Cada año, las principales empresas de tecnología convocan eventos multitudinarios donde anuncian sus principales novedades, aunque en ocasiones los cambios no son celebrados por todos. Un estudio publicado por Greenpeace junto a iFixit, una web colaborativa de manuales de reparación de productos electrónicos, detalla cómo algunas empresas deberían esforzarse más para posibilitar la reparación de sus dispositivos.
Según señala a eldiario.es María José Caballero, encargada de la campaña de Greenpeace en España, “el objetivo es luchar contra la obsolescencia programada que nos obliga a consumir de forma compulsiva”. La organización pretende reducir la creciente suma de residuos electrónicos y defienden que “no hay mejor móvil o portátil que el que tienes ahora mismo, el cual puedes conservar para preservar el planeta”.
En la página del estudio recopilan productos de 17 marcas diferentes, cada uno de ellos con una puntuación basada en cuatro áreas: si permite sustituir la batería, la posibilidad de reemplazar la pantalla, la necesidad de herramientas especiales para abrirlo y la disponibilidad de piezas de repuesto.
Gráfico: estadísticas de Greenpeace y iFixit recogidas por Statista
“Mejorar la reparación de los productos electrónicos es algo que es posible y a lo que las marcas deberían dar prioridad en su diseño de producto. Un primer paso hacia ello sería que todas las marcas siguieran las huellas de Dell, Fairphone y HP y que hagan disponibles manuales de reparación y repuestos”, añade en un artículo Gary Cook, analista del sector de tecnología en Greenpeace, haciendo referencia a los fabricantes que obtuvieron una mejor nota.
Microsoft es una de las señaladas por los datos de este estudio. La tablet Surface Pro 5 tiene la puntuación más baja en el ranking, ya que no permite cambiar la batería ni la pantalla cuando presentan algún problema. Tras conocerse el informe, Microsoft ha respondido mediante un comunicado oficial asegurando que “Surface está fabricado por profesionales y destinado a ser reparado por profesionales”. Añaden, que “Surface está compuesto de componentes de alta calidad y respaldamos nuestra garantía y los materiales de vanguardia utilizados para crear dispositivos potentes y únicos”.
Samsung es otra de las compañías peor valoradas tanto en el análisis del Galaxy S8 como en el de la Galaxy Tab S3. eldiario.es ha intentado contactar con la compañía para conocer su valoración de esta campaña, aunque de momento no hemos recibido respuesta.
Apple, una de las peor valoradas
“Es cierto que Apple se ha comprometido a mejorar muchísimo todo lo que tiene que ver con la reparación de sus productos. Pero, a día de hoy, lo que tiene en el mercado no es posible repararlo. Sale entre las peores valoradas. De hecho, los Macbook y los iPads no se acercan ni de lejos a un aprobado”, apunta María José Caballero.
Entre otras cosas, los dispositivos de Apple son denunciados por no ser modulares, una característica valorada de forma positiva por el movimiento ecologista. Sin embargo, diseñar gadgets fragmentados por diferentes partes va en contra de la tendencia a desarrollar productos cada vez más finos y compactos.
“El diseño compacto nos permite fabricar productos que no solo son bonitos, delgados y potentes, sino que también pueden durar muchos años. Cuando se necesitan reparaciones, los proveedores autorizados pueden garantizar la calidad y seguridad de las reparaciones”, explica Apple en declaraciones remitidas a eldiario.es.
“Cuando los productos alcanzan el final de su vida útil, Apple se hace responsable de reciclarlos de manera segura y responsable”, continúan.
Sin embargo, Greenpeace no cree que su diseño justifique el escaso margen para la reparación. Como afirma la responsable de la campaña, “no creo que a nadie le importe si su móvil es dos o tres milímetros más ancho, son modas a las que las empresas nos llevan para que consumamos sin pensar. No solo es la estética, ni la propia tecnología, sino la ética”.
No ocurrió así cuando Greenpeace destacó a Apple como la empresa tecnológica más verde del mundo por usar energías renovables en sus instalaciones. De hecho, la compañía de Cupertino tiene en marcha un proyecto con el que pretende lograr que toda su cadena de suministro pase a proceder de energías renovables para dejar de explotar recursos de la Tierra.
“Seguimos invirtiendo en formas aprovechar materiales de nuestros productos, como Liam, nuestra línea de robots de desmontaje. Asimismo, también permitimos que nuestros clientes puedan devolver sus dispositivos a través de Apple Renew, nuestro programa de reciclaje”, defiende Apple en su declaración.
Sin embargo, para Greenpeace esto no es suficiente y anima a la compañía a facilitar la reparación de sus productos para, según la ONG, proteger el planeta. Como añade Caballero, “estamos tratando que las empresas no puedan basarse en un solo elemento para catalogarse como las más sostenibles. Todo el trabajo que ha hecho Apple por ello es magnífico, pero cuando miramos la posibilidad de reparar algo de la marca, esta sale muy mal parada. Greenpeace no tiene amigos ni enemigos, pero cuando no das la posibilidad de cambiar la batería del móvil estás haciendo las cosas mal”.
El índice de reparación, ¿eficaz para medir la vida útil?
“No estamos valorando cuánto dura un dispositivo, sino cuánto de reparable es para así alargar su vida”, apunta Caballero. Lo que pretende el informe de Greenpeace es denunciar a aquellas empresas que no ofrecen un servicio de reparación adecuado y que, precisamente por ello, obligan a los usuarios a hacerse con nuevos dispositivos perjudicando el medio ambiente. “Al utilizar el mayor tiempo posible los aparatos electrónicos y al arreglarlos cuando se rompen, ayudamos a preservar los recursos finitos del planeta”, añade la responsable de Greenpeace.
No obstante, que un teléfono tenga un bajo índice de reparación no significa que este vaya a durar menos tiempo. De hecho, como muestran en un gráfico de Unity, actualmente la mayoría de dispositivos activos con iOS instalado son iPhone 5S, un modelo lanzado por Apple en 2013.
La obsolescencia programada continúa preocupando a quienes intentan preservar un gadget y ven cómo en poco tiempo disminuye su vida útil. Esto puede ser porque, como apunta el informe de Greenpeace, la empresa diseña un producto difícil de reparar. Pero también existen varios factores, como la calidad de los materiales o el soporte para actualizaciones de software, que determinan el rendimiento y la seguridad del sistema.