La factura del tabaco es exorbitante. Cada año, el impacto en las economías del mundo asciende a casi un billón de euros, según un informe conjunto de la Organización Mundial de la Salud y el Instituto Nacional del Cáncer de EE UU.
Los cuidados sanitarios provocados por el tabaquismo y la pérdida de productividad suponen esos 0,95 billones además de matar a más de seis millones de personas, la mayoría en estados en vías de desarrollo, según los datos de la OMS. La organización prevé que esa cantidad crezca hasta los 8 millones en 2030. El cálculo es que, en el mundo, fuman alrededor de 1,1 billones de personas.
Grandes magnitudes
Todas las magnitudes alrededor de los cigarrillos son descomunales : “La industria del tabaco produce y comercializa productos que matan a millones de personas prematuramente, detrae recursos a las familias que podrían utilizarse para comida y educación e impone un enorme coste en salud para esas familias, las comunidades y los países”, ha analizado Oleg Chestnov, director adjunto para Enfermedades No Contagiosas de la OMS.
El estudio trata de dejar claro la íntima relación entre el tabaquismo y su impacto económico además de la eficacia que diversas medidas de esta índole pueden tener para contener la epidemia de consumo de tabaco. “Pueden generar recursos significativos para los gobiernos”, aseguran ambas instituciones.
“Podría incrementarse la recaudación en un 47% global –139.000 millones de euros– si los impuestos se elevaran 76 céntimos por paquete. Eso llevaría a un alza del precio que conllevaría una bajada del consumo del 9%: 66 millones de fumadores adultos menos”.
Ademas, este monográfico asegura que el control del tabaco no implicará un daño significativo en las economías locales ya que “el número de trabajos que dependen del tabco ha estado cayendo en la mayoría de los países”. Sin embargo, también advierte del “poder creciente” que han adquirido las tabaqueras ya que, en 2014, “cinco compañías acaparaban el 85% del mercado del tabaco”.