuestro sistema sanitario centre sus recursos en vacunar a la población mayor de 60 años, de más riesgo y a la cola de la campaña, y deje a un lado por ahora a los profesionales esenciales más jóvenes, que sí estaban siendo priorizados. Se tomó pese a que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) defendió tras un exhaustivo análisis que no era necesario ponerle limitaciones de edad ya que sus beneficios superan ampliamente a sus riesgos, aunque sí detectó un “posible vínculo” entre el fármaco y unas decenas de casos de trombos muy específicos entre los millones de vacunados en el continente, y los añadió a las indicaciones del suero como efecto secundario muy raro.
Cámara, además de secretaria de la SEI, es inmunóloga en el Hospital La Paz de Madrid y este año largo de pandemia ha sido una de las expertas que se ha paseado por televisiones, radios y periódicos tratando de explicar la crisis sanitaria de la COVID-19. Ahora, en abril de 2021, lanza un mensaje de optimismo: ve posible que este verano las cosas sean ya “absolutamente diferentes” e incluso imagina un próximo otoño solo con mascarillas en espacios interiores. Pero todo eso solo es posible si logramos antes proteger a los más vulnerables, algo que considera más importante incluso que la meta de la inmunidad de grupo.
¿Qué opinión le merece la suspensión de AstraZeneca para menores de 60 años en España?
Desde la Sociedad Española de Inmunología siempre hemos dicho que hay que hacer caso a las agencias reguladoras del medicamento. Así que no es comprensible que la EMA diga que estos trombos son un efecto muy raro, por debajo de 1 cada 100.000 y sin un perfil de pacientes identificado al que excluir, y los políticos decidan dos horas después que saben más que los expertos. Así que me parece un error. Se tienen que seguir las indicaciones de los expertos, y aquí es la EMA. De alguna manera, esto cuestiona su trabajo. Y en una campaña de vacunación como la que tenemos no podemos desconfiar de los reguladores.
Lo digo con cuidado porque no quiero demonizar a ninguna vacuna, pero la incidencia de este tipo de trombosis es de 6,5 casos por millón de habitantes. Exactamente la misma que la anafilaxia con la vacuna de Pfizer y Moderna, y seguimos vacunando con ellas
Pero esto sí tiene un lado positivo: por fin se van a poner a vacunar a gente realmente de riesgo, los que están por encima de 60 años. Siempre he estado en desacuerdo con que se vacunara a gente joven antes que a gente mayor de 60. Así que esta decisión quizá hace que se acelere la vacunación en el grupo que de verdad es de riesgo. Tenemos una generación fundamental, entre 65 y 80 años, sin vacunar. Hay que dar el paso de autorizar la vacuna de AstraZeneca en ese rango de edad. [Sanidad aprobó con las comunidades autorizarla hasta los 69 años unas horas después de esta entrevista].
¿Qué explicación le da a la decisión? ¿Encuentra algún argumento a favor?
Reflexionando, creo que la sensación es que si sigues autorizando, tú eres el responsable de esos efectos muy raros de las vacunas. Pero es que esos efectos muy raros existen en todos los medicamentos. Lo digo con cuidado porque no quiero demonizar a ninguna vacuna, pero la incidencia actual de este tipo de trombosis, que recuerdo que no son todas sino las trombosis de senos venosos y de arteria esplénica, ambas acompañadas de plaquetas bajas, es de 6,5 casos por millón de habitantes. Exactamente la misma que la anafilaxia con la vacuna de Pfizer y Moderna, y seguimos vacunando con ellas. Por supuesto, entiendo el porqué: por la anafilaxia no ha habido ninguna muerte secundaria, y ayer en la EMA hablaban de 12 por las trombosis en Europa. Pero que se han producido antes de que ese evento se identificara, ahora las conocemos y las podemos tratar.
La realidad es que la posibilidad de tener una trombosis por pasar la COVID es 1 de cada 6 si se tiene alrededor de 50 años. Y con la vacuna de AstraZeneca, la posibilidad es 1 de cada 200.000. Y está claro que con el virus nos vamos a enfrentar en algún momento, sea con la vacuna o con la infección. Hay que dejar trabajar a los expertos y hacer lo que nos dicen, y no me meto a mí como experta, meto a la EMA.
