Tras meses con temperaturas más altas de lo normal y precipitaciones escasas, los pantanos se encuentran en mínimos históricos. La falta de agua en los embalses ha dejado ver estructuras que llevaban años sumergidas. Pueblos, puentes y balnearios asoman ahora como testigos silenciosos de la sequía.
Iglesia en el pantano de Sau
Iglesia en el pantano de Sau
En el pantano de Sau (Barcelona), que se encuentra al 39% de su capacidad, asoma debido a la sequía una iglesia románica del siglo XI. La construcción es lo único que queda el antiguo pueblo de Sant Romà. Suele asomar solo el campanario pero debido a la falta de agua ahora puede verse casi completa.
Vista del campamento romano Aquis Querquennis
Vista del campamento romano Aquis Querquennis
Los embalses gallegos están a menos del 50% de su capacidad. La situación ha dejado visible al completo el campamento militar de Aquis Querquennis también conocido como “A Cidá”, en la localidad ourensana de Bande. El campamento, que suele estar parcialmente cubierto por agua, era una posada para los viajeros que pasaban por la Vía Nova, que unía Braga y Astorga.
Vista del antiguo pueblo de Aceredo en Lobios (Ourense)
Vista del antiguo pueblo de Aceredo en Lobios (Ourense)
También en Galicia es posible ver la aldea de Aceredo, cuyas ruinas son ahora visitables, convirtiéndose en atracción turística. El pueblo, que se encuentra en el embalse de Lindoso, desapareció en el año 1992.
Vista del nivel del agua en el embalse de Búbal, en el Pirineo de la provincia de Huesca
Vista del nivel del agua en el embalse de Búbal, en el Pirineo de la provincia de Huesca
Las ruinas del pueblo de Búbal en el embalse con el mismo nombre también han emergido en el Valle de Tena (Huesca). Los pasados meses de escasas lluvias han dejado visible puertas y ventanas de un lugar que permanece la mayor parte del año bajo el agua.
Embalse de Buendía
Embalse de Buendía
En el embalse de Buendía, entre las provincias de Cuenca y Guadalajara, se puede observar debido a la sequía el balneario real, también conocido como Real Sitio de la Isabela. Los restos son visibles en épocas de sequía cada año. El lugar era conocido en el siglo XVIII por tener propiedades curativas, incluso el rey Fernando VII acudió en 1814 por primera vez para tratar su rebelde mal de gota.
Escaleras en el pantano de Vadiello
Escaleras en el pantano de Vadiello
En el pantano de Vadiello en Huesca, a menos del 30% de su capacidad, se pueden ver estructuras como escaleras, que suelen estas cubiertas por agua.
Hungersteine (piedra del hambre) en Pirna, Alemania.
Hungersteine (piedra del hambre) en Pirna, Alemania.
En Alemania son advertencias las que emergen por la sequía: ahora se ven las llamadas hungersteine (piedras del hambre) cuyos mensajes centenarios avisan del bajo nivel de los ríos, relacionado con el peligro de hambrunas que traía en el pasado.
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