Un hombre de 32 años ha sido detenido en Salamanca cuando fue a denunciar que un hacker le había robado el dinero. Según fuentes de la investigación, él mismo confesó que había pagado 90 euros a otro hombre para que accediese al teléfono y a las redes sociales de su expareja, pero que una vez hecha la transferencia, el hacker le chantajeó pidiéndole 500 euros más bajo la amenaza de contárselo a su expareja y a la policía.
Espiar las comunicaciones es un delito recogido en el artículo 18 del Código Penal, que regula el secreto de las comunicaciones y el derecho a la intimidad. Por eso, los agentes de la comisaría procedieron a la detención del hombre salmantino: estaba incurriendo en un delito al intentar espiar a su expareja.
El denunciante, que mantuvo una relación de seis años con la víctima hasta el pasado enero, se encuentra detenido. La investigación permanece abierta para intentar identificar y detener al presunto hacker.