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Zuckerberg llega al Parlamento Europeo, contesta a lo que quiere y se va

El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, junto al presidente del Parlamento Europeo, el italiano Antonio Tajani.

Carlos del Castillo

  • Zuckerberg ha utilizado su visita a la Eurocámara para pedir perdón y proponer más autorregulación para superar el escándalo de Cambridge Analytica, como lleva haciendo meses

La emboscada que los eurodiputados habían preparado para Mark Zuckerberg les ha salido por la culata. El fundador y director ejecutivo de Facebook ha contestado este martes a las preguntas del Parlamento Europeo en relación al escándalo sobre la filtración de datos personales a Cambridge Analytica y la manipulación de procesos electorales, pero el tipo de comparecencia que la cámara comunitaria ha elegido para interrogarle le ha permitido evadir las cuestiones más espinosas para su compañía.

La constatación de que Zuckerberg iba a salir de la Eurocámara sin contestar a varias de las preguntas más pertinentes ha provocado protestas airadas en gran parte de la bancada. La manera que ha utilizado el popular Antonio Tajani, presidente del Parlamento Europeo, para finalizar la sesión (“Yo me quedaría, pero el señor Zuckerberg tiene que coger un avión”) y emplazar al joven empresario estadounidense a contestarlas por escrito resume una comparecencia donde lo más reseñable no han sido sus respuestas sino las intervenciones de los eurodiputados.

Los políticos europeos querían demostrar que habían hecho sus deberes y conocían la problemática, al contrario de sus homólogos en EEUU. Han atacado a Facebook por su situación de monopolio; por la opacidad de su algoritmo y su negativa a hacer transparente su mecanismo de funcionamiento; y por los problemas estructurales de privacidad que explotó Cambridge Analytica, que no tienen tanto que ver con esta empresa sino con el propio diseño de la red social.

Los eurodiputados incluso han criticado la hipocresía de Zuckerberg por utilizar su alegato inicial en la Eurocámara para pedir perdón y proponer como solución una mayor autorregulación. Algo que, le han recordado, lleva haciendo 14 años. En lo que también supone una diferencia con los políticos estadounidenses (y españoles) ninguno se han mostrado obcecado en profundizar en la narrativa de la injerencia rusa.

No obstante, si la reunión debía ser “el punto de partida para diseñar un nuevo modelo de gobernanza de las plataformas digitales”, como ha expresado Tajani en su introducción, esa gobernanza se basará en que los gigantes digitales escucharán lo que tenga que decir el poder político y luego lo aplicarán como mejor consideren. Es lo que ha hecho Zuckerberg con las preguntas que se le han planteado: en vez de hacer que contestara una por una, los eurodiputados han formulado todas seguidas y le han permitido que las agrupara y contestara a conveniencia.

Obviamente, Zuckerberg ha pasado de puntillas o ignorado las que más le incomodaban. Ante las protestas, se ha comprometido a “responderlas por escrito” en los próximos días. Podía haber sido peor, puesto que en un principio la comparecencia iba a ser a puerta cerrada. Debido a las numerosas críticas, la Eurocámara (o mejor dicho, la Conferencia de Presidentes de ésta, un órgano que integra a los líderes de cada grupo y no a todos los eurodiputados) ha pedido permiso a Zuckerberg para retransmitirla por los canales oficiales.

Las (pocas) respuestas de Zuckerberg

Sobre esa nueva regulación de los gigantes digitales que está por llegar, Zuckerberg ha expresado que “es necesaria, inevitable”. “La cuestión no es si necesitamos una nueva regulación, sino cuál es la regulación correcta. No puede limitar la libertad de desarrollo, como la inteligencia artificial. Esperamos esa conversación”, ha dicho. Teniendo en cuenta que sus lobbistas intentaron torpedear y retrasar lo máximo posible la nueva protección de datos europea que entra en vigor este viernes, cabe preguntarse cómo está pensando Zuckerberg participar en esa conversación.

En las preguntas que ha elegido contestar, el fundador de Facebook ha contrapuesto las bondades de su herramienta a las críticas que le emitían los eurodiputados. “Ayudamos a líderes como todos ustedes a conectar con sus votantes”, ha expuesto en la respuesta sobre la atomización de la opinión pública y manipulación de procesos electorales en su plataforma. “Hay 70 millones de pymes que nos usan para crecer. 18 millones de ellas en Europa. La mitad nos han dicho que gracias a Facebook han podido hacer contrataciones. Estas empresas han podido alcanzar herramientas avanzadas de mercadotecnia gracias Facebook”, ha argumentado ante las acusaciones de monopolio.

Más allá de eso, Zuckerberg ha expuesto la batería de propuestas que lleva meses intentando colar en los titulares para hacer olvidar lo ocurrido con Cambridge Analytica y los rusos. Miles de contrataciones de moderadores para controlar los discursos de odio y las noticias falsas, así como una gran inversión en inteligencia artificial, que se harán en sus sedes europeas. También ha prometido cumplir rigurosamente el nuevo Reglamento de Protección de Datos a partir del viernes. No era esperable un compromiso más laxo por su parte, puesto que la nueva norma contempla multas de hasta el 4% de la facturación global para quien se lo salte, aplicables desde el día uno.

Su intervención completa en el Parlamento Europeo

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