Médicos Sin Fronteras ha alertado sobre el estancamiento del descenso de las personas que murieron por causas relacionadas con el VIH: en 2019 fallecieron en el mundo 770.000 personas, solo 30.000 menos que en 2018, cuando fallecieron 770.000. Eso hace prácticamente imposible que se cumpla la meta que Naciones Unidas se puso en el año 2016, que era reducir las muertes a menos de 500.000.
Es resultado de un informe de la ONU, Actualización mundial sobre sida 2019, que se ha presentado este martes en Sudáfrica. Lo que dice es que el ritmo se ha estancado. En 2017 hubo 800.000 muertes. En 2016, cuando los Estados miembros se comprometieron a reducir la tasa al 50% en los siguientes 4 años, fueron 840.000.
“Uno de cada tres fallecimientos relacionados con el sida en el mundo se debe a la tuberculosis”, explica MSF. Entre el 15 y el 20% se deben a meningitis criptocócica, la segunda causa. Otras infecciones graves aunque curables que contribuyen a la mortalidad de las personas infectadas por VIH son neumonía por pneumocystis, neumonía bacteriana, sepsis, etc. “Sin embargo, se ha prestado muy poca atención a la detección y el tratamiento de las personas con VIH avanzado y al acceso al diagnóstico. Las pruebas y el tratamiento para muchas infecciones oportunistas están muy limitados”, explican.
Desde 2010 se han registrado “preocupantes incrementos” de las infecciones por VIH en zonas como Europa del Este y Asia central, los países árabes o Latinoamérica, detalla el informe. En el mundo hay actualmente 37,9 millones de personas contagiadas y solo dos de cada tres tienen acceso a antirretrovirales.
El informe de la ONU da una panorámica “macro, a nivel mundial y con foco en áreas y regiones del globo”, pero no a nivel nacional. ONUSIDA no trabaja en España, por lo que no aporta datos en concreto del país. Entre 140.000 y 170.000 personas viven con VIH en España. El último informe sobre vigilancia epidemiológica del VIH y Sida en España, publicado en 2018 por el Ministerio de Sanidad, cifra que entre 140.000 y 170.000 personas viven con VIH en nuestro país, pero no da datos acerca de la mortalidad. Sí que en el periodo 2011-2017, la neumonía por Pneumocystis jirovecii fue la enfermedad definitoria de sida más frecuente (28,4%), seguida de la tuberculosis de cualquier localización (20,6%) y de la candidiasis esofágica (12,6%).
“Mientras que hay dos millones de personas más que reciben hoy un tratamiento antirretroviral, todavía queda mucho por hacer para frenar las infecciones mortales relacionadas con el VIH/sida”, dicen desde MSF con carácter general. “En los hospitales apoyados por MSF en la República Democrática del Congo, Guinea, Malaui entre otros lugares, se producen muchas muertes dentro de las 48 horas posteriores al ingreso”, recoge la nota de Gilles Van Cutsem, coordinador de grupo de trabajo de VIH/sida de MSF.
“Las muertes se deben principalmente a un retraso en el diagnóstico, la interrupción del tratamiento y el fracaso virológico e inmunológico entre las personas que han recibido tratamiento para el VIH con anterioridad”, explica el comunicado. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más del 30% de las personas que inician el tratamiento contra el VIH en todo el mundo padecen la enfermedad en un estadio avanzado con supresión inmunológica grave, “lo que las pone en un riesgo muy alto de infecciones oportunistas y muerte”.
Otro objetivo de la ONU para 2020 era que el 90% de las personas que viven con el VIH conozcan su estado, el 90% de los que son VIH positivos estén tratándose con antirretrovirales y el 90% de las personas en tratamiento tengan una carga viral indetectable. En los países en los que trabaja MSF, “a menudo faltan herramientas de diagnóstico como el recuento de linfocitos CD4, que se necesita para diagnosticar la enfermedad avanzada del VIH”. Tampoco las pruebas de TB Lam y CrAg LFA, que proporcionan un diagnóstico rápido de la tuberculosis y la meningitis criptocócica, en centros de atención primaria.