“Falta apoyo a los 'whistleblowers' por parte de los Gobiernos y la sociedad civil”

En 2015, Jeffrey Sterling, un exagente de la CIA que había demandado a la agencia por discriminación racial, fue condenado a más de tres años de cárcel por revelar información clasificada a un periodista de The New York Times. El reportero, James Risen, había escrito un libro en el que explicaba el plan de la CIA para sabotear el programa nuclear iraní. Pese a la presión del Departamento de Justicia, no descubrió a su fuente. Pero la justicia decidió que Sterling, que sí había revelado previamente al Senado su preocupación sobre esa operación secreta, era culpable.

Reporteros Sin Fronteras señaló que Sterling era “la última víctima de la guerra contra los informantes”: su condena se basaba en “pruebas circunstanciales”, como el intercambio de correos electrónicos y llamadas con Risen de los que no se supo el contenido. Delphine Halgand era directora de la oficina en Estados Unidos de esa ONG por entonces y trabajó para pedir que Obama dejara libre al exagente, que hace poco pasó de la cárcel a un centro de reinserción.

“[La condena] estaba basada en el hecho de que mantenían conversaciones, pero no había pruebas de que Jeffrey le diera información confidencial a James. Estaba impactada por ello y sentía que era profundamente injusto”, cuenta Halgand a eldiario.es, criticando que pocos se preocuparon después por la situación de Sterling. “Por ese caso supe de primera mano cómo los whistleblowers carecen por completo de apoyo”.whistleblowers

Esta periodista, que trabajó como corresponsal para medios como Le Monde, ha sido directora de Reporteros Sin Fronteras en Norteamérica durante más de un lustro. Apasionada por la defensa de la libertad de prensa (lanzó campañas como #FreeAustinTice #FreeAustinTicepara pedir la liberación del periodista secuestrado en Siria en 2012), comenzó a preocuparse por defender “nuevos retos de la libertad de prensa”.

“Sabemos simplemente mirando a las noticias que hay más y más irregularidades que conocemos gracias a los whistleblowerswhistleblowers, que en muchos casos acaban enfrentándose a consecuencias legales, físicas o psicológicas”, defiende.

Ahora, ha abandonado ese puesto para apoyar la creación de otra organización sin ánimo de lucro: es la directora ejecutiva de The Signals NetworkThe Signals Network, un proyecto nacido hace unos meses con el objetivo de promover la transparencia, la rendición de cuentas, el periodismo y el whistleblowing.

Protegiendo a los 'whistleblowers'

Esta ONG ha lanzado un programa de protección a los informantes en Estados Unidos y Europa, especialmente en Francia, Reino Unido y Alemania. La red de expertos que han creado en diferentes partes del mundo podrá proporcionar a determinados whistleblowers asesoramiento legal, ayuda de especialistas en seguridad online para proteger su privacidad, consejo psicológico o un servicio para gestionar su relación con medios. También se ocuparán de luchar por una protección mayor para los denunciantes en diferentes países.

“Actualmente falta apoyo a los whistleblowers en todo el mundo, y esta ausencia proviene de los gobiernos, pero también de la sociedad civil”, opina. Ella misma nos relata un ejemplo reciente de la “dura” legislación y la falta de concienciación sobre la importancia de los denunciantes.

La excontratista del gobierno Reality Winner se acaba de declarar culpable por proporcionar un informe de la NSA a The Intercept que detallaba los intentos de ciberatacantes rusos para injerir en las elecciones estadounidenses de 2016. Con ello, ha llegado a un acuerdo con el Departamento de Justicia por el que tendrá que pasar otros cinco años entre rejas (lleva uno en prisión). “[La injerencia en las elecciones] es un tema del que hablamos con frecuencia pero creo que una minoría de estadounidenses conoce a Reality Winner”, critica Halgand.  

Por eso, The Signals Network también nace con el objetivo de “cambiar la imagen pública de los whistleblowers”whistleblowers“, que en muchas ocasiones sigue siendo negativa pese a la importancia de sus filtraciones. Aun así, el hecho de que hasta la revista Time nombrara el año pasado a las denunciantes de diferentes casos de acoso sexual como ”Persona del año“ hace pensar a esta defensora de los denunciantes que la situación va cambiando poco a poco.  

