La UE ha alcanzado un acuerdo para endurecer los límites de la contaminación del aire. La intención de los legisladores (Comisión Europea, Consejo de la UE y Parlamento Europeo) es establecer unas normas más estrictas hasta 2030 para reducir las partículas contaminantes que causan al año 300.000 muertes prematuras. A partir de esa fecha, se revisarán al menos cada cinco años con el objetivo de eliminar la contaminación a mitad de siglo. La normativa se queda, no obstante, atrás respecto a las recomendaciones de la OMS.
El acuerdo lo tendrán que ratificar ahora los gobiernos de los 27 en el Consejo de la UE por mayoría y el Parlamento Europeo. Buena parte de los eurodiputados del Partido Popular Europeo (entre ellos los de Alberto Núñez Feijóo) votaron en contra, junto a la extrema derecha, de la posición de la Eurocámara que era, no obstante, más ambiciosa que el pacto alcanzado en la negociación a tres.
Las nuevas normas endurecerán los límites máximos y valores objetivo en comparación con las actuales, para varios contaminantes, entre ellos las partículas (PM2,5, PM10), el NO2 (dióxido de nitrógeno) y el SO2 (dióxido de azufre). “En el caso de los dos contaminantes con mayor impacto documentado en la salud humana, las PM2,5 y el NO2, los valores límite anuales se reducirán a menos de la mitad, de 25 µg/m³ a 10 µg/m³ y de 40 µg/m³ a 20 µg/m³, respectivamente”, señala la Eurocámara en un comunicado.
La normativa dejará, no obstante, la puerta abierta a que el plazo para cumplir con los estándares de calidad del aire se puedan prorrogar diez años en el caso de que los estados miembros lo soliciten y cumplan determinadas condiciones, entre ellas que las reducciones necesarias sólo puedan lograrse sustituyendo una parte considerable de los sistemas de calefacción doméstica existentes que causan los excesos de contaminación.
El acuerdo también prevé un aumento de los puntos de muestreo de la calidad del aire en las ciudades y armonizar los índices que actualmente están fragmentados en la UE. “Estos índices también proporcionarán información sobre los síntomas asociados a los picos de contaminación atmosférica y los riesgos para la salud asociados a cada contaminante, incluida información adaptada a los grupos vulnerables”, señala el Parlamento, que también subraya la posibilidad de que los afectados puedan recurrir a la justicia en busca de compensaciones.
“Es un paso importante en nuestros esfuerzos continuos por garantizar un futuro más limpio y saludable para todos los europeos”, señala el eurodiputado socialista Javi López, que ha sido el ponente de la iniciativa y que enfatiza que se se reviden unas “normas obsoletas” que tenían entre 15 y 20 años de antigúedad “centrándose en la mejora del control de la calidad del aire cerca de las principales fuentes de contaminación, protegiendo de forma más sólida a las poblaciones sensibles y vulnerables, y garantizando que las autoridades locales cuenten con el apoyo necesario para hacer cumplir las nuevas normas de forma eficaz”.
“Gracias a nuestros esfuerzos, la Directiva introducirá el derecho de las personas que padecen cáncer a reclamar indemnizaciones si sus autoridades no cumplen los nuevos límites de contaminación. También incluye el derecho de los ciudadanos a llevar a los tribunales a las autoridades incumplidoras. Sin embargo, Europa no podrá respirar tranquila hasta que adoptemos medidas mucho más audaces para atajar el tipo de contaminación que estamos presenciando ahora mismo en lugares como Milán. Este acuerdo es una oportunidad perdida para encarrilar la Directiva hacia el cumplimiento de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud en materia de calidad del aire”, afirma, por su parte, el parlamentario de Los Verdes Nicolae ÈtefÄnuÈÄ.