¿Puede haber interferencias políticas o comerciales? AstraZeneca ha cumplido peor con la UE que Pfizer...
Siempre todos pensamos que hay movimientos geopolíticos, pero no quiero entrar en ello.
¿O cierto efecto cadena, que si un país lo cancela otros también lo tengan que hacer?
Exactamente.
¿Tendría que haberse suspendido solo para mujeres menores de 60 años, en lugar de para toda la población de esa edad? La inmensa mayoría de casos han sido entre mujeres.
A día de hoy, no. No se puede afirmar que ser mujer sea factor de riesgo para que te pase. Yo entiendo lo que hizo la EMA: decir en una rueda que hay relación causal entre los eventos y la vacuna, que son casos muy raros, y que no puedes hacer un grupo de población de riesgo. Porque hay un factor de confusión, y es que, tal y como hemos usado la vacuna en Europa, el grupo que más se ha vacunado son mujeres menores de 60 años. Son pocos casos, y vemos más casos en mujeres jóvenes, pero es que hemos puesto muchas más vacunas en personas menores de 60 y concretamente en mujeres. Pueden ser las predispuestas o pueden ser las que más se han vacunado. No podemos identificar un perfil. Por eso ellos no dijeron que lo dejan de estudiar, sino que siguen analizándolo.
En Reino Unido, con cerca del 50% de vacunados con una dosis, llevan días prácticamente sin muertes por coronavirus y han tenido 7 fallecimientos por este efecto adverso entre 20 millones de dosis. Todos sabemos las personas que mueren aquí al día
Antes de la rueda de prensa hubiese apostado por que sí iban a decidir excluir a mujeres menores de 60 o de 55. Pero lo digo con la información que leo y que se publica, ellos tienen la información real y son un millón de veces más expertos que yo. No lo cuestiono. Quizá los consejeros de sanidad y ministros tienen otra información, pero con lo que sé yo, creo que hay que ser consecuentes con lo que dicen los reguladores. Tenemos la oportunidad, eso sí, de explotar los datos de Reino Unido. Ahí está todo el segmento de edad vacunado, por arriba hasta los 60 y ahora con gente joven. De ahí es de donde se puede identificar población de riesgo y sería de gran ayuda; la población se quedaría más tranquila y podríamos seleccionar una vacuna concreta para un grupo.
¿El mayor riesgo es que se genere más reticencia vacunal, que aumente el rechazo a AstraZeneca?
Por supuesto. A esta y a todas las vacunas en general. Y que se haga más lento el ritmo de vacunación. Tenemos los datos de Reino Unido con alrededor del 50% de vacunados con una dosis: llevan muchos días prácticamente sin muertes por coronavirus, y a la vez han tenido 7 fallecimientos por este efecto adverso entre 20 millones de dosis. Todos sabemos las personas que mueren aquí al día por coronavirus. No tenemos plan B.
¿Qué le diría, para tranquilizarle, a alguien que se acaba de poner la vacuna de AstraZeneca?
Que creo que ha tomado la opción correcta porque ya está protegido de la forma severa de COVID-19. Con una dosis, en Reino Unido no ha habido ni un solo caso severo. Por coronavirus fallecen 1 de cada 140 personas y, repito, tiene una frecuencia de trombosis de 1 de cada 6. Además, le diría que ahora lo que tiene que hacer es observarse; conocemos la sintomatología y que las trombos ocurren solo entre 1 de cada 200.000 personas (la posibilidad de que te toque el Gordo de Navidad es 1 de cada 100.000). Y que si entre el día 4 y el 15 tiene síntomas, como un dolor de cabeza muy inusual, que vaya al hospital y le harán las pruebas pertinentes. Pero le insistiría: la suya es la opción correcta.
¿Y a quien esté pendiente de ponérsela en los próximos días?
Tendrá que ser una persona mayor de 60 años, así que que el riesgo que tiene de mortalidad por COVID-19 es tan alto que no dude ni un minuto. Y la posibilidad de muerte, trombosis y complicaciones por COVID-19 es 100.000 veces superior que por el posible efecto secundario. Sin ninguna duda, que se la ponga.
