Defender las aulas para no dejar morir un barrio
Los alumnos de 1º de ESO del IES Rosa Chacel pueden ser los últimos que han empezado la Secundaria en este centro del barrio de Hortaleza de Madrid, que abrió sus puertas en 1984. La Comunidad de Madrid ha decidido eliminar progresivamente la oferta de ESO y Bachillerato de este y otros dos institutos, el IES Barrio de Bilbao de Ciudad Lineal y el IES Carlos María Rodríguez de Valcárcel de Moratalaz, para especializarlos en Formación Profesional.
Los vecinos han comenzado a movilizarse y no esperarán la medida cruzados de brazos. Con el ejemplo del instituto Barrio Simancas de San Blas, que ha conseguido mantener la matriculación de Secundaria para el próximo curso, acudieron este miércoles por la tarde a una concentración ante la Dirección de Área Territorial. Pretendían entregar las más de 5.000 firmas que han recogido en internet y en las calles, pero se encontraron el servicio cerrado por “incidencias técnicas”.
Aunque la Dirección de Área Territorial no ha recogido las firmas, sí ha concedido una reunión al AMPA del IES Rosa Chacel. “La directora del instituto nos ha informado de que el jueves por la tarde nos reciben en Vitruvio. No nos han comunicado el motivo, aunque suponemos que es en respuesta a la petición que les hicimos la semana pasada. Eso sí, nos han puesto la condición de que solo vayamos dos personas”, explica Asunción López Manjón, una de las madres del AMPA del centro.
López vive en la Unidad de Viviendas de Absorción (UVA) de Hortaleza, que nació en los años 70 para para acoger a familias que residían en chabolas desmanteladas de la capital. Recuerda como “el instituto fue un auténtico logro para el barrio”.“Poco a poco los vecinos crearon una comunidad y conseguimos que construyesen el centro, un polideportivo y otras instalaciones. El cierre del Rosa Chacel no es sólo un asunto educativo, es también social”, apunta.
Los padres de los alumnos del colegio Filósofo Séneca –situado “pared con pared” con el IES Rosa Chacel– se enteraron de la reordenación de la consejería dirigida por Lucía Figar de una manera tan fría como que la aplicación informática de matriculación para el año que viene no les permitía seleccionar este centro. “La directora se enteró del mismo modo”, cuenta Raquel Anula Fernández, coordinadora del AMPA del colegio. De los 16 alumnos que finalizarán sexto de Primaria en el centro, tan sólo uno no contemplaba la inscripción en el IES Rosa Chacel.
“Las formas no han sido las adecuadas. La Comunidad se ha saltado todos los procesos legales de información a las familias”, denuncia Isabel Galvín, secretaria general de Educación de CCOO.
“Una oferta suficiente”
La Consejería de Educación considera que la oferta educativa en otros centros podrá acoger a los estudiantes afectados por la reestructuración en Hortaleza, Ciudad Lineal y Moratalaz. En la actualidad, 48 alumnos se dividen en dos grupos de 1º de la ESO en el IES Rosa Chacel, que recibe a los chavales que finalizan la Educación Primaria en los colegios Filósofo Séneca, Pinar del Rey y San Miguel.
Raquel y Asunción creen que la medida beneficia a los colegios concertados del barrio. El instituto público más próximo al Rosa Chacel, el IES Arturo Soria, está situado a un kilómetro y medio, lo que hará necesario el uso del transporte público para los alumnos derivados a este centro. “No es que no hagan falta colegios, los concertados de la zona están a rebosar y, si siguen reduciendo plazas públicas, sus cifras de estudiantes aumentarán”.
Asunción López alerta de que no se puede tomar una medida tan grave como cerrar un colegio “atendiendo sólo a cifras”. “Como no llegamos a los máximos de 30 alumnos por clase, parece que ya es un buen motivo para cerrar un instituto. Las clases no tienen por qué estar saturadas”, critica.
Además, López reitera que “si se cierra el Rosa Chacel se acaba con algo más que un instituto”. “El barrio es cierto que está envejeciendo, pero si quitas las ofertas educativas, ¿qué familias elegirán la zona para vivir?”, expone.
Otras zonas exigen la construcción de centros educativos
Mientras en Hortaleza, Ciudad Lineal y Moratalaz asisten al desmantelamiento de Secundaria y Bachillerato en sus centros, otros distritos madrileños piden la construcción de nuevas instalaciones. Unos 50 vecinos del distrito de Villaverde se encerraron la pasada noche del lunes en el IES El Espinillo para reclamar la construcción de un instituto en el barrio de Butarque-Los Rosales. Con el lema “¡No somos recortables!”, los afectados exigieron a la consejería que se comprometa por escrito a la construcción del centro que esperan desde hace diez años.
“El Espinillo está masificado. Acuden al instituto más de 1.300 estudiantes cuando fue construido para 800”, denuncia Isabel Rodríguez, miembro de CCOO presente en la concentración nocturna. Fuentes de la consejería, que rechazan la saturación de las aulas, afirman que la construcción del instituto comenzará “próximamente” y estiman que empezará a funcionar para el curso 2015/16.
El instituto en el barrio de Butarque forma parte de la lista de seis centros de educación secundaria que, según CCOO, faltan en la Comunidad de Madrid para garantizar una oferta educativa pública de calidad. “El caso de Villaverde es muy destacable por la espera de diez años, pero es un ejemplo claro de una política mucho más general del Gobierno regional, en la que se está ahogando la educación pública para beneficiar a los centros privados y concertados”, critica Isabel Galvín.
Desde la consejería afirman que el curso que viene habrá 4.670 nuevas plazas públicas y que, en los distritos en los que se reducen los grupos, no se superarán las ratios fijadas por la ley. “Queda claro que no se puede educar con 'calidad Finlandia' en Madrid”, critica Asunción López.