Trump, un negacionista del cambio climático que pone en apuros el acuerdo de París
Trump es presidente y liderará, entre otras cosas, el futuro climático de su país, uno de los más influyentes en la senda contra la contaminación mundial. Como nuevo líder le han recibido unos 375 científicos de la Academia Nacional de Ciencias de EEUU, incluyendo a 30 premios Nobel, con una carta para advertir de los peligros que supondría que el país norteamericano saliese de los acuerdos del clima firmados el pasado mes de diciembre en París y que acaban de entrar en vigor. Los investigadores hacen clara referencia a las continuas declaraciones que el candidato republicano, Donald Trump, ha hecho negando el cambio climático y sus posibles consecuencias.
“Durante la campaña de las primarias presidenciales se han hecho afirmaciones como que la Tierra no se está calentando o que el calentamiento se debe a causas puramente naturales”, aseguran los científicos aludiendo a Trump. “Tales afirmaciones son incompatibles con la realidad”, concluyen los investigadores.
Las declaraciones del magnate estadounidense asegurando que “no cree” en el cambio climático han sido constantes, algo habitual en el partido republicano, donde muchos de sus miembros coquetean con el negacionismo climático. Sin embargo, Trump ha llevado su ignorancia científica hasta cotas insospechadas, con afirmaciones tan sorprendentes y disparatadas como que “el cambio climático es un invento de los chinos”.
“El cambio climático de origen humano no es una creencia, un engaño o una conspiración. Es una realidad física”, responden los científicos en su carta. “Nuestra huella en el clima es visible en todas partes”, afirman los investigadores, y señalan “el aumento del nivel del mar, la alteración de los patrones de precipitación, el retroceso del hielo marino en el Ártico o la acidificación de los océanos” como algunas de las muchas señales que se pueden medir hoy en día.
Además, los investigadores advierten que “el cambio climático de origen humano no es algo muy alejado de nuestra experiencia del día a día”, sino que “está presente aquí y ahora, en nuestro propio país, en nuestros propios estados y en nuestras propias comunidades”.
La amenaza del “Parexit”
Pero la actitud de Trump no se ha quedado solo poner en duda la existencia de un cambio climático de origen humano, sino que también se ha comprometido públicamente a deshacer las regulaciones medioambientales de Obama y a retirar a EEUU del tratado de París, un acuerdo que sería inútil sin la presencia del gigante norteamericano, uno de los principales emisores gases de efecto invernadero a nivel mundial.
Para los científicos estas afirmaciones son “muy preocupantes”, ya que una salida del acuerdo de París, a la que llaman “Parexit”, “haría mucho más difícil el desarrollo de estrategias globales eficaces para mitigar y adaptarse al cambio climático” y advierten de que las consecuencias de esta exclusión “serían graves y de larga duración, tanto para el clima de nuestro planeta, como para la credibilidad internacional de EEUU”.
El acuerdo de París, ratificado por 60 países
El conocido como Acuerdo de París, que fue negociado en la ciudad francesa el pasado mes de diciembre y que compromete a los países a reducir las emisiones de efecto invernadero para detener el cambio climático, fue ratificado ayer por 31 países más, superando el número de naciones necesario para que entre en vigor.
La ratificación tuvo lugar en un evento en las Naciones Unidas en el que estos 31 países se unieron a los 29 que ya habían firmado, superando el límite de 55 que era necesario para que el acuerdo entrase en vigor. Sin embargo, otro de los límites impuestos en el tratado es que los países firmantes representen al menos el 55% de las emisiones globales, algo que aún no se ha cumplido.
Los científicos reconocen que el acuerdo de París es solo “un pequeño primer paso” en la lucha contra el cambio climático, pero también aseguran que es un tratado “histórico y vital”. En la misma línea se expresó hace dos días el presidente de EEUU, Barack Obama, quien reconoció ante la asamblea la necesidad de que los países vayan aún más allá de lo que prometieron en la capital francesa para evitar los peores impactos del calentamiento. “El Acuerdo de París nos da un marco para actuar, pero sólo si somos más ambiciosos”, aseguró Obama.