Hay más de un millón de personas con la primera dosis puesta, pendientes de la segunda. ¿Qué tiene más sentido hacer con ellas si no se retoma pronto la vacunación en menores de 60? ¿Dejarles sin segunda dosis, darles otro fármaco?
Poner una segunda dosis de otro fabricante no es un problema. Se llama vacunación heteróloga y a nivel experimental se ha hecho muchas veces y es beneficioso, y para estas hay ensayos clínicos en marcha. El tema de la segunda dosis no me preocupa, me preocupan todos los pacientes que se quedan sin la primera. El plazo tampoco es establecido, ha sido un poco aleatorio. Tres semanas que se puso para Pfizer es muy corto, se hizo para asegurarse. Y en Reino Unido han tardado tres meses en poner las segundas de AstraZeneca sin tener casos severos solo con la primera dosis.
Por coronavirus fallecen 1 de cada 140 personas y tiene una frecuencia de trombosis de 1 de cada 6. Los trombos ocurren solo entre 1 de cada 200.000 personas (la posibilidad de que te toque el Gordo de Navidad es 1 de cada 100.000).
No me parece un problema relevante tampoco postergarlo. Ni eso ni recurrir a otro fabricante, pero creo que no se debería hacer; creo que se debe seguir avanzando en el grupo de más de 60 con primeras dosis antes de plantearse qué hacer con las segundas de menores de 60. Lo importante es recibir la primera.
¿En el caso de que se les ponga de otro fármaco, tiene que ser también de adenovirus? [Las vacunas de Moderna y Pfizer están desarrolladas con la innovadora tecnología de ARN modificado; la de AstraZeneca, Janssen, y otras todavía no autorizadas en Europa como Sputnik, con otra más tradicional, a partir de adenovirus]
Cualquier otro tipo. Hay ensayos clínicos ya combinando adenovirus y ARN, si no me equivoco.
¿Si alguien no tuvo problemas con la primera dosis de esta vacuna, es complicado que sí los tenga con la segunda?
No tenemos conocimiento del mecanismo y no se puede afirmar eso a día de hoy. Prácticamente todas las reacciones han sido con la primera dosis pero es que prácticamente todas las puestas han sido primeras dosis. No sabemos si la segunda aumenta el problema o no.
¿Ve viables los objetivos que marcó Pedro Sánchez: esos 33 millones de españoles, el 70%, vacunados en agosto?
Si quitamos AstraZeneca del todo para menores de 60 años, no. Si vamos a poner el 100% de las vacunas se llega, si hacemos este tipo de cosas, no. Porque hay que contar también con que más gente la rechace.
Y ese 70% con el que nos hemos obsesionado y con el que en teoría conseguiremos la inmunidad de grupo, ¿tiene sentido? ¿Alcanzaremos la inmunidad de grupo de verdad en ese momento?
Hay un dato que sí que vamos a conseguir antes de verano y más ahora, gracias al límite con AstraZeneca, y que nos va a cambiar la vida de verdad: que todos los mayores de 60 e inmunodeprimidos estén vacunados. Eso va a cambiar absolutamente nuestra forma de enfrentarnos a la enfermedad. Ahora tenemos un 0,7% de mortalidad; con la gripe, un 0,1%, por comparar. Ese 0,7% arrastra a gente mayor de 80 años con cerca del 40%. Si les inmunizamos, la mortalidad va a caer en picado. La gravedad de la enfermedad va a cambiar radicalmente. Lo fundamental es vacunar a gente mayor de 60 años y grupos de riesgo, con inmunodepresión, como en diálisis y trasplantados, que gracias a dios se va a empezar el mes próximo [junto a los mayores de 70]. Sumando la seroprevalencia, es decir, el avance natural de la enfermedad, probablemente tengamos la enfermedad controlada antes de ese 70%. Si llegamos al verano así, esto va a ser otra cosa absolutamente diferente.
Un año después, cada vez sabemos más de la inmunidad natural, también cada vez se notifican más reinfecciones. ¿Quien haya pasado el virus puede darse por protegido a día de hoy?
