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Amazon mete en su cesta los dominios .book, .author y .read

Imagínese por un momento que un dominio de Internet importante y genérico como .com sea comprado por una gran corporación internacional para su uso exclusivo. Parece una película de ficción no exenta de ingredientes como conflictos, tramas, estrategias, intereses. Pero sin ir más lejos, aunque en menor escala, es lo que podría pasar si Amazon se hace propietaria de los dominios .book, .author y .read.

Es precisamente ese temor el que ha llevado a miles de autores, básicamente de Estados Unidos, a oponerse firmemente a que la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN) le conceda el privilegio a la compañía fabricante de las tabletas Kindle.

Toda esta semana la diatriba se ha instalado en los medios de comunicación de EEUU y no es para menos. El asunto puede llegar a ser tan peliagudo y a afectar intereses tan generales y sensibles que The Wall Street Journal ha consultado a sus lectores en línea si debe Amazon tener el monopolio de esos importantes dominios

Scott Turow, presidente del gremio que congrega a 8.000 autores estadounidenses, al oponerse a los planes de la ICANN, declaró tajante que “otorgar dominios tan genéricos a manos privadas es simplemente anticompetitivo, permitiendo a compañías ya dominantes y con buen capital expandirse y ampliar su poder en el mercado”.

Turow cree que “el potencial para el abuso parece ilimitado”, según lo reseña la edición online de la revista PC.

Otro gremio que ha tomado nota del caso es la Asociación de Editores Americanos (AAP, por sus siglas en inglés), que en un comunicado público colgado en su sitio advertía sobre la intención de Amazon para lograr sus objetivos comerciales.

El consejero delegado de la AAP, Allan Adler, declaró en la misma nota que “otorgar control exclusivo de un registro cerrado a una entidad, especialmente una compañía privada interesada únicamente en el dominio con objetivos comerciales hace un flaco favor a las intenciones más amplias del ICANN”.

La casa editorial Barnes & Noble comparte la preocupación. A principios de este mes hicieron llegar a la ICANN un documento en el cual cuestionan abiertamente que a “Amazon, el jugador dominante en la industria del libro, no se debe permitir que el control de los dominios de primer nivel, que les permitan controlar los términos genéricos de la industria de una forma cerrada con consecuencias desastrosas no sólo para la venta de libros, sino para el público estadounidense”.

En realidad, el ICANN tiene sus razones válidas para expandir los dominios. Hay más de 2.000 millones de usuarios en el mundo y apenas 22 dominios genéricos en uso, incluidos los más famosos como .com, .edu y .org. Parece lógico que se abran nuevas posibilidades para expandir la web con muchos otros dominios de primer nivel.

En efecto, no solamente la asociación está evaluando las peticiones de Amazon. Actualmente procesa un total de 2.000 nuevas solicitudes genéricas como .shop, para páginas de compra-venta, o .motorcycles, especializada en motocicletas.

Otras grandes corporaciones han también hecho su puja: Google, por ejemplo, ha pedido la propiedad de más de cien dominios, entre ellos, .google, .YouTube y hasta .lol, siglas que en inglés significan “reírse a carcajadas”. Atrás no se quedan Mitsubishi, IBM o Apple.

La película terminará de descifrarse el 23 de abril, de acuerdo con Fadi Chehade, el CEO de la ICANN citado hace tres días por Robert Cringely, un bloguero del sitio especializado en tecnología Infoworld.