Las tormentas de mayo no revierten la caída de las reservas de agua
A pesar de encadenar varias semanas con tormentas fuertes y soportar las avenidas de agua que provocan, las reservas hídricas en España no han remontado. Más bien al revés: los embalses están actualmente al 47,4%, un 0,2% menos que hace una semana y 20 puntos menos que la media de la década, un 68%. El 23 de mayo, al final de la primera gota fría del año, se situaban en el 47,7%. El 30 de mayo al 47,5%.
Así que, aunque la sensación pueda ser que las lluvias que se han sucedido desde la segunda mitad del mes pasado deberían haber rellenado los pantanos, la realidad es que, como mucho, han ralentizado la caída. En las demarcaciones del Guadalquivir, Guadalete-Barbate y Catalunya, las reservas rondan un cuarto de la capacidad. En la del Guadiana, un tercio.
De hecho, mayo de 2023 ha sido un mes “normal” en cuanto a precipitaciones según los datos de la AEMET. Ha llovido, más o menos en el promedio histórico para esta época del año. La lluvia acumulada ha sumado 60 l/m2, un 106% respecto a la media.
Las precipitaciones, además, han sido concentradas en poco tiempo y con mucha fuerza. Un patrón torrencial que se ha incrementado en los últimos años a medida que se dejan notar los efectos del calentamiento global “El mes ha tenido un periodo seco y cálido hasta aproximadamente el día 10”, pero “las lluvias después afectaron a la mayor parte del territorio peninsular y Baleares”, explica la Agencia.
La DANA de mediados de mayo causó inundaciones y carreteras cortadas en la Región de Murcia, Comunitat Valenciana y Andalucía. En varias localidades se registraron balsas de agua, ramas de árboles caídas, vehículos atrapados, inundaciones y rescates. El 29 de mayo, el metro en Madrid tuvo que cortar varias líneas por una tromba de agua vespertina que afectó al servicio del suburbano. Las lluvias torrenciales han seguido produciéndose al comenzar el mes de junio.
Aún así, las reservas reflejan la realidad que se está generando en España por la alteración de clima: menos lluvias, precipitaciones torrenciales y alta demanda de los recursos. Los embalses no pudieron rellenarse una vez exprimidos cuando tocaba dentro del año hidrológico y remontar implicaría un nivel de precipitación no esperable a corto plazo. El meteorólogo de la AEMET, Rubén del Campo lo ha explicado así: “Para llegar a la media del año, tendría que llover más del doble de lo normal” hasta el 30 de septiembre. “Y nunca ha ocurrido”.
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