ENTREVISTA Volcanóloga de la Universidad de Queensland (Australia)

Teresa Ubide: “Pueden seguir abriéndose bocas y fisuras en el volcán de La Palma, el magma sale por donde puede”

Marta Borraz

20 de septiembre de 2021 22:25 h

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Había muchos ojos puestos en una posibilidad que iba sumando evidencias y que al final ha ocurrido. La erupción volcánica de La Palma iniciada el domingo ha generado una lengua de lava que avanza sin freno comiéndose literalmente viviendas y cultivos. La intensificación de la actividad sísmica y el abombamiento de la tierra hacían prever que podía ocurrir, que había magma presionando para salir, un fenómeno geológico que quienes llevan estudiándolo toda la vida se esfuerzan en explicar. Teresa Ubide, vulcanóloga de la Universidad de Queensland (Australia), es una de ellas.

¿Es posible saber cuánto va a durar esta erupción?

No es posible dar una respuesta porque no se sabe, pero observando erupciones pasadas, la escala temporal más probable sería parecida a la que ha ocurrido en otras como la submarina de El Hierro, que duró unos meses hace diez años, o la última en La Palma, que fue de unas semanas. Podría durar eso, de semanas a meses. Lo más importante ahora para ver cómo evoluciona la erupción y cómo es probable que continúe es monitorizar el proceso.

¿En qué consiste esa vigilancia?

Lo que vemos de los volcanes es la punta del iceberg, debajo de nuestros pies hay un sistema muy complejo de conductos y reservorios que traen el magma fundido hacia la superficie. No podemos abrir el volcán como si fuera una casa de muñecas, así que lo que no vemos lo intentamos medir evaluando una serie de parámetros, para lo que es clave una red fuerte de vigilancia: la sismicidad, porque a medida que el magma se mueve hacia la superficie puede romper las rocas que lo rodean y eso se traduce en terremotos; también medimos la deformación de la superficie, porque a medida que el magma sube infla la superficie y también los gases, y en concreto los picos de dióxido de azufre, que salen de las bocas eruptivas. Si lo combinamos con lo que sabemos de erupciones pasadas, que es muy importante en geología, podemos acercarnos a la personalidad del volcán y qué es más probable que ocurra.

La mayoría de magmas no llegan a la superficie, es un proceso complicado. Aquí ha sido muy rápido; no es excepcional ni raro, pero podía haber sido más lento. Científicamente es muy interesante ver cómo el magma ha seguido ese viaje hasta la superficie

En base a la información y los datos que conocemos ahora, ¿cuál es su personalidad?

Lo que vemos de momento es que es un volcán de tipo estromboliano, es decir, está generando explosiones muy moderadas y coladas de lava. Ese es el tipo de comportamiento que esperamos que tenga más adelante. Además de lava genera también piroclastos, que se forman al llegar el magma a la superficie, entrar en erupción y fragmentarse en pequeños trozos.

En 2017 se registró una reactivación de la actividad sísmica, pero desde el pasado 11 de septiembre se ha intensificado y los terremotos fueron localizándose cada vez más cerca de la superficie. ¿Ha sorprendido este volcán por su velocidad?

La intensificación del enjambre sísmico ha sido muy fuerte, pero no ha sido una erupción inesperada. No es una sorpresa porque La Palma es una isla que se considera geológicamente activa, particularmente la parte sur. Teníamos evidencia clara de que el volcán se estaba preparando desde 2017, pero podía no haber erupcionado. No sabíamos seguro si lo haría, aunque esta semana había evidencias muy fuertes, pero nunca se sabe al 100%. La mayoría de magmas no llegan a la superficie, es un proceso bastante complicado. Y sí, ha sido muy rápido, no es que sea algo excepcional ni raro, pero podía haber sido más lento. Científicamente es muy interesante ver cómo el magma ha seguido ese viaje hasta la superficie.

¿En qué sentido? ¿Cómo ha sido este trayecto?

