Un año más se ha celebrado la misa para conmemorar la muerte del dictador Francisco Franco, en la Parroquia de San Francisco de Borja, en el barrio madrileño de Salamanca.
En la ceremonia, donde ha sonado el himno nacional y a la que han asistido familiares y feligreses ataviados con insignias de Falange y Fuerza Nueva en sus vestimentas, el sacerdote ha apelado en varias ocasiones a “una España católica y unida”.
Además, el cura, en su sermón ha aludido a “la historia de la humanidad”, en la que “combaten justos y malvados y al final dios pone a los justos a su derecha y a los malditos a su izquierda”, privando a los últimos de la salvación divina. Al terminar la celebración, los asistentes se han concentrado en la puerta de la iglesia cantando al unísono el cara al sol, levantando el brazo con gesto fascista, para cuadrarse frente a una bandera preconsitucional que han exhibido.
A gritos de “¡viva Franco! ¡viva Primo de Rivera, la Guardia Civil y la Policía Nacional!”, han dado por concluida la celebración.