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Cuatro profesores de Derecho de Casado dijeron a la inspección de la Complutense que no fue a sus clases

Cuatro profesores de Pablo Casado reconocieron que el líder de los populares no fue a sus clases en la licenciatura de Derecho en el centro Cardenal Cisneros, adscrito a la Universidad Complutense. Una quinta, que explica que entre sus requisitos para aprobar se encontraba la asistencia a clase, “no recuerda” si el estudiante lo cumplió.

Así consta en las declaraciones de los profesores que participaron en la información reservada elaborada por la Complutense para investigar la carrera del presidente del PP.

eldiario.es ha tenido acceso a esta documentación a través del portal de transparencia de la UCM. En el “expediente 34/2018” constan los interrogatorios a diez de los catorce profesores que aprobaron a Casado. También compareció el director del centro en aquella época, Alberto Pérez de Vargas. Los profesores citados acudieron en persona a la inspección de servicios de la Universidad, pero después respondieron también por escrito a las preguntas del instructor del expediente.

En ese interrogatorio, la docente de Filosofía del Derecho y Derecho Natural, la misma que aseguró que había recibido “indicaciones” y cuya calificación fue modificada con una firma cuestiona por el instructor del expediente, aportó una información que hasta ahora ni el centro educativo ni el campus público habían puesto sobre la mesa. Esta profesora aludió a un permiso especial, otorgado por la dirección del centro, al asegurar que “era relativamente habitual que algunos alumnos, con permiso de la dirección, no acudieran a las clases”.

Tres docentes más también sostuvieron que el líder popular no acudió a su docencia. “El alumno D. Pablo Casado no asistió a mis clases, por eso sólo tuvo un aprobado, porque fue la calificación que obtuvo en el examen final. Yo sólo lo vi el día del examen”, apuntó el profesor de Derecho Procesal II. Por su parte, el responsable de Derecho Financiero y Tributario recuerda que el alumno “no asistía regularmente a clase, suspendió el primer parcial y aprobó la asignatura en junio, con la calificación mínima de 5”. La titular de Derecho Romano también sostiene que no acudió a su asignatura y aprobó en convocatoria extraordinaria.

“No influía en las calificaciones”

Desde el Cardenal Cisneros aseguran que “ninguna licenciatura obligaba a los estudiantes a ir a clase” y que la asistencia “no influía en las calificaciones”. Esta afirmación contrasta con el criterio de algunos de los profesores, que sí exigían la asistencia a las clases. La profesora de Hacienda Pública de Casado apunta por escrito los requisitos que exigía para aprobar su asignatura: “Asistencia a clase, realizar exámenes convocados y superar el aprobado, y realizar los trabajos pedidos”. Sobre Casado, aseguró que no recuerda “si dicho estudiante lo cumplió”.

Pablo Casado, entonces diputado autonómico del PP, había aprobado en tiempo récord la Licenciatura de Derecho en el Cardenal Cisneros, un centro privado adscrito a la Complutense. Casado estuvo tres años en ese centro, pero en solo dos cursos se sacó el 70% de la carrera, incluyendo algunas de las asignaturas más duras, como Procesal, Mercantil o Civil. Casado había pasado antes cinco años matriculado en Icade, sin lograr aprobar ningún título en esta otra universidad. El Gobierno autonómico de Madrid, entonces presidido por Esperanza Aguirre, controlaba el Cardenal Cisneros a través de una fundación. El líder popular aseguró en varias entrevistas que se cambió a Cisneros porque le pillaba más cerca del trabajo.

En estas comparecencias participó el director del centro en aquella época, Alberto Pérez de Vargas, y diez de los catorce profesores que dieron clase a Casado. Tres de ellos no acudieron porque rechazaron declarar. Fuentes universitarias aseguran que también formaba parte de ese claustro José Pérez de Vargas, padrino académico de Casado, fallecido en 2012.

La Complutense defiende su actuación. Desde su gabinete de prensa aseguran que “en 2007 aún no había entrado en vigor Bolonia y la asistencia a clase no era obligatoria y, precisamente por eso, no se consideró relevante incluirlo en el informe”, a pesar de que la inspección sí preguntó a todos los profesores por este asunto.

Sin mención en el reglamento del Cisneros

El reglamento del centro Cardenal Cisneros no recoge de forma explícita tampoco la obligatoriedad de esta cuestión. En los epígrafes dirigidos a los alumnos, el artículo 20 recoge que “deberá programarse la existencia al menos, de un examen parcial para las disciplinas de duración anual, y, en todo caso, el profesorado deberá tener en cuenta las evaluaciones realizadas a cada alumno durante el curso, sin que la calificación definitiva en la disciplina pueda basarse únicamente en la evaluación de un examen final”.

A pesar de que en el cuestionario que elaboró la inspección de servicios aborda la presencialidad en la pregunta número cuatro, en el informe no se deja constancia de las conclusiones a las que llega el instructor del expediente sobre esta cuestión. “¿Recuerda cuáles eran sus procedimientos de evaluación y los requisitos para aprobar la asignatura? ¿cumplió dicho estudiante con todos esos requisitos para obtener su calificación? (asistencia a clase, entrega de trabajos, exámenes…)”, planteaba. Dos profesores sí que aseguran que Casado cumplió con todos estos requisitos. La profesora de Derecho Mercantil I responde con un escueto “sí” y la de Derecho Civil I asegura que “cumplió con todos los requisitos para obtener dicha calificación”.

Tras la comparecencia de estos profesores, la Complutense archivó la investigación y determinó que el proceso había sido correcto. La mayor parte de los docentes han negado haber sufrido presiones. Solo la docente de Filosofía del Derecho y Derecho Natural reconoció haber recibido “indicaciones” por parte del director del centro para aprobar al líder del PP. Por su parte, el responsable en aquella época negó irregularidades. “Espero que el comportamiento de los profesores fuese el correcto”, apuntó.