La temperatura media anual de 2024 superará por primera vez en la historia los 1,5 °C por encima del nivel preindustrial y alcanzará, probablemente, un valor de más de 1,55 °C, según ha anunciado este jueves el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S). Los datos indican que la temperatura del mes de octubre de 2024 fue 1,65 °C superior al nivel preindustrial lo que completa una serie de 16 meses seguidos en los que la temperatura media mundial del aire en la superficie supera los 1,5 °C.
“Después de 10 meses, ahora es prácticamente seguro que 2024 será el año más cálido registrado y el primer año con más de 1,5 ºC por encima de los niveles preindustriales, según el conjunto de datos ERA5”, asegura Samantha Burgess, directora adjunta de Copernicus. “Esto marca un nuevo hito en los registros de temperatura global y debería servir como catalizador para aumentar la ambición de cara a la próxima Conferencia sobre Cambio Climático, COP29”.
Aunque los datos son de enero a octubre de este año, Copernicus está en condiciones de afirmar estos extremos porque “la anomalía de temperatura media para el resto de 2024 tendría que caer a casi cero para que 2024 no fuera el año más cálido”.
Hacia el límite fijado en París
El Acuerdo de París de 2015 se propuso mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales, en el periodo entre 2014 y 2033, y fijó como objetivo “limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 °C, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático”.
Los expertos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) insisten en sus últimos informes que por encima de 1,5 °C la adaptación será más difícil, así como los “impactos negativos en la intensidad y frecuencia de los fenómenos extremos, en los recursos, los ecosistemas, la biodiversidad, la seguridad alimentaria, las ciudades, el turismo y la eliminación de carbono”.
Una escalada suicida
Francisco Doblas, profesor ICREA y climatólogo del Barcelona Supercomputing Center (BSC-CNS), cuyo equipo ya había previsto que en 2024 se rebasaría esta temperatura media, recuerda que el hecho de que se supere el umbral de 1,5 ºC en 2024 no incumple necesariamente el Acuerdo de París, que tiene como referencia la media del periodo de 20 años entre 2014 y 2033. “Lo que quiere decir que estamos en la vía de sobrepasar el límite e incumplir el acuerdo”, explica a elDiario.es. Es decir, quizá no ocurra lo mismo el año que viene de nuevo, pero la tendencia apunta a que la probabilidad de que se sobrepasase la media en la década de 2030, como predecían los modelos del IPCC desde los primeros informes, es muy alta.
Que se supere el umbral de 1,5 ºC en 2024 no incumple el Acuerdo de París, que tiene como referencia la media del periodo entre 2014 y 2033, pero vamos camino de ello
Para José Manuel Gutiérrez, director del Instituto de Física de Cantabria (IFCA) y miembro del IPCC, que en un año la temperatura media global ya toque el techo y pase de los 1,5 ºC nos da una indicación de que a partir de ahí hemos empezado a romper esa barrera. “Ya no es razonable pensar que el resto de los años vayan a ser de temperatura menor y la tendencia será creciente”, apunta. “Puede que en 2025 baje, por la variabilidad natural, pero es raro que el 2026 mantenga tendencia a bajar. Estamos en un punto a partir del cual los años que vienen tienen más probabilidad de estar por encima. A poco que vaya subiendo, y sabemos que cada década se incrementa una media 0,26 ºC, cuando hagamos el promedio de 2024 a 2034 ya no estaremos hablando de una subida 1,5 ºC, sino en 1,7 ºC”.
Incluso con los niveles actuales de calentamiento global, recuerda la Organización Meteorológica Mundial (OMM), ya se están produciendo efectos climáticos devastadores, como olas de calor más extremas, episodios de precipitaciones extremas y sequías, reducciones de las capas de hielo, el hielo marino y los glaciares, y una aceleración del aumento del nivel del mar y del calentamiento de los océanos.
El primer cartucho que teníamos, que era el de los 1,5 ºC, lo hemos desaprovechado. El siguiente es el de los 2 ºC, y si nos quedamos sin ese ya no hay más
“El mensaje importante es que cada décima de grado que sube la temperatura media global nos llevará a superar este umbral y ya estamos cerca de ello”, resume Doblas. “La gente debe ser consciente de que estamos hablando de cosas que suceden ahora y que la intensificación de los fenómenos extremos que estamos viendo —como lo sucedido con la DANA en Valencia— se deben en parte al cambio climático y a las emisiones debidas a la acción humana, sin ningún tipo de duda”.
“De una manera o de otra, el primer cartucho que teníamos, que era el de los 1,5 ºC, lo hemos desaprovechado”, asegura Gutiérrez. “El siguiente cartucho que tenemos es el de los 2 ºC, y si nos quedamos sin ese ya no hay más. La ventana que nos va quedando es cada vez más estrecha y dentro de nada no nos va a quedar hueco para poder salir”.
No hay que tirar la toalla
Este dato negativo se conoce en vísperas de la COP29, la cumbre climática que se inicia el próximo lunes en Bakú (Azerbaiyán) y horas después de la elección de Donald Trump para un segundo mandato como presidente de Estados Unidos. El político republicano es un reconocido negacionista climático que sacó oficialmente a Estados Unidos del Acuerdo de París en 2020. Si Trump vuelve a emprender el mismo camino, la ausencia de un país que es fuente del 11 por ciento de todos los gases de efecto invernadero del planeta será un enorme obstáculo para revertir el calentamiento que parece dirigirnos hacia los peores escenarios climáticos.
En cualquier caso, estar en la senda negativa no debe conducirnos a la inacción, advierten los expertos. “Si bien el Acuerdo de París se centró en gran medida en 1,5 °C, sabemos que los impactos aumentan con cada incremento del calentamiento”, afirmaba Daniela Schmidt, profesora de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Bristol, en declaraciones a SMC por un estudio anterior en el que se valoraba la superación de este límite. “No alcanzar un objetivo no debería significar que perdamos toda esperanza, sino que debemos aumentar nuestros esfuerzos”. “No debería llevarnos a la desesperación”, recalcaba Duo Chan, climatólogo de la Universidad de Southampton. “Al igual que en nuestra vida diaria, donde un objetivo incumplido en nuestra agenda no significa que abandonemos el resto de los planes del día”.