El policía franquista Billy el Niño tiene una quinta medalla que le concedió el Ejército en 1977
El policía del franquismo acusado de torturas Antonio González Pacheco, conocido por su crueldad como Billy el Niño, no tiene cuatro medallas por sus “méritos”, sino cinco. La quinta, hasta ahora desconocida, aparece recogida en su hoja de servicios, a la que ha tenido acceso eldiario.es a través del Portal de Transparencia. La Dirección General de la Policía ha aportado el expediente del agente y el resumen de sus años de servicio después de varios meses de alegaciones y de que el Consejo de Transparencia le haya conminado a hacerlo. Hasta ahora, La Policía había alegado que esta información podía comprometer la seguridad del policía retirado. Aunque finalmente se ha aportado la información, el documento liberado aparece con tachones casi en su totalidad, de modo que son opacos casi todos los detalles de expediente de servicio de Billy el Niño a partir de 1977 (eldiario.es logró hace un año el expediente limpio desde 1968 hasta febrero de 1977, que se puede consultar aquí).
Entre lo que es visible de la hoja de servicios de González Pacheco destaca una fecha: 22 de junio de 1977. Es cuando le conceden otra medalla, de la que hasta ahora no había constancia pública: la “Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco, 2ª Clase”. Esta condecoración se entrega a militares, pero en algunos casos también a civiles o miembros de la policía o de cualquier estamento no militar, explican fuentes del Ejército de Tierra. No lleva aparejada contraprestación ni ventajas económicas, pero las medallas con distintivo blanco reconocen “méritos, trabajos, acciones, hechos o servicios distinguidos, que se efectúen durante la prestación de las misiones o servicios que ordinaria o extraordinariamente sean encomendados a las Fuerzas Armadas o que estén relacionados con la Defensa”, según el reglamento actual. Se la entregó el entonces Ministerio del Ejército. Desde el Ministerio de Defensa, competente hoy, señalan que no han encontrado registro ni rastro de esa medalla, pese a que consta en su hoja de servicios y se habla de ella en el relato de méritos en otro documento al que ha tenido acceso eldiario.es. De este modo, no ha sido posible conocer en concepto de qué se le dio esa condecoración recién estrenada la democracia (las primeras elecciones se celebraron el 15 de junio de ese año).
En 2018 El País publicó que el torturador franquista contaba con una medalla otorgada por la policía que incrementaba un 15% su pensión. Un mes más tarde se conoció que estaba en posesión de otras tres medallas pensionadas, lo que aumentaba su salario de jubilado un 50%, ya que son condecoraciones que van asociadas a una recompensa económica. En concreto ha sido merecedor de dos cruces al mérito policial con distintivo rojo, que aumentan la pensión un 15%, y dos medallas de plata al mérito policial, que la aumentan en un 10% cada una. González Pacheco ha sido distinguido por sus labores policiales en 1972, 1977, 1980 y 1982, es decir, desde el franquismo a la democracia. Ahora se sabe, por el expediente, que no son cuatro sino al menos cinco.
Billy el Niño llegó a ser el número dos de la Brigada Político Social de Franco, la encargada de la represión y control de “grupos subversivos”. Pronto se convirtió en un símbolo de la España represora. Desde 1977 fue inspector del Cuerpo Superior de Policía. Quedó integrado en la Brigada Central de Información, la policía secreta que sustituyó a la Brigada Político Social con la democracia. Abandonó el servicio en 1982 para pasar a trabajar como jefe de seguridad en empresas privadas.
Sus víctimas lo definen como cruel y sádico: “Me ató a un radiador y me golpeó durante horas en las plantas de los pies”, relata Roser Rius, una de sus víctimas y denunciante en la primera querella colectiva contra el policía franquista. A Rosa la amenazó con violarla, según su testimonio en la denuncia que presentó. Felisa, detenida en 1974, llegó a sufrir un colapso por la continua sucesión de golpes a la que fue sometida. Luis Suárez Carreño, la primera persona que presentó denuncia contra Billy el Niño y otros dos policías, explicaba en una entrevista en eldiario.es: “Su sadismo y su crueldad eran vocacionales. Otros policías te golpeaban sin una especial pasión, pero él intentaba dominarte psicológicamente, transmitir que sabía mucho, en el plano personal, sobre la organización... ”. Entre los métodos del policía estaban el pasillo (dos filas de agentes que golpean al detenido), la bañera (sumergir la cabeza en aguas sucias), el saco de golpes o apagar cigarrillos. En total ha acumulado 36 querellas por torturas, pero de momento ninguna ha prosperado porque se han archivado por prescripción de delito, aunque en marzo, un juez aceptó investigar una denuncia por delito de lesa humanidad contra el policía, un caso que de momento no ha prosperado.
El ministro de Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska encargó un informe en 2018 para poder retirar las cuatro medallas policiales a Billy el Niño, después de que su antecesor en el ministerio, Juan Ignacio Zoido, se negara a revertir estos honores. Marlaska calificó de “razonable” que se le retiraran, para lo que encargó un informe. Una de las medallas, la de 1982, había sido avalada por un tribunal por sentencia, de modo que en ese caso sería prácticamente imposible quitarla. La idea del Gobierno era retirarle los honores a través de la ley de memoria histórica, pero han pasado dos legislaturas sin que se haya producido novedad y el expolicía mantiene sus condecoraciones y su aumento de pensión. El Ministerio de Defensa no se ha pronunciado sobre si intentará retirarla ya que de momento no ha localizado ese expediente.