Gobierno, patronal y sindicatos ultiman el acuerdo de la reforma laboral con la subcontratación como último escollo

Esta noche ha sido larga para los negociadores de la reforma laboral. Y el jueves ha comenzado demasiado pronto. El Gobierno, los sindicatos y empresarios tratan de salvar el último escollo en la negociación de la reforma laboral: la subcontratación. La intención de las partes es cerrar el texto legislativo esta mañana, ya que los agentes sociales han convocado a sus cúpulas para intentar votar el preacuerdo dentro de sus organizaciones.
En los últimos compases de la negociación, en los que se han acercado las posturas en el resto de materias, los empresarios se han enrocado en el rechazo a la propuesta sobre subcontratación que hay sobre la mesa. Esta no restringe la externalización, sino que fija unas condiciones laborales mínimas para los trabajadores subcontratados: que se aplique el convenio del sector de la actividad en cuestión.
Por ejemplo, si son las limpiadoras de una sucursal bancaria, la empresa subcontratada tiene que cumplir al menos con las condiciones que establece el convenio sectorial de limpieza.
Desde ayer miércoles, este es el centro de las conversaciones. El margen de negociación no es mucho, ya que de la subcontratación solo se ha modificado esta cuestión. No se restringe la externalización de servicios propios de la actividad principal de la empresa, por ejemplo, como recoge el acuerdo de coalición, sino que se ha tratado de garantizar un mínimo de condiciones laborales del personal subcontratado.
Con pocos cambios a estas horas, la mirada puesta en el reloj, los negociadores ponen sus esperanzas en un movimiento de última hora que posibilite el acuerdo este jueves.
Informa Laura Olías.