La portada de mañana
Acceder
El Gobierno da por imposible pactar la acogida de menores migrantes con el PP
Borrell: “Israel es dependiente de EEUU y otros, sin ellos no podría hacer lo que hace”
Opinión - Salvar el Mediterráneo y a sus gentes. Por Neus Tomàs

¿Qué hay detrás de la absurda moda de reparar objetos con fideos instantáneos?

Todo empezó en TikTok a mediados de mayo, esa red social china plagada de vídeos de gente haciendo playback de sus canciones favoritas. Pero el usuario Xiubandrng no se ha hecho famoso por cantar, sino por reparar cosas con comida. Sus hits incluyen la restauración de un lavamanos con noodles, la total regeneración de una sandía (también con noodles) y la reparación de un agujero en el parquet con cáscaras de huevo.

El modus operandi del usuario chino es simple: compra un paquete de fideos instantáneos, encuentra una superficie que necesite ser reparada y la restaura. Primero mete los noodles a golpes dentro del agujero (sin cocer), después echa el condimento, luego pone pegamento (una mezcla de agua y cianoacrilato), espera a que se seque y lo lija hasta dejarlo con la forma que tenía el objeto originalmente. Luego echa laca, pintura o barniz (según el tipo de objeto que se trate) y termina enseñando a cámara un pulgar hacia arriba.

Las visitas de sus vídeos se cuentan por miles. Han trascendido más allá de TikTok y se han vuelto virales. En Twitter y en Facebook la gente alucina con el que algunos llaman “el hormigón del futuro”; otros directamente no se creen nada. En YouTube incluso hay cuentas dedicadas a monitorizar la actividad del chino en TikTok para volcar después allí los vídeos.

El usuario chino tiene decenas de vídeos reparando cosas, pero ninguno está grabado en una sola toma. Todos tienen cortes que aceleran el proceso, aunque no por ello dejan de ser menos realistas: Xiubandrng ha reparado piezas de madera con cigarrillos y pintura, reposabrazos de sofás con arroz y lavamanos del baño con noodles.

En el macroforo de Internet Reddit también hay un hilo dedicado a todos aquellos que hacen de reparar cosas con comida un arte. Está quien repara la tapicería de un coche con pasta de dientes o una mesa de mármol con galletas Oreo; pero sin duda el material favorito son los noodles chinos. Funcionan tanto para rellenar un agujero en la carrocería de un coche como para unir el mango de un martillo partido por la mitad.

Fenómeno viral hasta en España

Los imitadores de Xiubandrng se cuentan por cientos y YouTube es una buena prueba de ello. En nuestro país no ha surgido muchos, pero se lleva la palma el vídeo que hace varias semanas publicó en su canal Jordi Cruz, el expresentador del mítico programa de televisión Art Attack. Continuando con la tradición DIY (Do It Yourself - hazlo por ti mismo), Cruz tiene un perfil en la plataforma de vídeos llamado Brico Attack, en el que ha cambiado las manualidades infantiles por las domésticas.

“Funcionar, funciona; según lo que uno entienda por el concepto de funcionalidad”, explica a eldiario.es el expresentador. Cruz ha reparado una taza con noodles en uno de sus últimos vídeos, en lo que ha sido un intento para demostrar si la técnica es útil o no. “Tampoco es un descubrimiento del siglo XXI: si coges mucho SuperGlue y lo tiras por encima de algo, al final se va a quedar pegado”, continúa.

Aunque consiguió restaurar la taza que él mismo rompe al principio del vídeo con un martillo, Cruz considera que los vídeos que circulan por Internet se guardan algo: “Cogen un mazacote de fideos, lo tiran encima y ¡pum! Ya está. Y parece que les queda perfecto”, explica. En su experimento lo intenta de dos formas diferentes: primero mete los fideos en la taza casi enteros, como muestran la mayoría de clips relacionados con el tema, pero no le funciona porque no se pegan. Después lo vuelve a intentar, pero machacando los fideos con un mortero y convirtiéndolos casi en polvo. Esta es la técnica ganadora.

“No me pareció algo complicado, pero el lijar sí lo es”, continúa Cruz. “Soy muy fan de las soluciones orgánicas o creativas a la hora de arreglar cualquier tontería”, concluye el expresentador, que asegura que no volverá a intentar ningún tipo de reto relacionado con la comida. “Esto era por pasar un buen rato. Simplemente surgió”, se despide aquel que marcó a toda una generación de artemaníacos.