La UE ha llegado a un acuerdo para la Ley de Restauración de la Naturaleza, una de las piezas claves del Pacto Verde Europeo, contra la que se revolvieron el PP y la extrema derecha, que estuvieron a punto de tumbar el texto en la Eurocámara hace apenas cuatro meses. Finalmente el Consejo de la UE, donde están representados los gobiernos; el Parlamento y la Comisión cerraron un texto a última hora del jueves que permite sentar unas bases legislativas para recuperar los hábitats dañados en el año 2050, con un objetivo intermedio del 20% en 2030, aunque la ambición se ha rebajado respecto a la propuesta inicial que hizo Bruselas.
Con esta ley se ha producido una situación inédita, ya que la posición de la Eurocámara era más descafeinada que la del Consejo de la UE. Normalmente, el Parlamento suele tener posiciones más progresistas que los gobiernos, especialmente en los asuntos medioambientales; pero la amenaza del PP a la agenda verde ante las protestas del campo con la cercanía de las elecciones cambió las tornas. La Eurocámara logró salvar el texto por la mínima ya que el PP presentó una enmienda para tumbarlo por completo, lo que hubiera supuesto el fin de la propuesta. Una vez sorteada esa traba, que fue muy celebrada por socialistas y verdes, la posición negociadora de la Eurocámara quedó limitada por la aprobación de enmiendas que rebajaban la ambición con el apoyo de los liberales.
Así, se incluyó un 'freno de emergencia' que suspender las medidas hasta un año en caso de que “por razones de emergencia no esperadas no sea posible cumplir con algunos de estos objetivos en el plazo previsto”, según dijo la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, que viajó a Bruselas para estar presente en la aprobación de esa ley dado que el acuerdo se produce bajo la presidencia española. Sin embargo, la negociación se prolongó más de lo previsto y ministra para la Transición Ecológica no pudo comparecer en rueda de prensa, como tenía previsto.
Otra de las rebajas para que la ley haya podido salir adelante es que en la restauración se priorizarán los espacios de la Red Natura 2000, que ya de por sí están protegidos. Para sortear el escollo de la finaciación, se plantea que la Bruselas presente un informe sobre los recursos financieros disponibles a nivel comunitario, de las necesidades y una propuesta para aumentar la dotación en el presupuesto de la UE en caso de ser necesario.
Los negociadores tratan de poner el énfasis, no obstante, en el éxito que supone haber superado los obstáculos y tener una ley con la que los 27 tendrán que hacer planes nacionales para restaurar los ecosistemas, que en la actualidad están dañados al 80% en el continente.
“Después de setenta años de iniciar el proyecto europeo, vamos a tener una política común de restauración de la naturaleza, que es importantísima porque no solamente resuelve el estado de los ecosistemas que están degradados, sino que además sirve para luchar contra los efectos del cambio climático”, señaló el eurodiputado socialista César Luena, que ha sido el ponente del texto en la Eurocámara.
“Hemos logrado un acuerdo para recuperar aquello que nos genera no solamente vida, también servicios económicos y sociales, que impacta en el bienestar de las personas y en la viabilidad de la mayor parte de nuestras actividades, incluida, cómo no, la seguridad alimentaria”, señaló Ribera tras el acuerdo.
Ahora los 27 y la Eurocámara tendrán que ratificar la propuesta legal y fuentes de la negociación confían en que el PP no se descuelgue del acuerdo tras haber encabezado una rebelión contra esa norma impulsada por el ejecutivo que preside Ursula von der Leyen, de su familia política.