En Her, Joaquin Phoenix hablaba con su ordenador a través de un pequeño auricular que encendía o apagaba según la necesidad que tuviera de escuchar la voz de Scarlett Johansson. Aunque los HERE tengan una letra más que el título de la película dirigida por Spike Jonze, lo cierto es que su compañía desarrolladora ha ideado un dispositivo que bien podría ser el antecedente: unos auriculares para sintonizar el mundo que nos rodea. Una conversación aburrida a tres bandas puede convertirse en un solo de guitarras eléctricas encendiendo los Here Active Listening. Aunque también mejoran la calidad de la música que escuchemos...
Todo empezó como una iniciativa de crowdfunding, en junio de este año. La compañía se envalentonó después de vender 300.000 unidades de sus auriculares DUBS en solo nueve meses, por lo que lanzó una acción más ambiciosa -y más extraña- en Kickstarter. Los Ear Plugs prometían reducir el volumen del sonido sin sacrificar la calidad del mismo. Estaban diseñados ergonómicamente, con una forma nunca antes vista en el resto de auriculares del mercado. Ahora, 17 millones de dólares en beneficios les avalan.
Así que en Doppler Labs se pusieron manos a la obra y pidieron ayuda en forma de crowdfunding para desarrollar una versión 2.0 de sus Ear Plugs. “Los auriculares HERE han sido presintonizados para captar unas frecuencias específicas, así puedes escuchar el mundo de la manera que debería ser escuchado”, asegura la compañía. Un mes y 635.189 dólares después, gracias a 2.855 mecenas, los primeros prototipos estarán listos en los próximos días. Sin cables y recargables en su propio estuche, que no ocupa más que un mechero.
Los Here Active Listening son como el pinganillo de Theodore (Phoenix), al menos en forma y diseño. Se sitúan más cerca del futuro aséptico de la película que del presente obsoleto que nos rodea. Los auriculares, además de servir para escuchar música, funcionan a través de Bluetooth y está diseñados para que sean ellos los que escuchen por ti. Con la ayuda de una aplicación de desarrollada por la compañía, los dos pequeños dispositivos -aseguran sus desarrolladores- “permitirán ajustar el volumen, el ecualizador y los efectos del mundo que te rodea”. Ese mundo que nos rodea, en el que hay voces humanas, pájaros que cantan, turbinas de avión que colapsan la cabeza. Por todo eso, ahora esto.
La conexión total pasa por la oreja
Un bar en calma. La luz tenue, la gente hablando a susurros. HERE es capaz de convertirlo en un masificado estadio de fútbol, con gritos, vendedores de perritos calientes y el continuo zumbar de los altavoces. Otro filtro de la aplicación consigue añadir un retraso a todo lo que se escucha. “Nuestra meta, con toda la humildad del mundo [es] crear algo a caballo entre los Beats y las Google Glasses”, dice Noah Kraft, CEO de Doppler Labs, la empresa desarrolladora de los auriculares DUBS y ahora, de los HERE.
Algo más de 50 privilegiados han podido comprobar ya las virtudes de lo que podrían ser los Oculus Rift auditivos. Entre esas personalidades se incluyen ingenieros de Apple, Nest, Nike, Amazon o Microsoft, entre otros. Kraft quiere introducir un paradigma en el que los ordenadores funcionen a través de la voz, como en la película El juego de Ender o, más recientemente, en la ya mencionada Her. Aunque Siri (Apple) o Cortana (Microsoft) ya existan, lo cierto es que -aún- no tienen nada que ver con los sistemas inteligentes que se presentan en cada película.
Las primeras 5.000 unidades de los HERE irán destinadas a productores musicales como Mark Ronson, Tiesto, Hans Zimmer o Quincy Jones. El diseñador de los auriculares, Jacob Palmborg, asegura que hay que verlos como si fueran “una parte de tu vida” en vez de como “una capa que te separe de interactuar con otras personas”. La película de Jonze presenta una humanidad enganchada, conectada 24 horas al día a Internet a través del pinganillo. La historia se muestra así, ya empezada: ¿quién sabe si el precedente fue un auricular como el de Kraft?