Que el venado, el jabalí o el corzo abatido con el rifle parezca dormido, no muerto. Tumbado en su entorno natural. Esta es una de las directrices destacadas que la organización de defensa de la caza, Fundación Artemisan, ha distribuido a los cazadores en una guía sobre uso de redes sociales publicada el pasado 17 de diciembre.
En medio de la campaña de defensa de la caza a la que se ha lanzado el Partido Popular, esta fundación ha elaborado una batería de medidaspara mejorar la imagen del sector que pide a los aficionados a la hora de exhibir sus fotos después de la cacería: “Coloca al animal en una postura natural, como si estuviera dormido. Rodeado de plantas del ambiente que lo rodea y evitando en lo posible posturas que muestren heridas o sangre”. Artemisan ha contestado a eldiario.es que “en toda Europa el respeto a la pieza es importante, y cada vez que se abate una pieza hay un ritual de respeto mediante el cual al animal se le coloca en este tipo de postura”.
La videoguía conforma en gran medida un compendio para alejar esta actividad de lo que suene a violencia. Así, insiste: “Evita las fotos sobre cemento o lonas de plástico con abundante sangre. Y las fotos y vídeos de las juntas de carne”. Estas “juntas” son el momento en el que se alinean, por ejemplo, todas la piezas abatidas en una montería: hileras de docenas de venados o docenas de jabalíes. En en el glosario cinegético, lo llaman formar “la alfombra”, un tapiz confeccionado con las reses cazadas en la jornada.
La Fundación Artemisan se muestra preocupada por crear en la sociedad una percepción de la caza “más acorde con el nuevo relato que debe construir en el siglo XXI”. Los rótulos del vídeo que subrayan las imágenes rezan: “Conservación, empleo, economía”. De esta manera pide a los cazadores que difundan contenidos que den “una imagen positiva y responde a los ataques”. La guía considera que “es imprescindible que el sector gane presencia en twitter”. ¿El motivo? “El uso que los movimientos animalistas hacen de imágenes sacadas de contexto”. La fundación quiere que los cazadores cuiden la imagen porque “hay gente esperando para sacar de contexto y utilizar en tu contra determinadas imágenes”, han contestado a este medio.
Perros despeñados: la peor publicidad
“Evita en lo posible la difusión de imágenes y vídeos de lances y escenas que pienses que alguien que no sea cazador no entenderá”. La frase encaja con la interpretación que se ofreció desde el sector cinegético al episodio vivido el pasado noviembre: un vídeo mostraba cómo una docena de perros y un venado caían por un barranco durante una montería. El vídeo había sido grabado y distribuido por uno de los cazadores.
El autor de las imágenes mostró luego su arrepentimiento en un canal cinegético mediante un mensaje al que tuvo acceso eldiario.es, pero achacó la polémica a la ignorancia de los demás: “Siento enormemente el daño irreparable que he causado a esta, nuestra afición, que amo. Jamás pensé que algo así tuviera semejante trascendenciasobre todo cuando puede llegar a manos de gente tan ignorante que no saben de lo que hablan, solo les lleva el partidismo interesado que les hace ganar votos usando lo que sea y a quien sea”.
El vídeo obtuvo una difusión enorme y puso el foco sobre la propia variedad de caza con rehalas de perros (las monterías), las condiciones de su práctica y la crianza de los animales utilizados en ella. Las asociaciones de rehaleros están inmersas en una campaña para conseguir que Extremadura y Andalucía declaren estas actividades patrimonio cultural.
La fundación explica que su guía “es fruto de una reflexión muy anterior [a este vídeo] y en la que llevamos un año trabajando. Estaba preparada cuando surgió ese tema, y creíamos que no era el momento adecuado”.
Perros como mascotas y compañeros
Precisamente sobre los animales, el vídeo de Artemisan solicita que se envíen mensajes para asociar los perros de caza con los ejemplares de compañía al uso: “Muestra imágenes de tu perro fuera de la temporada de caza o fuera del campo. También ayuda a mostrar que nuestros perros no son herramientas de trabajo sino compañeros de vida”. Esta idea contrasta con las características que los expertos en comportamiento animal describen sobre los perros de jaurías de caza que no asimilan a mascotas. También se contradice con las excepciones que el sector estuvo a punto de conseguir en la firma del Convenio Europeo contra el Maltrato de Mascotas: admitir amputaciones de rabo y orejas por su carácter específico y distinto al del grueso de perros.
En este sentido una de las asociaciones insertas en Artemisa, la regional de rehalas, Arrecal, se oponía al proyecto de normativa sobre bienestar animal de La Rioja al redactar en un informe jurídico: “La alusión a la caza y la pesca está huérfana de justificación en una norma de bienestar animal, concepto concebido y originado en el ámbito de la producción animal y los animales domésticos”.
Artemisan desliza en sus consejos cómo eludir problemas si se lleva a menores a cacerías al solicitar: “Sé especialmente cuidadoso en la difusión de imágenes cinegéticas en las que aparezcan como acompañantes menores de edad”. No dice más pero las imágenes muestran la ilustración tachada de un niño con un trofeo al lado de la de un pequeño con prismáticos, aprobada. La legislación establece actualmente la edad mínima para utilizar armas de caza en los 14 años. Al ser preguntados por este paricular, la organización insiste en que “hay que cuidar la imagen de los menores en unas redes que al final tienen un carácter público”.
Otros mensajes que trata de inculcar la fundación mediante el uso de las redes sociales por parte de los aficionados son: “La caza es vida”, para enseñar labores de gestión de cotos o “la caza es más queel lance o la pieza abatida. Vuelca imágenes de la jornada de caza que muestren la convivencia: el desayuno conjunto, la espera en el puesto”.
Y, además, da unas indicaciones para debates o discusiones: “Evita siempre los insultos y amenazas. Cuida las formas. En los debates, guarda siempre las formas, no importa lo que te digan. Responde a los insultos con argumentos y a los ataques con ideas”. Contrasta con el encabezamiento que el director de la Fundación Artemisan, Luis Fernando Villanueva González, escogió para arrancar una carta abierta a la ministra de Transición Ecológica Teresa Ribera el pasado 10 de diciembre: “Querida, irresponsable e ignorante Ministra de Medio Ambiente”.