Valladolid, 7 nov (EFE).- La décima Marcha contra el Cáncer en Valladolid ha roto todos los pronósticos en su vuelta a la presencialidad, al reunir a 44.036 inscritos que han cubierto las principales calles del centro para destinar lo recaudado a la investigación de los linfomas.
La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) de Valladolid ha vuelto a sentir este orgullo de organizar la marcha más multitudinaria de España, según ha explicado antes de la salida el presidente de la entidad, Artemio Domínguez, quien ha confesado estar “contento y emocionado” por el apoyo a una iniciativa que “apuesta porque la historia del cáncer cambie a través de la investigación”.
Familias, niños, mayores, pequeños en carricoche e incluso cientos de mascotas se han puesto la camiseta y la pañoleta verde y han recorrido las principales calles de Valladolid después de realizar su aportación a la gran hucha que se destinará a la investigación de los tumores que afectan a las células de la sangre.
Antes de iniciar la caminata, el encargado de la investigación, Javier Robles, ha explicado que en determinadas ocasiones esas células sufren alteraciones que provocan el linfoma, y gracias al estudio han descubierto que afectan de distinta manera según el paciente, por lo que ahora trabajan en caracterizar las alteraciones para aplicar medicina especializada a los afectados.
Ha considerado un orgullo la respuesta “impresionante” de la sociedad, a la que agradece su aportación económica para todo tipo de proyectos que “arrojan luz” en los tratamientos; mientras que a los poderes públicos les ha pedido “empujar un poquito más” y “apretar el botón” de la financiación.