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Universalización de seguridad social al 2030, un desafío para América Latina

EFE

Quito —

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Alcanzar la universalización del sistema de seguridad social al año 2030, para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, es uno de las más grandes desafíos que tiene América Latina, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Esa es una de las conclusiones que arrojó el taller “Extensión de la Protección Social en el Contexto de las Políticas de Formalización”, que lleva adelante la oficina de la OIT en la capital ecuatoriana junto con representantes de gobierno, empleadores y trabajadores de Ecuador, Colombia, Perú, Paraguay, El Salvador, México y Cuba.

En el ámbito laboral “hay brechas muy grandes en el mundo y en América Latina”, una región donde un 39 por ciento de su población “todavía no tiene acceso a los sistemas formales de la seguridad social”, remarcó Helmut Schwarzer, especialista del Departamento de Protección Social de la OIT, que participa en el encuentro de Quito.

Por ello, en América Latina y el Caribe “tenemos el desafío de extender estos sistemas” a una mayor cantidad de la población, retos que van ligados a otros como el del envejecimiento de la población y los cambios en el mercado laboral, con nuevos tipos de empleo, con otras concepciones de remuneración y estabilidad, agregó Schwarzer.

La iniciativa del llamado “empleo verde”, como elemento sustentable de los ODS, así como la adaptación de los sistemas de la seguridad social a las necesidades de protección ante desastres naturales, son otros retos del sector, comentó en entrevista con Efe.

Según Schwarzer, si bien América Latina está comparativamente mejor que Asia y que África en torno a la seguridad social, está “por debajo de los promedios de Europa y de América del Norte”.

Incluso, dentro de Latinoamérica “hay heterogeneidad”, pues Uruguay, por ejemplo, tiene la mejor seguridad social de la región, con buenas prestaciones y una magnífica cobertura, “pero hay países más rezagados como algunos de América Central”, apuntó.

Por ello, dijo el especialista, “será necesario que los países de América Latina, dentro de sus planes de desarrollo hacia el año 2030, le confieran una prioridad a los sistemas de seguridad social”.

Para lograrlo, es necesario que los países “encuentren y construyan” el espacio fiscal adecuado para financiar las prestaciones en el marco de una cobertura universal, pese a que esa meta es difícil, sobre todo en contextos de crisis en algunas naciones, reconoció.

“Tenemos todavía once años” para alcanzar la meta y el trabajo debe ser permanente para concretar, de manera progresiva, el objetivo hacia el año 2030, agregó Schwarzer.

Para el especialista, cada país tiene que evaluar las herramientas que usará para desarrollar sus sistemas de seguridad social, aunque opinó que las administradoras privadas de fondos de pensiones (afp), no se presentan como una solución para atender el reto de la universalización de las prestaciones.

La OIT sugiere, en cambio, un sistema “multipilares”, donde existan prestaciones financiadas con los aportes de los trabajadores, pero también con impuestos, con el objetivo de que todas las personas, incluso quienes no puedan contribuir, sean protegidas por la seguridad social, añadió.

Schwarzer recordó que desde hace una década la OIT ha planteado la obligatoriedad de la afiliación de los trabajadores independientes y de las empleadas domésticas, como mecanismo para alcanzar la universalización de las prestaciones, pero remarcó que, aunque “aún no hay una confirmación contundente” en este tema, el mundo camina hacia esos objetivos.

Esa meta debe llegar también de la mano de los principios de solidaridad que enmarcan a la seguridad social, sobre todo en regiones como la latinoamericana, donde hay países en los que el 10 por ciento de su población concentran el 50 por ciento de la riqueza o más.

“Es necesario buscar mecanismos para que haya una contribución más solidaria” por medio del cobro de impuestos para financiar la seguridad social universal, apostilló Shwarzer.

El encuentro de la OIT en Quito concluirá el jueves y su organización cuenta con el apoyo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social.