Las víctimas de la Transición tras la imputación de Martín Villa: “Es parte de la reparación que nos deben”

La madre de José Antonio del Valle cantaba siempre. Solía pasearse por la casa familiar de Elda (Alicante) tarareando letras y melodías ante la mirada de sus ocho hijos. Pero cuando uno de ellos murió, dejó de hacerlo. “No volvió a cantar nunca”, recuerda José Antonio, hermano de Teófilo del Valle, el joven trabajador del calzado que murió a manos de la Policía Armada en febrero de 1976. Por estos hechos el exministro Rodolfo Martín Villa y el policía Daniel Aroca del Rey han sido llamados a declarar como investigados por una jueza de Elda en lo que supone un hecho insólito que nunca antes se había produciado en España.
“A mí me ha dado mucha alegría porque por primera vez la Justicia llega hasta este punto con una querella sobre lo que pasó en la Transición”, sostiene José Antonio. Si nada cambia, en noviembre Martín Villa y Aroca del Rey declararán ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción n.º 1 de Elda de forma telemática. José Antonio, hermano mayor de Teófilo, fue quien interpuso la querella en abril de 2024, pero no habla de Código Penal ni de años de cárcel: “Lo que busco es que se reconozca la verdad oficialmente, reivindico el buen nombre de Teófilo y una reparación moral de la familia, que hemos vivido este dolor durante décadas en silencio”.
José Antonio recuerda cómo tras los hechos “las autoridades intentaron desacreditar” a su hermano con expresiones como que era un hombre “de vida irregular” o que “al parecer pertenecía a una banda de traficantes de droga”, según el literal que el Gobierno civil de Alicante publicó en los periódicos tras su muerte. Teófilo tenía 20 años cuando murió en el contexto de las movilizaciones del sector del calzado alicantino de aquellos meses, pero a su familia nadie les informó de nada, asegura José Antonio a sus 77 años: “Mi padre estuvo peleando por saber qué había pasado pero se encontró todas las puertas cerradas”.

En 2023 con el apoyo de Manuel de Juan, director del documental Las tres muertes de Teófilo del Valle, se descubrió que en su momento la investigación “demostró que los seis disparos que mataron al joven habían salido del arma de Aroca del Rey”, según la familia. El policía fue juzgado por un tribunal militar y posteriormente absuelto al considerarse que había “obrado en cumplimiento de su deber”. La querella que presentó José Antonio con el apoyo de Acció Ciutadana contra la Impunidad del Franquisme se dirigía a toda la cadena de mando, pero solo Martín Villa y el expolicía están vivos.
La acusación apunta directamente al exvicepresidente del Gobierno con Leopoldo Calvo-Sotelo como han hecho otras muchas querellas que no han prosperado en nuestro país. Martín Villa, que tiene 90 años, ocupó diversos cargos durante el franquismo –fue gobernador civil de Barcelona– y posteriormente escaló hasta ser ministro de Relaciones Sindicales y de Interior una vez Franco había fallecido. La querella por la muerte de Teófilo le considera “responsable directo” por “ser la cabeza del aparato del Gobierno en la toma de decisiones” en un momento en el que, según los historiadores, “se importaron los métodos violentos del franquismo”.
“Fue mi tío pero podía haber sido otro”
La cartera de Relaciones Sindicales la ocupaba el exministro cuando Teófilo fue alcanzado por las balas de la Policía Armada, pero también cuando cinco obreros murieron en la tarde del 3 de marzo de 1976 en Vitoria. Uno de ellos fue el tío de Nerea, Pedro María Martínez, víctima del desalojo a tiros que la Policía Armada hizo en una iglesia previamente gaseada en la que se celebraba asamblea en el marco de los paros convocados por los trabajadores. “Mi tío tenía 27 años, aquello rompió completamente a la familia. A mí siempre se me ha transmitido lo que pasó y, sobre todo, por qué”, esgrime la también vicepresidenta de la Fundación Memorial 3 de marzo.
Mi tío tenía 27 años, aquello rompió completamente a la familia. A mí siempre se me ha transmitido lo que pasó y, sobre todo, por qué
“Fue mi tío pero podría haber sido cualquier otro. Habían pasado 100 días de la muerte del dictador y había un movimiento obrero y social potentísimo que estaba pidiendo un cambio de régimen real. Por eso la represión fue tan brutal”, sostiene Nerea, que muestra incredulidad sobre que Martín Villa vaya a responder ante la Justicia. “Yo tengo pocas esperanzas porque no sé si hay una verdadera voluntad”. Lo que sí tiene claro es lo que supondría verlo: “Aunque sea por otro caso y no el nuestro, todos forman parte de un mismo contexto. Todos los casos son uno de muchos. Que se siente en el banquillo sería una pequeña parte de la reparación que el Estado español nos debe”.

