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Un estudio sobre pornografía revela la preocupante cantidad de jóvenes que se sienten atraídos por las violaciones

Una advertencia en un sitio web sobre que el contenido es para mayores de 18

Eleanor Ainge Roy

The Guardian —

Más de un tercio de la pornografía consumida en Nueva Zelanda incluye actividad sexual no consensuada, ya sea con coerción real o representada como una ficción. Esto es lo que concluye un estudio llevado a cabo por la oficina del principal censor del país. Es el primer informe de este tipo para analizar los hábitos de consumo pornográfico de Nueva Zelanda.

El censor David Shanks aseguró que las conclusiones del estudio son importantes porque cada vez en mayor medida los jóvenes usan internet como su primera y principal herramienta para aprender sobre sexo y muchos de ellos aplican lo que han visto a su propia vida sexual.

Si bien en general los adultos tienen la suficiente experiencia como para tratar la pornografía como lo que es –una fantasía–, los jóvenes no. “Para los jóvenes, o la gente con afinidad hacia la coerción, encontrarse repetidamente con vídeos en los que ”no“ se convierte en ”sí“ puede ser problemático”, remarca.

“A menudo los vídeos con este tipo de contenido comienzan con uno de los miembros de la pareja, generalmente la mujer, en estado reticente, diciendo que no quiere tener sexo, pero esa resistencia inicial es vencida con insistencia y una sutil presión por parte del hombre. Entonces se muestra a la mujer disfrutando del encuentro sexual. En el 99% de los vídeos se encuentra placer por parte de la mujer”, explica Shanks. Grupos de defensa de los derechos de las mujeres de Nueva Zelanda dicen que cada vez más a menudo los jóvenes perciben actos sexuales extremos como normales, en gran medida por la popularidad y predominio de este contenido en la pornografía.

El Gobierno de Nueva Zelanda está intentando restringir el acceso a la pornografía en Internet. El próximo año se presentará en el Parlamento un proyecto de ley al respecto. La ministra de Asuntos Interiores, Tracey Martin, ya había anticipado que sería una “prioridad” para este Gobierno poner límites al acceso que tienen niños y jóvenes a contenido perjudicial en internet.

El informe publicado este jueves ha sido elaborado por la oficina del censor principal, un departamento gubernamental que analizó los 200 vídeos más populares durante el año pasado en el sitio Pornhub. Concluye también que el 10% de los vídeos incluyen alguna escena de agresión física y el 9% contiene lenguaje despectivo.

“Si bien muchas personas remarcan que este 10% es mucho, y yo estoy de acuerdo, este nivel es mucho menor que el que indican varios estudios internacionales”, afirma Shanks. El censor también califica de “muy problemático” el hecho de que casi la mitad de los vídeos contenían actividad sexual entre familiares no sanguíneos, a menudo mostrando desequilibrio de poder y actividad no consensuada. “En estas escenas, el rechazo inicial o la reticencia de un miembro de la pareja a menudo se superaba con insistencia o presión por parte del otro miembro”, añade.

Solo se encontró actividad sexual afectuosa en un cuarto de los vídeos y solo en el 3% de ellos se utilizaba condón. “Con este trabajo, queda claro que la pornografía ofrece un modelo muy pobre para las generaciones jóvenes que están desarrollando su comprensión del consentimiento y de qué es una relación sexual sana”, sostiene Shanks. “Necesitan un verdadero contrapunto para los argumentos ficticios y confusos que ofrece la pornografía”.

Traducido por Lucía Balducci

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