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Las temperaturas récord del Mediterráneo ceban la gota fría

Raúl Rejón

20 de septiembre de 2022 23:03 h

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El Mediterráneo se ha recalentado este año más que nunca. El 13 de agosto la temperatura media en la superficie del mar Balear llegó a 29,2ºC, “el promedio más alto desde que hay datos de satélite” y 3,3 por encima de la media histórica, según el Sistema de Observación y Predicción Costero de las Illes Balears SOCIB. El día 15 se batió el récord absoluto en la boya de Sa Dragonera, que midió un agua a 31,36ºC.

España ha atravesado el verano más cálido desde que hay mediciones. Se han experimentado 42 días de ola de calor. Pero, aunque esos registros se han referido a la superficie terrestre, es el mar el que absorbe más del 90% del calor atrapado por el efecto invernadero que causa el calentamiento global. Y ese calor es energía que ceba las lluvias torrenciales cuando se dan las condiciones atmosféricas de tormenta. Con “el mar caliente, es mayor el potencial para que se produzcan lluvias torrenciales”, explica el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante.

Así que este 2022 ha aportado una gran cantidad de energía: “El mar Mediterráneo occidental ha sufrido olas de calor marinas sin precedentes durante este verano. Olas en cadena, por no decir casi continuas, muy intensas, muy largas y muy extendidas”, insiste la investigadora del SOCIB, Mélanie Juza. Juza añade, además, que “aunque están bajando, las temperaturas del mar Balear durante septiembre han sido muy cálidas hasta hoy y, por tanto, se podrá esperar una anomalía cálida también para este mes”.

Una ola de calor marina supone que las temperaturas del agua están por encima del 90% más alto de los registros históricos para esa zona y época del año durante al menos cinco días. Este curso se han prolongado meses.

Condiciones para una gota fría

Si el laboratorio de la Universidad de Alicante especificaba que es preciso que se den ciertos ingredientes para que un mar cálido contribuya a las lluvias intensas, estos días, la inestabilidad se cierne sobre el Levante. Es decir, se prevén las condiciones para desencadenar una gota fría.

Y el Mediterráneo este lunes seguía a más de 27ºC en torno a las Islas Baleares, 2,5ºC más que el promedio para estas fechas. “Los océanos recalentados supercargan los sistemas climáticos creando tormentas más poderosas y huracanes, además de incrementar las precipitaciones”, explicaba este estudio sobre el almacenamiento extra de calor en el mar.

De hecho, los termómetros marinos en las costas valenciana, balear y catalana han estado más allá de los esperable –y de manera ininterrumpidadesde comienzos de mayo. Y, también sin tregua, han alcanzado máximos históricos, según la Agencia Estatal de Meteorología. “El valor promedio de 29ºC a mediados de agosto es un récord absoluto”, puntualiza la Agencia.

Más evidencias: las boyas medidoras que Puertos del Estado tiene en Ceuta, Cabo de Gata, Cabo de Palos, Valencia, Tarragona Exterior y Dragonera han superado las temperaturas máximas desde que empezaron a funcionar. La de Sa Dragonera marcó la plusmarca absoluta de las aguas españolas con 31,36ºC el 15 de agosto. El anterior récord se había registrado solo cuatro días antes.

La cantidad de calor almacenado en los mares al quedar atrapado en la costra de gases de efecto invernadero emitidos por los humanos no ha parado de crecer desde 1960 “a todas las profundidades”, según ha constatado el panel científico de la ONU (IPCC).

En 2021, el calor oceánico global batió su récord, que se había alcanzado solo un año antes. En el Mediterráneo, “ha aparecido un marcado incremento de la temperatura en las últimas décadas”, reseñó el análisis mundial sobre el calentamiento de los océanos.

Lento enfriamiento

¿Hasta cuándo va a estar así el mare nostrum? Mélanie Juza explica que “la temperatura del mar depende principalmente de las condiciones atmosféricas, como la temperatura del aire, el viento y las precipitaciones, por lo que ahora no podemos tener una previsión de las temperaturas del mar para los meses que vienen”.

Sin embargo, el Servicio Marino de Copernicus, basándose en el pasado y la situación actual, sí tiene la capacidad de predecir que “acabaremos el mes de septiembre por encima de la temperatura usual”, afirma Juza.