“Lo veo como un signo de que los whistleblowers se están empoderando y de cómo están cambiando la sociedad.whistleblowers Espero que The Signals Network pueda ser parte de ese cambio para ayudar a la gente a entender cómo los whistleblowers están teniendo un papel positivo en la sociedad”.

Una red de protección para los informantes

El filántropo y emprendedor francés Gilles Raymond (creó el agregador de noticias News Republic) decidió hace unos meses impulsar esta suerte de “red de seguridad de denunciantes”. Además de Halgand, que trabaja a tiempo completo en The Signals Network, otros reconocidos expertos de diferentes campos se han unido a la iniciativa como parte de su junta directiva o de asesores.

William Bourdon, un abogado y activista conocido por su labor en el campo de los derechos humanos, Emma Daly (directora de comunicaciones de Human Right Watch) o Ben Wizner (abogado de la Unión Americana por las Libertades Civiles, ACLU, y letrado de Edward Snowden) son algunos de los miembros de The Signals Network.

La organización cuenta con la experiencia que proporcionan informantes como Antoine Deltour, el filtrador de LuxLeaks que recientemente ha sido reconocido como whistleblower por la justicia luxemburguesa tras una larga batalla judicial y que ocupa el cargo de tesorero de la organización.

Del consejo asesor también forma parte John Kiriakou, un exanalista de la CIA que confirmó que Estados Unidos usó la tortura que simula el ahogamiento (el waterboarding) para interrogar a los presos de Al Qaeda, unas revelaciones por las que también fue a la cárcel. Gracias a esa variedad de perfiles, Halgand defiende que tienen “un espectro total de comprensión y perspectiva sobre el problema del whistleblowing.whistleblowing

La batalla de nuestros datos

Apoyar la colaboración de medios internacionales para realizar investigaciones y descubrir amenazas a la democracia, la libertad y la justicia es otra de las misiones de The Signals Network.  Por ello, se han asociado con medios de diferentes países (de momento, el británico The Daily Telegraph, el alemán Die Zeit,  el francés Mediapart y el estadounidense The Intercept y WikiTribune) para realizar una investigación global sobre el “mal uso del big data”big data“, un tema con un impacto global y ampliamente debatido tras el escándalo de Cambridge Analytica que ha provocado un terremoto en Facebook. 

Estos medios investigarán otros casos y han comenzado a pedir la colaboración de whistleblowers que conozcan empresaswhistleblowers que estén usando los datos contra el interés público. Mientras tanto, The Signals Network proporcionará protección y apoyo a los denunciantes que lleguen hasta a ellos a través de esos socios, además de ofrecer su red de contactos a otros informantes que hayan revelado irregularidades en otros medios.

Ahora bien, los objetivos de esta ONG son más ambiciosos y pretende en un futuro ofrecer más recursos a los whistleblowers además de expandirse a otros paíseswhistleblowers. La protección de los denunciantes “es un largo juego, un juego que se está jugando en diferentes frentes y en diferentes niveles al mismo tiempo”, según Halgand.

Además de aportar su granito de arena con su trabajo en The Signals Network, también cree que es necesario una mejora de la legislación tanto a nivel nacional como a nivel global. “La situación es mala en cualquier lugar”, opina.

Respecto a Estados Unidos, cree que su situación fue “terrible” durante la Administración Obama: fueron enjuiciados ocho whistleblowers por filtrar secretos violando la Ley de Espionaje de 1917, si bien el expresidente conmutó la pena a Chelsea Manning poco antes de marcharse de la Casa Blanca. Pero en opinión de Halgand, “la situación está incluso volviéndose más salvaje ahora con Trump”.

En cuanto a Europa, aunque esta activista destaca que casos como el de Deltour demuestran que también hay una “persecución legal” y que aún hay mucho que hacer, cree que la propuesta de directiva europea para proteger a los denunciantesdirectiva europea es un “paso en la buena dirección”.

El trabajo de The Signals Network, la nueva ONG para defender a los whistleblowers que esta luchadora por la libertad de prensa dirige, es también un paso en el camino para conseguir que los denunciantes que intentan fomentar un mundo más justo con sus revelaciones se enfrenten a menos obstáculos. “Indudablemente los whistleblowers son una parte crucial de una sociedad transparente [...] y lo que necesitamos es darles más apoyo porque necesitamos más whistleblowers”whistleblowers.

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Las imágenes son propiedad de The Signals Network (1), Comité de Apoyo a Antoine Deltour (3) y Parlamento Europeo (4)