La localización de los terremotos nos indica cómo sube el magma a la superficie. Empezó a profundidades bastante altas y hace una semana había muchos de bastante intensidad a unos 12 kilómetros, que eso es la base de la corteza, es decir, el límite entre la corteza y el manto terrestre, y en los últimos días ha ido subiendo. Hemos podido ir viendo cómo el magma empujaba las rocas y podía entrar en erupción. Estamos viendo que, como en otros volcanes de hotspot o punto caliente, alcanzan el punto crítico para la erupción en la base de la corteza terrestre.

Los fenómenos geológicos no tienen una escala temporal humana y por eso es importante una red fuerte de vigilancia. No es que una nueva erupción pueda ocurrir en el futuro, es que va a ocurrir. La pregunta es si va a hacerlo en nuestra vida o no

¿Qué significa que sea un volcán de punto caliente?

Hay tres opciones para que se genere un volcán en la superficie: debido a que los bordes de las placas tectónicas se juntan, se separan o aquellos que son independientes al movimiento de las placas y se generan porque hay una anomalía caliente en el interior de la tierra que genera magma y sube a la superficie, como este caso. La mayoría de volcanes del mundo no son estos, sino que tienen que ver con las placas.

Una erupción volcánica como la que estamos viendo no es algo que la ciudadanía, al menos la que no vive en zonas susceptibles, esté habituada a imaginar...

La cuestión es que en geología las escalas de tiempo son muy distintas a las escalas humanas y por eso nunca imaginamos la erupción. Para un o una geóloga una zona activa no es sorprendente, pero ¿es de esperar en nuestra escala de vida? Es lo que no sabemos. Hay una falsa percepción de seguridad porque los fenómenos geológicos no tienen por qué ocurrir en la escala temporal humana y por eso es importante que la población esté al corriente de que esto puede pasar y que haya una red fuerte de monitoreo y vigilancia. No es que una nueva erupción pueda ocurrir en el futuro, es que va a ocurrir. La pregunta es si va a hacerlo en nuestra vida o no.

El estudio de los materiales que han erupcionado antes y de las fracturas en la isla nos ayuda a construir mapas de probabilidad de cómo van a ir las lavas, y la topografía de la isla es muy importante. Evacuar a la población cercana fue todo un acierto

Además, la erupción más reciente fue submarina y de hecho hay más posibilidad de que ocurran debajo del agua que por encima, porque la mayoría del material volcánico está debajo, hay más isla. Sin embargo, cuando ocurre así no vemos lo que está ocurriendo ahora.

La lava está saliendo por diferentes bocas. ¿Pueden aumentar? ¿Hasta cuántas puede haber?

En los volcanes se generan diques que cuando interseccionan con la superficie, generan fisuras. Y en estas puede haber una o varias bocas. No es fácil que el magma llegue a la superficie, pero si lo hace, es normal que haya más de una en este tipo de erupciones. En este caso pueden seguir abriéndose nuevas, y también abriéndose fisuras. Digamos que el magma sale por donde puede, por donde más fácil lo tiene, y una vez ha abierto su camino es probable que lo siga utilizando.

La lengua de lava está avanzando y se cree que llegará al mar. ¿Se puede pronosticar por dónde va a ir?

El estudio de los materiales que han erupcionado antes y de las fracturas en la isla nos ayuda a construir mapas de probabilidad de cómo van a ir las lavas. En general lo más importante es tener en cuenta el efecto de la gravedad, las coladas de lava van a fluir como un río hacia zonas más bajas, la topografía de la isla es muy importante. Así que la clave es escuchar a las autoridades y seguir las instrucciones. Evacuar a la población cercana fue todo un acierto porque la colada ha llegado, por desgracia, a viviendas e infraestructuras. La vigilancia volcánica y la red de monitoreo del Instituto Geográfico Nacional es estupenda y esto nos ha demostrado que ha funcionado.

Estrenamos ‘Un tema al día’, el podcast diario de elDiario.es con Juanlu Sánchez, hablando del volcán de La Palma. Tienes más información aquí. Puedes seguirlo en Podimo y otras plataformas.