¿Por qué se relaciona el conejo y los huevos de Pascua con Semana Santa?

La Semana Santa es una celebración de temática religiosa, pero sucede con Navidad, los dulces y alimentos típicos se han hecho un hueco en esta festividad, y en Pascua son habituales los establecimientos y locales que veden huevos cocidos pintados o de chocolate, así como muchos dulces con forma de conejo, siendo uno de los símbolos de estas fechas.
El origen de la tradición relacionada con los huevos y el conejo de Pascua, muy extendida sobre todo en los países anglosajones y germánicos, se considera incluso anterior a la celebración de la Semana Santa como la conocemos actualmente, pues se relaciona directamente con las costumbres paganas anteriores a que surgiera el cristianismo.
El origen de la tradición de los huevos de Pascua
Y es que, en culturas paganas, como el Antiguo Egipto ya se utilizaba el huevo como un símbolo de fertilidad, renacimiento y esperanza, y por eso los vaciaban y pintaban con el objetivo de ayudar a las mujeres a quedarse embarazadas, en una tradición que se daba en el tiempo de la primavera, algo que también se relaciona con los persas.

De hecho, esta característica de ver los huevos de Pascua como una representación del inicio de la vida es lo que hizo que en el cristianismo se ligara con la resurrección de Jesucristo y el cuerpo redondo simbolizara el sepulcro vacío.
La actual tradición de decorar los huevos de Pascua se relaciona con la Semana Santa desde la Edad Media, en el que en países como Alemania y Austria se extendió la costumbre de adornarlos con detalles religiosos para luego regalarlos y esconderlos para que los niños los intenten encontrar.
El conejo de Pascua como símbolo de la celebración
Los huevos de Pascua no son el único símbolo que ha llegado a la Semana Santa y que procede de cultos paganos, pues lo mismo sucede con el conejo, que se tiene como el animal que caracteriza la fertilidad y el renacer.
Esto provendría directamente de la mitología germánica, en la que el conejo y la liebre se creían animales de abundancia y fertilidad, es por ello por lo que se ha usado en la celebración de la Pascua, como deseo de buena suerte y prosperidad.
Así es como se dio el personaje del Conejo de Pascua como el que visita los hogares durante la noche para esconder los huevos decorados o de chocolate en el jardín o parque, para que los niños luego vayan en la caza de estos.
La primera referencia al conejo en la celebración de la Pascua se considera en el siglo XVII, cuando escritos alemanes hacen mención al ‘Oschter Haws’, un personaje con forma de este animal que entregaba huevos a niños que se habían portado bien.
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