Facebook cumple 18 años este 2022. Casi dos décadas en las que las redes sociales han pasado por múltiples etapas y cada vez quedan más lejos aquellas fotos cutres y sin retocar, subidas por usuarios que no eran expertos en iluminación, composición ni edición de imágenes digitales. Hoy dominan los filtros de Instagram y la inteligencia artificial de TikTok. BeReal, la red social que ha triunfado entre los más jóvenes este verano, quiere oponerse a todo eso.
“BeReal es como la vida misma, y esta vida es sin filtros”, explican desde esta plataforma francesa creada en 2020. Su funcionamiento es sencillo: solo permite subir una imagen al día, en un momento aleatorio desconocido por el usuario. La app envía una alerta y da dos minutos a sus miembros para fotografiar lo que están haciendo con una imagen doble de las dos cámaras del teléfono, selfie y frontal a la vez.
“Es hora de ser real”, dice esa notificación. La idea es imposibilitar que la foto esté muy pensada y preparada, que pueda hacerse en el sitio instagrameable de moda o que se modifique con filtros u otras herramientas de edición, porque no hay.
La plataforma solo permite compartir esas imágenes con los amigos (contactos con el número de teléfono guardado en la agenda), por lo que tampoco se puede formar comunidades con miles de seguidores. “BeReal no te hará famoso, si quieres convertirte en influencer puedes volver a Instagram y TikTok”, desafía la app. Nada de marcas, nada de publicidad y nada de contenidos prefabricados.
Si no se publica la foto del día, el sistema no permite ver o comentar las que han subido el resto de personas. Las del día anterior se eliminan automáticamente. Esta particular mecánica ha convertido a BeReal en una de las apps más descargadas del mes de julio a nivel mundial, llegando a ocupar el primer puesto en la App Store de EEUU. Ahora, el debate es si va ser el siguiente boom después de TikTok o si se trata de una moda pasajera.
Éxito juvenil
Como casi siempre, los primeros en llegar a esta nueva red social han sido los más jóvenes. “Los chavales, los más adolescentes, están buscando su sitio. Lo que ha pasado con TikTok es lo mismo que pasó con Facebook, o con Tuenti, que les vamos echando. Ellos empiezan en una red social, pero luego aparecemos los mayores y se la fastidiamos”, expone Fátima Martínez, consultora especialista en redes sociales.
“A ellos les gusta explorar y encontrar espacios nuevos. En TikTok ya hay mucha gente mayor, ya no es una cosa de niños. Ellos siguen con sus bailes y haciendo trends, pero lo que está claro es que esa posición de TikTok como app joven ha pasado a mejor vida y ahora BeReal está teniendo mucho éxito en ese papel”, continúa. Oficialmente, la edad mínima para abrir una cuenta son 13 años.
Lo que está claro es que esa posición de TikTok como app joven ha pasado a mejor vida y ahora BeReal está teniendo mucho éxito en ese papel
Se trata de una evolución natural de este tipo de plataformas. TikTok, que utilizó al público juvenil para popularizarse, se esfuerza ahora en recalcar que esa etapa ha concluido: según sus datos, un 32% de sus miembros está entre los 25 y los 34 años y otro 35% tiene más de 35. Es lo que más interesa a nivel comercial, ya que esos públicos y su mayor poder adquisitivo resultan mucho más atractivos para las marcas que quieren publicitarse en su plataforma.
Entre los más jóvenes éste ha sido el verano de BeReal. La “autenticidad” que enarbola casa muy bien con las vacaciones, ya que permite publicar fotos haciendo cosas diferentes o en lugares distintos, así como ver qué es lo que están haciendo tus amigos. ¿Será sostenible esa mecánica cuando vuelva el colegio y el instituto? “Yo no lo creo”, confiesa Martínez. “Pero con estas cosas nunca se sabe, podría consolidarse como un reto diario”, dice.
Una mecánica nueva, pero ¿sostenible?
BeReal basa su leitmotiv en ser la anti-red social, lo que no es óbice para que siga el manual clásico sobre cómo poner en marcha plataformas nuevas. Además de difundirse entre estudiantes, más abiertos a buscar nuevos espacios, busca explotar la originalidad que se genera a través de una restricción creativa. Poder subir solo una foto al día y tener dos minutos para ello, fuerza a los usuarios a explorar nuevos formatos de la misma forma que el límite de 140 caracteres del Twitter original o el minuto de duración de los vídeos de TikTok. Son límites que las plataformas tumban una vez que conforman una comunidad de usuarios adaptada a sus códigos.
A esto BeReal suma la ola de rebeldía contra los contenidos impostados que se han adueñado de las redes sociales. Propone una vuelta a los orígenes, cuando todo estaba menos preparado y la audiencia eran los amigos y familia, no el mundo entero. Otra propuesta refrescante para ponerla de moda, pero que genera algunas dudas a los expertos en el largo plazo, que señalan que el mundo ya no es el mismo de hace 15 años.
“Son muchos los que se apuntan a utilizarla bajo la excusa de mostrar en redes un mundo más verídico, menos impostado. Pero la mayoría de ellos han abandonado la tiranía del postureo, por la tiranía de una app que supuestamente de manera aleatoria te pide que muestres dónde estás y cómo estás sea donde sea”, dice Carlos Guadián, consultor tecnológico.
En este momento, BeReal renuncia expresamente a la publicidad como parte de su estrategia de no ser “la típica red social”. Ahora, su objetivo es expandirse y la monetización queda en un segundo plano. Pero si se consolida, llegará la hora de pensar en cómo monetizar la plataforma. Sin anuncios y sin influencers atractores de masas, su materia prima es la vida real y “auténtica” de sus usuarios.
La vida real
“Bajo la excusa del ser auténtico, ser real, estos le están mostrando sus verdaderas vidas. A mí me produce desconfianza pero multitud de usuarios, sobre todo gente joven, se han lanzado a una app que parece que les pone un reto delante y que van hacia él de cabeza. ¿Que estoy en el lavabo? Sin problemas. ¿Que estoy comiendo una hamburguesa cutre? Sin problemas. ¿Que estoy en un atasco? Sin problemas. Una manera eficaz de acabar con el postureo, pero también una manera fantástica para obtener más y mejores datos de los usuarios con su total colaboración”, recalca Guadián.
BeReal tiene una pestaña llamada “Discovery” que permite ver la imagen diaria que han subido usuarios alrededor del mundo. Es sencillo comprobar que, entre las fotos que se comparten en la plataforma ,abundan las de otras personas que estaban con los usuarios cuando la app envió la notificación. Muchas veces en sus casas, en el coche o incluso en vestuarios.
“A mí me da un poco de miedo, porque con lo salvajes que están los chavales pueden hacerse fotos de cualquier tipo. Entre eso y que solo se puede subir una foto, es fácil que se te olvide que esa app está ahí. Yo no le veo demasiado futuro”, concluye Fátima Martínez.