Que lo que es ilegal en la vida real lo sea también online. Ese es el espíritu de la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés) que aprobó la UE hace unos meses y que entró en vigor en agosto y es el paraguas bajo el que la Comisión Europea está tratando de poner coto a la desinformación o la difusión de contenido ilegal en redes sociales como X (antes Twitter) o las plataformas de Meta, pero también para acabar con la venta de productos ilegales. El gobierno comunitario ha reclamado explicaciones a la plataforma china de venta online AliExpress sobre las medidas que ha puesto en marcha para acabar con la venta de falsificaciones y, en concreto, de medicamentos.
La Comisión Europea da de plazo hasta el 27 de noviembre para que la plataforma de venta online le dé explicaciones. En base a su respuesta, el gobierno comunitario analizará si las medidas son suficientes o si es necesario iniciar una investigación formal. La infracción de la DSA puede suponer multas de hasta el 6% de la facturación total de la compañía.
“La ley no trata sólo de discursos de odio, desinformación y ciberacoso. También está ahí para garantizar la eliminación de productos ilegales o inseguros vendidos en la UE a través de plataformas de comercio electrónico, incluido el creciente número de medicamentos y productos farmacéuticos falsos y potencialmente mortales que se venden online”, señala el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton.
La nueva normativa comunitaria obliga a las grandes plataformas digitales a llevar a cabo “la evaluación y mitigación de los riesgos relacionados con la difusión de contenidos ilegales y nocivos y cualquier efecto negativo en el ejercicio de derechos fundamentales”.
El pasado año, la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) introdujo por primera vez a AliExpress en el listado de Mercados Notorios para la Falsificación y la Piratería que elabora anualmente desde 2011.