Tailandia, con el mayor número de casos detectados de coronavirus (14) después de China, anunció este jueves un aumento de los controles y estimó que hay en el país unos 10.000 turistas chinos de Wuhan, epicentro del brote.
“El sábado, el aeropuerto de Suvarnabhumi hizo un estudio y descubrió que había unos 20.000 turistas (de Wuhan) en Tailandia (...). De todos ellos, algunos han regresado ya a China”, indicó en una conferencia de prensa Sophon Iamsirithavorn, director del Departamento de Control de Enfermedades tailandés.
Sophon agregó que el Ministerio de Sanidad tiene los datos y las direcciones de los 10.000 turistas chinos de Wuhan que se estima que quedan en Tailandia para controlar el conocido como coronavirus de Wuhan (2019-nCov), que ha causado más de 7.600 contagios y 170 muertos en China.
Antes de que las autoridades chinas ordenaran el pasado 22 de enero el cierre del aeropuerto de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, llegaban a Tailandia unos 1.200 turistas al día de la citada ciudad.
CRÍTICAS AL GOBIERNO
Las autoridades de Tailandia, uno de los países que más viajeros chinos reciben en la región, anunciaron el incremento de las medidas para contener la expansión del virus, después de que arreciaran las críticas en las redes sociales por la inacción del Gobierno.
Así, empezaron a medir la temperatura a cada viajero chino que llega al país, no solo de Wuhan, y ampliaron los controles de emergencia a todos los hospitales del país, además de los ya implementados en Bangkok y otros importantes centros turísticos como Chiang Mai, Pattaya o Phuket.
Sophon precisó que de los 14 casos de coronavirus detectados en el país, 6 pacientes (cinco chinos y un tailandés que había viajado a Wuhan) han sido dados de alta, mientras que otros 8 permanecen en el hospital.
Otras 200 personas, incluidos turistas chinos y tailandeses que trabajan en el sector del turismo como guías y conductores, se encuentran bajo supervisión médica por sospecha de contagio.
PÉRDIDAS MILLONARIAS
Unas de las preocupaciones en Tailandia son las pérdidas por la caída de llegada de turistas chinos, calculadas en entre 2.500 millones y 3.200 millones de dólares (entre 2.200 millones y 2.900 millones de euros), según datos de la Universidad de la Cámara tailandesa de Comercio.
Las autoridades tailandesas han recomendado el uso de máscaras y en algunos centros comerciales están midiendo la temperatura de los viandantes y han colocado botes desinfectantes para las manos.
No existe la alarma que hay en China, pero las farmacias tailandesas empiezan a quedarse sin máscarillas debido al ingente aumento de la demanda y también es difícil comprarlas en internet.
A diferencia de otros países como Japón, Australia o Singapur, las autoridades tailandesas aún no han repatriado a sus 64 nacionales que se encuentran en Wuhan, ya que alegan que están a la espera de la autorización de Pekín.
MEDIDAS EN EL SUDESTE ASIÁTICO
El brote también ha afectado a otros países del Sudeste Asiático, con 10 pacientes confirmados en Singapur, 8 en Malasia, 2 en Vietnam y sendos casos en Camboya y Filipinas.
Las autoridades de Singapur repatriaron el jueves a 92 de sus ciudadanos en Wuhan y anunciaron que a partir del 1 de febrero entregarán máscaras a todas las familias en la ciudad-Estado.
Filipinas y Malasia han cerrado sus fronteras a la llegada de turistas chinos, mientras que el primer ministro camboyano, Hun Sen, descartó cancelar vuelos de China para no dañar la economía o evacuar a los camboyanos varados en Wuhan.
Las autoridades malasias han informado asimismo de la detención de al menos cinco personas por diseminar supuestamente información falsa sobre el coronavirus, lo que se castiga con hasta un año de cárcel.
En Birmania (Myanmar), donde no se ha detectado ningún caso, el Gobierno afirmó que hay escáneres de temperatura en los pasos fronterizos con China para detectar contagios y que tiene previsto repatriar a 63 estudiantes birmanos en Wuhan el próximo fin de semana.