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Los asesores de Trump: negacionistas relacionados con los hidrocarburos y antiabortistas

Durante las próximas semanas habrá mucha especulación sobre la composición del gabinete del nuevo presidente de EEUU, Donald Trump. Un gabinete en el que, con toda seguridad, el sector privado va a tener un peso importante. Sin embargo, hay algunos puestos de relevancia en el sector científico que también están en juego y la mayoría de los nombres que suenan no tranquilizan, ni mucho menos, a la aturdida comunidad científica estadounidense.

Las innumerables declaraciones que ha hecho Trump demostrando su ignorancia científica han puesto sobre aviso a los investigadores, que ahora se ven comandados por “el primer presidente anti-ciencia que hayamos tenido”. Un presidente cuyo nombramiento va a tener unas “consecuencias muy, muy graves”. Estas duras palabras son de Michael Lubell, representante de una de las sociedades científicas más antiguas de EEUU, la Sociedad Americana de Física.

Los científicos piden asesores respetados

También la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, la principal sociedad científica del mundo, ha reaccionado a la victoria de Trump, aunque su mensaje ha sido mucho más moderado. Aún así, su director ejecutivo, Rush Holt, se ha apresurado a pedir al nuevo mandatario que nombre “lo antes posible a un científico o un ingeniero respetado para servir como nuevo asesor”, para asegurar que el presidente tenga una fuente de información científica fiable.

La advertencia de la comunidad científica no es baladí, no solo por las disparatadas afirmaciones que ha realizado Trump durante la campaña, ya sea sobre cambio climático o sobre políticas de vacunación, sino también por algunos de los nombres que se manejan para algunas de las principales agencias del país.

Un antiabortista para Sanidad

Uno de los organismos de mayor importancia para el mundo de la ciencia y la medicina es el Departamento de Salud y Servicios Sociales, ya que de él dependen muchas de las grandes agencias del país, como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), el Centro de Control de Enfermedades (CDC) o los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid.

Uno de los candidatos más frecuentemente citados en los medios estadounidenses como principal opción para dirigir este departamento es el neurocirujano Ben Carson, que ya fue precandidato a las primarias del partido republicano en 2013. Carson es un reconocido creyente y activista de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que se ha declarado contrario al aborto y a la teoría de la evolución.

Entre los citados también se encuentran otros nombres como el de Rich Bagger, vicepresidente de la multinacional biofarmacéutica Celegne Corporation. Bagger también ha sido miembro del equipo de Trump y fue el encargado de negociar las donaciones para la campaña de las empresas del sector sanitario y farmacéutico.

Negacionistas para protección ambiental

Otro de los sectores importantes es el medioambiental y los dos principales organismos oficiales son la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su siglas en inglés) y la Secretaría de Energía. A estas alturas, y teniendo en cuenta sus declaraciones durante la campaña, decir que Trump es un negacionista del cambio climático no sorprende a nadie y según avanzan varios medios norteamericanos, parece que el nuevo presidente va a refrendar su postura nombrando a dos negacionistas para que ocupen los dos principales cargos de responsabilidad en ambos organismos.

El pasado mes de septiembre la revista Scientific American revelaba que, según fuentes cercanas al magnate, éste ya había escogido a su representante para liderar la EPA. Sería Myron Ebell, el Director del Centro de Energía y Medio Ambiente, un centro perteneciente a un think tank conservador en el que Ebell trabaja haciendo lobby para empresas del sector de los hidrocarburos. El propio Ebell ha negado en varias ocasiones la importancia del cambio climático y ha asegurado que no es de origen humano sino natural.

Para el cargo de secretario de energía, el principal candidato de Trump es el multimillonario Harold Hamm, según informó el pasado mes de julio la agencia Reuters. De confirmarse el nombramiento, el presidente de Continental Resources se convertirá en el primer secretario de energía de EEUU que proviene directamente de la industria petrolífera, desde que se creó este puesto en 1977.

Además, tal y como informa El Español, Hamm, responsable del auge del fracking en Oklahoma, ya ha tenido importantes enfrentamientos con la comunidad científica en el pasado. En 2015 pidió al decano de la Universidad de Oklahoma que despidiera a los científicos que relacionaban las prospecciones petrolíferas y de gas mediante la técnica de fracturación hidráulica con un aumento del 400% en el número de terremotos.