Durante años, víctimas de los excesos de las fuerzas policiales que acabaron con la vida de decenas de personas en la Transición han intentado sin éxito que sus casos sean reabiertos –varios de ellos fueron juzgados en su momento por el orden militar–, pero la tónica general ha sido el archivo de las querellas. Los tribunales han tirado de los mismos argumentos que suelen usar para cerrarle la puerta a los crímenes del franquismo y que el Tribunal Constitucional ha hecho suyos: la ley de Amnistía, la irretroactividad de la ley o la prescripción de los delitos. En algunos casos, la negativa se ha justificado en que fue cosa juzgada.
Por eso, las víctimas del 3 de marzo están pidiendo la anulación del juicio que se hizo en su momento en base a la Ley de Memoria Democrática, que declara nulas las resoluciones emitidas por tribunales franquistas. “En nuestro caso se reconocieron los homicidios pero se sobreseyó porque decían que no se podía saber qué policías dispararon”, explica Andoni Txasko, que debido a la brutal paliza que le propinó la policía el 4 de marzo, horas después de la masacre, se ha quedado con un 2% de visión. “Con Martín Villa lo hemos intentado infinidad de veces, creemos que es autor de delitos de lesa humanidad, pero las ventanas parecían cerradas a cal y canto hasta ahora”, añade.
Se reconocieron los homicidios pero se sobreseyó porque decían que no se podía saber qué policías dispararon. Con Martín Villa lo hemos intentado infinidad de veces, pero las ventanas parecían cerradas a cal y canto hasta ahora
Sí las encontraron abiertas en Argentina, donde la jueza María Servini de Cubría mantiene imputado al exministro por 12 crímenes cometidos entre 1976 y 1978, entre los que están los cinco obreros de Vitoria, según la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina (Ceaqua). En 2021 el Juzgado Criminal y Correccional Federal 1 de Buenos Aires llegó a procesar a Martín Villa por cuatro de los homicidios al considerar que “ocupó una posición preponderante en esa estructura organizada de poder” a través de la cual “se propagaron las órdenes”, pero hace más de dos años su procesamiento fue anulado por la Cámara Federal.
“Si nos vamos a casa ya hemos perdido”
Entre los cuatro casos por los que fue procesado estaba el de los Sanfermines de 1978, que dejó más de 150 personas heridas –11 de ellas de bala– y un muerto: Germán Rodríguez Saíz, que murió de un tiro en la frente cerca de la plaza de toros de Pampona, en la que la policía había intervenido contra una protesta por la amnistía. “Yo no conozco a la familia de Teófilo del Valle, pero sí estoy en contacto con otras familias de la época. Nos une el verdugo, quien nos quitó a nuestros familiares y se mantiene absolutamente impune”, dice su hermano Fermín. En aquel momento Martín Villa era ministro de Interior durante el Gobierno de Adolfo Suárez.
Fermín recuerda que su padre inició acciones legales “a los pocos días” de los hechos, pero todos los sumarios que se abrieron a raíz de lo ocurrido fueron archivados sin encontrar culpables. La familia y la asociación Sanfermines 78 Gogoan! han intentado sin éxito que el caso se reabra, pero en 2020 el Juzgado de Instrucción nº 5 de Pamplona archivó la querella interpuesta al entender la jueza que los hechos ya se juzgaron.
Yo no conozco a la familia de Teófilo del Valle, pero sí estoy en contacto con tras familias de la época. Nos une el verdugo, quien nos quitó a nuestros familiares y se mantiene absolutamente impune
“La Justicia miró para otro lado y se sobreseyó a falta de más pruebas. Ahora las hemos presentado y aun así se niegan”, opina Fermín, que pide la desclasificación de toda la documentación relativa al caso. “La asociación y yo buscamos la verdad cada día desde hace 47 años”. El hombre reconoce que la noticia de la imputación de Martín Villa le pilló “por sorpresa”, pero “fue muy gratificante”, describe dejando a un lado la desesperanza. “Siempre hay quien dice que no lo vamos a conseguir, pero hace cinco años si alguien nos llega a decir que iban a llamar a declarar a Martín Villa en España le hubiéramos tratado de loco. Si lo dejamos y nos vamos a casa ya hemos perdido”.

Con la vía penal cerrada en España, las asociaciones de víctimas de ambos casos han comenzado a tramitar solicitudes de reparación al Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, que contempla esta figura como forma de reconocer a las víctimas del franquismo. Con ello buscan que el Estado “acepte su responsabilidad” en los hechos que ocurrieron una vez había fallecido el dictador pero antes de la promulgación de la Constitución en lo que las asociaciones llaman “un franquismo sin Franco”.
De momento, está previsto que dentro de cinco meses Martín Villa se siente ante la jueza. Será la segunda ocasión que el exministro declara por muertes ocurridas durante la Transición –la primera en España– después de que lo hiciera ante Servini por videoconferencia en 2020. Hace menos de un año el expolítico reclamó el archivo de la querella argentina, pero la jueza se negó argumentando que los hechos pueden ser constitutivos de crímenes de lesa humanidad y, por tanto, son imprescriptibles. El que fuera también jefe del Sindicato Español Universitario, el falangista SEU, ha recibido el apoyo de los expresidentes Felipe González, Aznar, Zapatero y Rajoy y otros tantos líderes sindicales y políticos y que escribieron cartas a Servini destacando que Martín Villa “contribuyó a afianzar el nacimiento de la democracia”.
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