23 muertas en lo que va de año. Una pesada realidad que ha sobrevolado el último debate en el Congreso, pero que no ha sido suficiente para conseguir un pacto entre las fuerzas políticas para luchar contra la violencia machista. El PP ha votado en contra de “garantizar una dotación presupuestaria suficiente” para la lucha contra esta lacra que sí apoyaban todas las demás fuerzas parlamentarias.
Sí se aprobó por unanimidad otro de los puntos incluidos en la moción impulsada por la Izquierda Plural: “evaluar el grado de implementación y cumplimiento” de la ley vigente, por lo que se insta al Gobierno a garantizar “la participación y colaboración” entre las administraciones, los organismos gubernamentales y las asociaciones de mujeres.
También recibió el visto bueno el punto que propone “garantizar la continuidad de las políticas locales dirigiodas a fortalecer redes efectivas de coordinación entre asociaciones de atención, servicios sociales e igualdad y demás agentes territoriales”.
Además de su voto negativo al punto que proponía “poner a disposición los recursos públicos necesarios para prevenir, detectar y actuar sobre las causas estructurales de la violencia machista”, el PP rechazó también “promover los cambios legales para garantizar la protección de los colectivos especialmente vulnerables”, como prostitutas, víctimas de trata o inmigrantes.
Pero esta ha sido la parte más sosegada del debate, en la que la diputada ecosocialista Laia Ortiz, encargada de defender la moción, ha subrayado que su objetivo es poner en primer plano del debate una “lacra social y una vergüenza para la democracia” como es la violencia machista.
Ortiz ha recordado que en España hay más de dos millones de mujeres que han sufrido violencia de género, y ha denunciado que crece la desigualdad en este terreno. También ha criticado que los recortes sociales, tanto laborales, en sanidad o educación, afecten especialmente a las mujeres.
Un acuerdo imposible en plena precampaña
¿Ustedes creen que las víctimas se merecen este espectáculo, esta maravilla de circo?“. El reproche del portavoz del PNV, Joseba Aqirretxea, se oyó alto y claro. Pero no sirvió para que PSOE y PP lograran rebajar el grado de tensión en el debate, en plena precampaña de las elecciones europeas.
Todos los grupos han reclamado un acuerdo urgente y han pedido a los dos partidos que aparquen sus diferencias por razones electoralistas. Han exigido “voluntad política” para actualizar, revisar y reformar la ley de 2004 dado que, a la vista de los datos, no está funcionando. También han coincidido en que el problema no se resuelve únicamente con más recursos presupuestarios –aunque todos denunciaron los recortes que ha hecho el Gobierno del PP en este terreno– sino potenciando las políticas de igualdad como base para erradicar la violencia de género.
Carmen Montón, en nombre del PSOE, ha reprochado al PP que no quisiera apoyar su proposición no de ley señalando que “sobran motivos” no solo para llegar a un Pacto de Estado, sino también para abrir una Comisión no permanente en el Congreso al estilo de la que ya existe en la Cámara sobre del Pacto de Toledo, de Seguridad Vial o de Cambio Climático. “¿Es que la violencia de género merece menor consideración? ¿Qué es lo que les molesta? ¿Acaso que sus conclusiones vayan a tener carácter vinculante? ¿Qué miedo tiene el PP cuando nos llama a un espacio oculto que no puede conocer la ciudadanía y nos pide confianza?”, preguntó en el pleno Montón al PP.
La portavoz socialista recordó que cuando se aprobó la ley en 2004, durante el Gobierno de Zapatero, se alcanzó un amplio consenso social y político, “pero Rajoy lo ha abandonado bajo la excusa de la crisis”. También criticó que se haya recortado el presupuesto en un 18% “desmantelando la red social” que ya había montada en las diferentes administraciones para la protección a las víctimas. Un desmantelamiento que en opinión de Montón, “no es solo presupuestario sino también ideológico”.
No obstante, y pese al duro contenido crítico de su intervención, Montón aseguró que el PSOE “no busca la contienda política” porque la violencia de género “está en una situación de emergencia”.
Una mano tendida, pero poco
Llegado su turno, la portavoz del PP, Marta González, también hizo alguna declaración de “mano tendida”, argumentando que a la sociedad lo que le gustaría ver es “un mensaje de unidad”, aunque solo se quedó en eso. La popular negó que Rajoy haya modificado “nada”. “Al menos por ahora”, matizó. También rechazó la propuesta de crear un nuevo foro de trabajo argumentando que ya hay grupos en ambas Cámaras que están trabajado hace meses en la mejora de las políticas tanto de Igualdad como de Violencia de Género. González recordó a Montón que con la normativa de 2004 y la dotación económica que durante varios años se la atribuyó, tampoco se pararon las muertes de mujeres, por lo que no ve “relación directa” entre una cosa y la otra.
En nombre de UPyD, Tony Cantó animó a ambos grupos a aparcar las diferencias con “valentía politica” y a “pisar charcos”. Y al PP le animó a que “deje el rodillo de la mayoría absoluta en casa y trabajemos sin apriorismo y sin líneas rojas”.
Desde ERC, Joan Tardà manifestó su apoyo a las políticas que mejoren la situación de las víctimas pero rechazó la propuesta socialista de alcanzar un Pacto de Estado porque lo considera “absurdo, ridículo y patético”. Tardá instó al Gobierno simplemente “a cumplir la ley, porque es su deber hacerlo”.
Ascensión de las Heras, en nombre de Izquierda Plural, exigió al Gobierno un cumplimiento “continuo y comprometido” sobre Violencia de Género y avanzar en un acuerdo político, “da igual cómo lo llamemos”.
Al final, el PP se negó a sumarse a la enmienda transaccional pactada por PSOE, ERC, Izquierda Plural y CiU, que fue luego apoyada por todos los demás grupos, en la que, entre otras cosas, se pide “recuperar la inversión en políticas de igualdad y de lucha contra la violencia de género”, así como la creación de una Comisión no Permanente para el Seguimiento y la Evaluación de las actuales leyes. El resultado fue que la enmienda fue rechazada gracias a la mayoría absoluta del PP.