Sí, están protegidos. El mensaje ha de ser que la gente que ha pasado la COVID-19 es como si estuviera vacunada. Las reinfecciones están siendo absolutamente anecdóticas. La Sociedad Española de Inmunología recomendó desde el principio que a la gente que ha pasado la COVID-19, sobre todo por debajo de 60 años, no se la vacune ahora. Que se haga cuando estén vacunados todos los negativos, si hay disponibilidad de vacunas. No se ha hecho. Solo se decidió darles una sola dosis en vez de dos, y si lo ha pasado hace seis meses, algo que en la práctica no se está aplicando.
Este otoño, si todo va bien, probablemente solo quede la mascarilla en espacios cerrados y transporte público. Eso si no estropeamos la campaña de vacunación con medidas que no se entienden, porque tenemos la solución y nos ponemos trabas a nosotros mismos
Si la cuarta ola se confirma, ¿notaremos que es más atenuada gracias a la vacunación?
Cada ola que venga va a ser consecutivamente más floja, por varios motivos. Uno, porque algo hará la vacunación, aunque el porcentaje total sea aún escaso. Otro, la seroprevalencia real, cada vez tenemos un colchón mejor. Y tercero, el perfil de gente afectada, más joven cada vez porque estamos vacunando a los mayores, y ellos necesitan menos ingresos y UCI, aunque tenemos que tener presente que hay gente de 30 y 40 años que llega a la UCI y que fallece. Cada ola va a ser más leve por esto. Y ahora mejor si hacemos una vacunación de más calidad, solo a gente de más de 60.
¿Nos tendremos que revacunar en el futuro?
Probablemente, pero no sabemos cuándo. Hoy sabemos que la inmunidad natural está durando más de un año, porque no hay reinfecciones masivas, solo casos excepcionales. La de las vacunas, no lo sabemos. Por lo que vemos en laboratorio, tenemos la sensación de que va a durar años, tal vez uno, dos o tres. Pero eso es la bola de cristal. Probablemente vendrán revacunaciones posteriores que incluyan las variantes nuevas que circulan, pero no sabemos. No creo que sea anualmente, un escenario más probable es que sea cada dos años, o incluso cada cinco.
Menciona las variantes que siguen circulando. Que los españoles estén protegidos no nos asegura el fin de la pandemia, ¿cuánto de importante es la vacunación mundial?
Hay que vacunar a todo el mundo, evidentemente. Lo que ha demostrado la pandemia es que realmente vivimos en una aldea global. Estamos acostumbrados a oír sobre epidemias como la del ébola, muy remotas, con alta mortalidad que ha hecho que se controle la expansión. Pero esto requiere de una estrategia mundial. Si sigue habiendo coronavirus en otras partes del mundo, o no salimos de Europa los europeos y no dejamos que entre nadie –y eso es imposible– o no se controla.
¿Cómo se imagina el otoño de 2021, si se cumplen las previsiones de la campaña? ¿Volveremos a la normalidad pre-pandemia?
Este otoño, si todo va bien, no diré que haya normalidad, pero sí que probablemente solo quede la mascarilla en espacios cerrados y en el transporte público. Eso si no estropeamos la campaña de vacunación con medidas que, como nos dicen colegas desde fuera de Europa, no se entienden, porque tenemos la solución y nos estamos poniendo trabas a nosotros mismos.
¿El futuro algo más a largo plazo de este coronavirus es que nos acabará afectando como un catarro?
Exactamente. Será como la gripe. Lo que nos habrá cambiado es la cabeza, espero. Mira cómo se enfrentan los orientales a los catarros y cómo nos enfrentábamos nosotros. Si tú vas en otoño a Corea o a Japón, ves que la gente va con mascarilla, para protegerse a sí mismo y para proteger a los demás de su catarro. Para nosotros no era planteable, y ahora sí que muchos pacientes en consulta me dicen que han pasado el mejor invierno a nivel de salud de sus vidas por llevar mascarillas y que se plantean dejársela en invierno, que les ha protegido de todos los catarros. No ha habido gripe. A lo mejor cambian algo nuestras costumbres.