Se acaba el estado de alarma. Al margen de la situación sanitaria y económica, en un plano mucho más superficial y asociado a la cultura de Internet, muchas personas se preguntan: ¿qué será de nuestras vidas ahora que no vamos a ver tan a menudo a Fernando Simón? Por si acaso, ciertas personas se ocupan de seguir recordándonos que el portavoz científico del Gobierno en esta pandemia se ha convertido en un icono pop de Internet.
Esta semana supimos que un joven de Valencia se había tatuado la cara de Fernando Simón acompañada del mensaje F*cking Master y declaraba en una entrevista: “Para mí no es un tema político. Yo no quiero entrar a debatir si ha hecho un buen trabajo o no en su gestión de la pandemia. Fernando Simón ha sido el símbolo de este confinamiento”. Por otro lado, en redes y WhatsApp este vídeo corría como la pólvora:
El creador de este vídeo es conocido en redes como Sagutxu Films y prefiere mantenerse en el anonimato. Nos cuenta lo que muchas personas se han podido preguntar. ¿Cómo se lleva a cabo un vídeo de estas características? “La búsqueda de palabras no tiene mucho misterio, hay que buscarlas, una por una, en algunos casos por sílabas. No es un proceso que se pueda hacer automáticamente (...). Cuando el idioma de la canción es distinto al de los vídeos originales, las cosas se complican un poco más”.
El proceso de búsqueda es diferente en cada caso, pero lo que es seguro es que es un trabajo artesano: “El tiempo de cada vídeo depende de cómo sea la canción, la duración, la letra... Con el de Fernando Simón estuve unas tres semanas”. De hecho, justo en el esfuerzo que se le presupone a buscar minuciosamente sílabas y palabras una a una para poder componer la canción es donde probablemente reside uno de los componentes de la viralización: “Creo que ese es un poco el atractivo del resultado, pensar en lo laborioso que habrá sido hacerlo”, nos comenta el creador.
Convertir a Fernando Simón en cantante de Junco no es el único experimento que puede encontrarse en el canal de Sagutxu Films. En los últimos meses ha publicado un total de nueve vídeos entre los cuales podemos ver a Arnaldo Otegi cantando “Que Viva España” de Manolo Escobar, Pablo Casado cantando “Sarri Sarri” de Kortatu, Santiago Abascal cantando “Maquillaje” de Mecano, Gabriel Rufián cantando “Despacito”, el rey Felipe VI cantando “Mola Mazo” de Camilo Sesto o Antonio Daimiel cantando “Hay un amigo en mí” de Toy Story. De hecho, el periodista deportivo felicitó al creador del vídeo por Twitter: “Impresionado por el curro que habéis hecho!!”
El origen de todos estos vídeos parte del interés del creador en aprender la técnica sonora que es aplicada en las canciones que hace: “Nunca había usado software de autotune. De hecho todo esto empezó porque quería aprender a usarlo. Empecé a echarle horas el año pasado. La motivación principal es que estoy disfrutando haciendo estos vídeos, tengo ganas de seguir aprendiendo”, nos comenta su creador.
El autotune es un efecto de distorsión vocal que lleva años usándose en la industria musical. Su origen se encuentra unos años antes de que se popularizara masivamente gracias a 'Believe' de Cher. La historia de su invención esconde una anécdota curiosa: el geofísico Harold Andy Hildebrand se la contó a eldiario.es hace unos años: “La idea de Auto-Tune nació en 1995, durante la feria musical de NAMM en Anaheim (California) y mientras almorzaba con algunos amigos y colegas del trabajo, la mujer de uno de ellos comentó lo estupendo que sería fabricar un aparato que le permitiera cantar con buena entonación”.
Años después, el Autotune se ha convertido en una herramienta propia que usan muchísimos músicos a propósito y como recurso estilístico, pero esta 'democratización del tono' ha provocado que a partir de discursos orales no pensados para la música hayamos podido escuchar canciones creadas desde ellos: del famoso 'Bed-Intruder' (2010) de Gregory Brothers, que ya cuenta con casi 150 millones de reproducciones en Youtube, a los más recientes vídeos del creador español Iván Lagarto.
El creador de Sagutxu Films reconoce que el origen de los vídeos no tiene que ver con la política: “No tengo un grandísimo interés por la política (...). No hice los vídeos con intención de transmitir un mensaje filosófico profundo ni nada parecido”. Pero reconoce estar sorprendido con la acogida: “Lo de las redes ha sido una pasada”. Además de su próximo vídeo, las redes también esperan ya la siguiente muestra creativa en torno a Fernando Simón. ¿O se acabará el hype cuando deje de aparecer tanto en la tele?