La lucha contra el abuso sexual infantil se ha convertido en una de las grandes batallas políticas que está librando la comisaria de Interior de la UE, Ylva Johansson. Su propuesta incluye una medida polémica para combatir ese delito: la posibilidad de escanear las comunicaciones vía WhatsApp o en las redes sociales para detectar la pornografía infantil. El Parlamento Europeo ha rechazado la inclusión de esa parte en la legislación europea y a los 27 se les está atragantando encontrar una posición común precisamente por ese artículo. Las víctimas de abusos sexuales han elevado la presión para que la UE mantenga esa premisa para combatir los abusos sexuales a menores online y han presentado más de medio millón de firmas (541.401) para secundar la norma.
Los expertos en privacidad o derechos humanos sostienen que el escaneo de las comunicaciones digitales choca con el derecho a la privacidad. Esa fue la posición que finalmente se impuso en la Eurocámara, que rechazó el escaneo de los mensajes. “No se puede escanear de manera general la red ni tampoco abrir puertas de atrás en el cifrado”, defendió el ponente de la norma, Javier Zarzalejos (PP europeo).
Ese posicionamiento ha caído como un jarro de agua fría en las organizaciones de víctimas, como Iniciativa Justicia, que ha impulsado la recogida de firmas. Sólo en 2021 se detectaron en todo el mundo 85 millones de imágenes y videos que representaban abusos sexuales de niños.
“El 80% de los europeos apoya mi propuesta”, ha dicho Johansson en un acto en el que se han entregado simbólicamente esas rúbricas, organizado por Renew Europe (el grupo liberal). La comisaria ha reprochado a sus críticos que no quieran hablar de abuso sexual y se limiten a hablar de privacidad. Y ha agradecido a las víctimas que eleven su voz ante las instituciones europeas.
Es lo que han hecho este miércoles en el acto en Bruselas. “Me prometí cuando me quería morir que seguiría viva”, ha dicho entre lágrimas Scharliina Erapuro, una de las supervivientes: “Estoy aquí, delante de vosotros para deciros que cuando alguien invade tu privacidad y tu cuerpo eso se queda ahí el resto de tu vida y nunca se va”.
“Soy consciente de las consecuencias que este tipo de delitos tienen”, ha explicado Juan Cuatrecasas, una de las víctimas, que ha relatado que sufrió ansiedad, no podía dormir e incluso trató de quitarse la vida a raíz del abuso perpetrado por un profesor. “Mentiría diciendo que está superado, porque la realidad es que día a día aprendo a vivir con ello, enfrentándome cada día a miedos y bloqueos. Imploro, desde aquí, a la Unión Europea una acción inmediata en favor de las víctimas y supervivientes de abusos en la infancia”.
Matthias Katsch, que hoy tiene 60 años y sufrió abusos de niño, ha advertido de que los abusadores están al frente del desarrollo digital. “Debemos encontrar formas de evitar la diseminación de imágenes. La UE debe servir para este proceso”, ha agregado antes de señalar que entiende la posición de los activistas de derechos humanos o la privacidad, pero les ha enviado un mensaje: “Están preocupados de que las tecnologías puedan utilizarse erróneamente, pero entonces pido a la comunidad tecnológica que proponga procedimientos distintos”.
“Los valores en los que se basa Europa incluyen el respeto de la dignidad humana, la libertad y la igualdad; el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos. Por eso nos preguntamos: ¿No se aplican estos valores en Internet, donde los derechos de los niños se violan brutalmente todos los días?”, se ha preguntado Guido Fluri, presidente de Justice Initiative.
Un conflicto en la UE
El conflicto está abierto en el seno de la UE. El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que ha participado a través de un vídeo en el acto, ha mostrado su respaldo a las víctimas y se ha comprometido a seguir trabajando con “determinación” en la negociación de la nueva regulación. En la reunión con sus homólogos este martes, Marlaska aseguró que para la “presidencia del Consejo de la UE [España]” la posición del Parlamento Europeo “resulta a todas luces insuficiente”. No obstante, la negociación la pilotará a partir de ahora Bélgica, que tomará el testigo al frente del Consejo.
En esa cita, en la que Johansson explicó que el reglamento actual se prolongará en ausencia de un acuerdo, se constató la división. “La posición del Parlamento Europeo nos va a ayudar”, dijo la representante alemana: “Ha hecho grandes esfuerzos para conseguir llegar a un compromiso claro para que podamos luchar contra los abusos de los niños”. También el polaco expresó dudas respecto a que la legislación vaya “demasiado a lejos” respecto a compartir información digital y abogó por solicitar recomendación a los servicios jurídicos del Consejo.