Universidades privadas: poca investigación pero más alumnos aprobados que en la pública
Aprobado en enseñanza y aprendizaje y suspenso en investigación. Las universidades privadas destacan en España en su actividad docente (al menos en los resultados que obtienen los estudiantes), pero suspenden en investigación, según el Ranking CYD de Universidades que elabora la Fundación CYD. En este estudio de las principales fortalezas y debilidades de la mayoría de los campus, el patrón se repite por la geografía con bastante similitud: los centros que obtienen mejores indicadores en cuestiones como artículos publicados o fondos obtenidos son todos públicos; los que presentan mejores resultados en cuestiones como la tasa de graduación o de rendimiento (los créditos aprobados), privados.
El ranking CYD evalúa el rendimiento de cada universidad en cinco dimensiones (enseñanza y aprendizaje, investigación, transferencia de conocimiento, orientación internacional y contribución al desarrollo regional) y ofrece de esta manera una visión general tanto de cada centro como del panorama general en España. Los resultados devuelven una fotografía parecida edición tras edición, que permite observar las fortalezas y debilidades de cada universidad, pero también comparar cómo rinden determinados grupos –públicas frente a las privadas o las de una comunidad respecto a otra– en cada indicador.
Y el resultado global es que lo privado centra sus esfuerzos en la docencia y lo público los reparte entre la enseñanza y la investigación. Y que entre comunidades hay pocas sorpresas. Las que más indicadores positivos acumulan coinciden con las regiones más ricas en general: Navarra, Catalunya, Madrid y Comunidad Valenciana sobresalen por encima del resto. En cuanto a las universidades individualmente, hay 15 centros que tienen un mayor número de indicadores positivos. Son, ordenadas según el número de indicadores positivos: la Universidad Autònoma de Barcelona, la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Navarra, la Universidad Pompeu Fabra, la Universidad Carlos III de Madrid, la Universidad Ramon Llull, la Universidad Pontificia de Comillas, la Universidad de Barcelona, la Universidad Rovira i Virgili, Deusto, la Universidad Politècnica de Catalunya, la Universidad Internacional de Catalunya y la Universidad Mondragon. Siete públicas, ocho privadas. Aquí puedes consultar el ranking y los resultados por universidad.
Todo suspendido
El contraste en los centros privados entre el rendimiento académico y el investigador salta a la vista. El ranking califica cada indicador en base al rendimiento de la universidad en ese área, que puede ser alto, medio o bajo, y hay centros, como la Francisco de Vitoria o la Católica de Valencia San Vicente Mártir, calificados con un rendimiento alto en todos o casi todos los indicadores de enseñanza (la tasa de graduación de sus estudiantes, de créditos aprobados, de atracción de universitarios de otras comunidades) y con uno bajo en todos o casi todos los marcadores de investigación (artículos publicados, impacto, postdoctorales, etc.).
También las hay con menos variaciones en su rendimiento en función de los indicadores: la Católica Santa Teresa de Jesús de Ávila, por ejemplo, los tiene prácticamente todos calificados como bajo. En el otro extremo, la Universidad de Navarra tiene rendimientos altos en casi todos sus marcadores.
Las públicas suelen tener un rendimiento más repartido, con una docencia mejor o peor pero una investigación en general que se sostiene entre el rendimiento medio y el alto. Pero también hay centros con suspensos generalizados en ambos ámbitos, como la Universidad de A Coruña o la de Cádiz. A la vez, los centros con más indicadores calificados como altos están entre los públicos: las Universidades Autónomas de Barcelona y Madrid o la Pompeu Fabra sobresalen en todos los ámbitos. En el sector público también destaca que los indicadores de rendimiento docente de las universidades politécnicas es bajo, aunque esto es coherente con las enseñanzas que imparten.
Por ámbitos, en Enseñanza y Aprendizaje, destaca la UAM, seguida de la Pontificia Comillas, la Francisco de Vitoria (UFV), la Pontificia de Salamanca (UPSA), Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV) y ESIC Universidad. En Investigación, la Universidad de Santiago de Compostela (USC), la de Cantabria (UC), la Pompeu Fabra (UPF), la de Navarra (UNAV) y la Politécnica de Valencia (UPV).
Este retrato, aunque general y con indicadores relativos y no absolutos, parece respaldar la idea que tiene el Ministerio de Universidades de que los centros privados tienen problemas con la investigación, entendido lo de “problema” como que no la practican. Para tratar de dotar de unos mínimos al sector en todos los ámbitos de actuación de un campus y uniformizar lo que se considera que es una Universidad, el departamento que dirige Manuel Castells está preparando un decreto que regulará los requisitos que deben cumplir los centros para considerarse Universidades. Solo 18 universidades de las 81 que hay en España cumplen los mínimos que impondrá el Real Decreto, según un estudio elaborado por el Observatorio del Sistema Universitario (OSU).
Como hoy desliza el ranking CYD, el OSU explicaba en su análisis que las universidades públicas fallan principalmente en los requisitos que va a exigir el Gobierno relativos a la composición de las plantillas (elemento que no evalúa el ranking), mientras superan las exigencias investigadoras (solo 10 no llegan). Las privadas sí tienen problemas con la investigación (solo 1 de las 33 estudiadas cumple los tres requisitos que es posible comprobar a partir de los datos públicos, explica el Observatorio), lo cual también repercute en los doctorados y el porcentaje de profesores con sexenios, su punto más flojo, mientras tienen su punto fuerte en la oferta docente (y aún así más de la mitad, 17 sobre 33, se quedan cortas).
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