Grandes zonas de España entran en sequía: 2019 es el tercer año con menos lluvias del siglo
La falta acumulada de lluvias en lo que va de año ha hecho que se llegue a la situación de sequía meteorológica en la mayoría de España. 2019 es, de momento, el tercer año más seco del siglo XXI, según los registros de la Agencia Estatal de Meteorología, presentados este jueves. Grandes áreas de la mitad occidental de la península, el tercio norte o Canarias soportan esta situación.
Ha llovido un 25% menos de lo habitual en los últimos 12 meses, ha explicado este jueves la Aemet. “Todos los meses de 2019 han sido más secos que la media excepto abril”, han puntualizado. Entre las zonas más afectadas por la sequía meteorológica están el sur de Castilla y León, noroeste de Castilla-La Mancha, oeste de Madrid y áreas más localizadas de País Vasco o Galicia. En el observatorio meteorológico de la ciudad de Madrid se han registrado cero litros en mayo. “Es la segunda vez en su historia de más de cien años que esto ocurre. La anterior fue en 2015”, ha explicado un portavoz de la Agencia. Desde el 26 de abril ha llovido 2 litros por m en lugar de los 60 del promedio.
La sequía meteorológica se basa en los datos de precipitaciones no en los recursos embalsados que son los utilizados más habitualmente para declarar estados de alerta o emergencia por sequía. En ese sentido, los embalses españoles están al 58% de su capacidad. Conservan 32 800 Hm . El año pasado a estas alturas estaban en 40 800 y la media de la última década son 40 300.
Previsiones poco halagüeñas
En algunas cuencas como el Duero o el Guadiana las precipitaciones están un tercio por debajo de lo normal. En el Júcar “están un poco por encima” por los fenómenos de gota fría. El temporal de levante entre los días 18 y 22 de abril hizo que en algunas zonas de la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia se recogieran más de 200 litros por metro cuadrado en 24 horas o en 5 días “más del doble de lo que llueve, en promedio, en una primavera completa”, aclaran en la Aemet. La cuestión es que desde finales de abril se ha prolongado una situación de muy escasas precipitaciones.
De esta manera, la primavera recién terminada ha sido seca y cálida, según los datos acumulados por las mediciones del a Aemet. Ha llovido un 15% menos que la media y la temperatura media (14,5ºC) ha estado medio grado por encima de lo normal. Ha sido la novena más calurosa desde el año 2000. La Agencia prevé un verano también cálido sin señales claras de que vaya a haber precipitaciones que alivien la sequía.
