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Los tests de autodiagnóstico para la COVID-19 aumentan la presión en Urgencias: cómo evitar la sobrecarga

Esther Samper

26 de julio de 2021 22:14 h

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Los autotest de antígenos –que detectan una potencial infección por el virus SARS-CoV-2 en aproximadamente 15 minutos– son una realidad en las farmacias de toda España desde el 20 de julio. La llegada de estas pruebas, que no necesitan receta médica, ha estado marcada por las dudas de parte de los sanitarios sobre su correcta utilización entre la población general y su potencial papel para ayudar a controlar los contagios por coronavirus.

La autorización para vender pruebas de autodiagnóstico sin receta se ha producido cuando, desde hace unas semanas, diferentes comunidades autónomas están comunicado episodios de saturación en sus servicios de Urgencias y Atención Primaria por el aumento drástico de la incidencia de casos y el de contactos con personas infectadas. A eso se le están añadiendo en los últimos días, además, las personas que acuden a estos servicios porque han tenido un test de antígenos con resultado positivo. Para intentar limitar la sobrecarga, diferentes autoridades sanitarias están informando públicamente sobre los pasos a seguir cuando estas pruebas marcan una infección activa.

Es el caso de la Consejería de Sanidad de Cantabria, que ha solicitado públicamente a las personas con test de autodiagnóstico positivo que no acudan a Urgencias si no tienen sintomatología grave, porque están “saturando” este servicio. Según informa la Consejería en un comunicado, tras la entrada en vigor de la dispensación libre en farmacias de estos test de antígenos, varios servicios de emergencias sanitarias de la región “están saturados de forma innecesaria” por personas que acuden a realizarse la prueba PCR confirmatoria tras el resultado positivo del test.

Por su parte, el Ministerio de Sanidad informa en el documento de Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de COVID-19 (actualizado el 5 de julio) que “teniendo en cuenta que [los autotests de antígenos] suelen utilizarse en personas asintomáticas y con una baja probabilidad pretest, los resultados positivos deberán ser confirmados. De cara a la interpretación de los resultados es muy importante reforzar el mensaje de que un resultado negativo no excluye la infección ni exime del cumplimiento de las medidas de control recomendadas”. Además, Sanidad comunicó recientemente que había llegado a un acuerdo con las comunidades autónomas para que, en caso de positivo en test de antígenos, las personas se consideren “posible caso” y puedan confirmar su positivo con una prueba de infección activa en la red pública de sanidad. 

Aislarse y ponerse en contacto con Sanidad

Aunque la fiabilidad de estos test depende en gran medida de la incidencia de casos en una población, un resultado positivo en estas pruebas indica una elevada probabilidad de infección (son pruebas muy específicas). Sin embargo, dar positivo se considera en España “caso sospechoso” y se requiere un diagnóstico de confirmación mediante prueba de infección activa (PCR o test de antígenos) para comprobar si realmente existe infección.

Los pasos clave a dar una vez conozcamos el resultado positivo son los siguientes: si la persona se encuentra bien o no tiene síntomas, esta debe aislarse de los demás en casa y contactar por teléfono o Internet con los servicios ofrecidos por cada comunidad autónoma para los pacientes sospechosos de estar infectados por el coronavirus. Estos establecerán la prueba confirmatoria y el rastreo de contactos en caso de ser positiva.

No se debe acudir directamente a Urgencias o a Atención Primaria, pues contribuye a la saturación de estos servicios sanitarios y se puede contagiar a otras personas. Si el individuo tiene síntomas que afectan en grado variable a su salud (sensación de falta de aire, por ejemplo), debe comunicarlo a los servicios sanitarios responsables para que valoren la opción más adecuada: urgencias en Atención Primaria o en el hospital, cita normal, etc...

En caso de ser contacto estrecho con una persona con infección confirmada, un test de antígenos negativo no sirve para descartar la infección y es necesario igualmente guardar 10 días de cuarentena para las personas no vacunadas. Con respecto a las personas vacunadas, las actuales recomendaciones dictan que quienes tengan pautas de vacunación completa ya no tendrán que guardar cuarentena, aunque se recomienda la realización de una PCR al inicio y a los siete días del último contacto con el caso confirmado. La justificación tras esta postura se debe a que, aún en el caso de infección en estas personas, la carga viral es considerablemente menor que aquellas no vacunadas y, por tanto, también el riesgo de contagio.

En cualquier caso, las personas vacunadas que hayan tenido contacto estrecho con casos confirmados deben evitar relacionarse con personas vulnerables y no vacunadas, continuar con el uso de mascarilla en las interacciones sociales y evitar acudir a eventos multitudinarios. Hay tres excepciones que obligan a mantener la cuarentena aunque el individuo esté vacunado: cuando este sufra inmunodepresión, es decir, un mal funcionamiento del sistema inmune. Cuando se sospecha contagio a partir de visones o cuando se detecta que la infección está producida por las variantes beta y gamma del SARS-CoV-2. Es necesario contactar telemáticamente con los servicios sanitarios en caso de que surgieran síntomas durante la cuarentena.

Un resultado positivo en el test de antígenos es justificación suficiente para no acudir físicamente al trabajo y evitar así contagiar a los demás. Si la persona con resultado positivo en el test de antígenos necesitara baja médica para poder aislarse en casa y no asistir al trabajo, el médico de Atención primaria puede realizarla con carácter retroactivo.