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Brasil ya tiene su partido en red

El pasado fin de semana Brasil ha asistido al nacimiento de un nuevo partido político. Todavía no tiene nombre definitivo. Se llamará Rede Sustentabilidade (Red Sostenibilidad) o Rede (Red). Pero eso no importa. De momento, apenas es una red. Y una red relevante. Su cara más visible es Marina Silva, senadora del Partido Verde (PV) y ex ministra de Medio Ambiente en la era Lula. Marina Silva, un personaje popular que obligó a Dilma Rousseff a ir al segundo turno de las elecciones de 2014 al conseguir casi 20 millones de votos, ha lanzado un órdago. Ha insistido en que Rede no será un partido al uso, sino “una puerta para romper el monopolio que los actuales partidos ejercen en el Estado”.

Durante los dos días de la reunión de Brasilia, retransmitida en directo en Internet a través de RedeProPartido.com.br y ampliada en el hashgtag de Twitter #RedeProPartido, Marina Silva y los participantes han lanzado una auténtica bomba política. Frases afiladas, contundentes, impactantes.

“Queremos construir política en red” (...) “El partido tiene que ser también un movimiento y una plataforma” (...) “Incentivaremos la co-creación de nuevos instrumentos para el ejercicio de la democracia directa”.

Ideología

El manifiesto del partido y/o movimiento tampoco deja lugar a dudas. Sostenibilidad, otro modelo económico. Pero sobre todo otra forma de hacer política, de participar en ella: “Queremos construir una nueva fuerza política en red con la sociedad ”. Frases profundas. Frases-bomba. Frases, que en su mayoría, no han sido entendidas por los medios de comunicación clásico. Y es que Marina también ha puesto el dedo en el ojo de las viejas ideologías. Afirmando que el partido no es “ni de izquierda ni de derecha” Rede se coloca más cerca del 15M, de Occupy Wall Street o del Partido X de España que del Partido de los Trabajadores (PT) que gobierna Brasil.

De hecho, en un reciente artículo en la Folha de São Paulo titulado Emergencias, Marina Silva hace una mención directa a la global revolution: “En los nuevos movimientos de Egipto, España, Chile y Canadá, en las percepciones virales de internet, en las movilizaciones sin líderes ni organizadores, existe la misma característica. Las periferias cuestionan lo que antes era el centro de la realidad y se mueven para crear un mundo multicéntrico y diverso”. Este texto de Marina, directamente inspirado en mítico libro Emergencia de Steven Johnson, hace referencia a los nuevos fenómenos de redes, a la inteligencia colectiva que autogobierna los sistemas complejos, a los procesos no jerárquicos del software libre. Rede Sustentabilidad o Rede, partido o plataforma, está lanzando el globo sonda de un nuevo mundo. Pero los partidos clásicos y medios de masas parecen no haber entendido mucho. El influyente senador Cristovam Buarque, que también fue ministro en la era Lula, criticó de lleno el proyecto: “el partido va a empequeñecer a Marina, va a conseguir menos votos”. ¿Por qué la vieja política y medios han entendido tan poco de la propuesta de Rede?

Contexto de Red

La global revolution sorprendió a Brasil en un contraflujo: con crecimiento macroeconómico. Sin embargo, las redes de Brasil escucharon con curiosidad y respeto la Primavera Árabe, el 15M, Occupy Wall Street o #YoSoy132. Mientras Brasilia abraza el macrocrecimiento, las megapresas en la Amazonia y la construcción de automóviles, las redes van por otro lado. En enero de 2012, Porto Alegre realizó el encuentro Conexões Globais, con participantes de los movimientos de 2011 y cierto diálogo con el algo desinflado Foro Social Mundial. De hecho, una lista de correos (FSM-2011movements) creció exponencialmente desde entonces. Por otro lado, el Gobierno de Rio Grande do Sul - cuya capital es Porto Alegre - lanzó a finales de 2011, influenciado por el 15M y en la plataforma Propongo de TomalaPlaza.net, su Gabinete Digital. Con el lema Democracia en Red’, el Gabinete Digital proporciona un pionero espacio de diálogo entre gobernantes y ciudadanos.

Mientras los viejos partidos brasileños preparaban sus campañas municipales para octubre de 2011, el movimiento de software libre y la cultura digital de Brasil cocinaron de forma horizontal el Marco Civil de Internet, una ley para garantizar la neutralidad de la red. Y todo lo anterior inspiró y retroalimentó al autodenominado Movimiento Social de las Culturas, una heterogénea red de colectivos que empezaron a poner patas arriba la política, el activismo, la comunicación y la participación. Mientras Brasilia aprobaba leyes contra el medio ambiente como el Código Forestal, las redes promovían Facebookicidios (adandonar perfiles en Facebook) en apoyo a la perseguida tribu Guaraní-Kayowá. Mientras los medios de masa ignoraban el nuevo Cablegate de Wikileaks, la Pos.TV (una televisión online del colectivo Fora do Eixo) retransmitía en directo con récord de audiencia el #RodeaelCongreso del pasado 25 de septiembre de España. Mientras muchos alcaldes imponen leoninas prohibiciones en el espacio público, el país se llena de manifestaciones de mujeres casi desnudas, la marcha das vadias (algo así como la ´marcha de las golfas’). Mientras los medios apenas hablan de macropolítica europea, las redes se entusiasman con el nacimiento del Partido X en España (aquí un buen texto) o de las Candidatura d’Unitat Popular (CUP) en Catalunya.

Plaza rosa

El proceso en red de un nuevo deseo político ciudadano brasileño tuvo un punto álgido: el festival autoorganizado #ExisteAmoremSP. El pasado agosto, el candidato a la alcaldía de São Paulo del derechista Partido Republicano Brasileiro (PRB) tenía el 40% de las intenciones de votos en el primer turno. Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), aparecía en último lugar. Pero las redes, el Movimiento Social de las Culturas, colectivos, activistas, hackers, artistas, tomaron las redes. Y las calles. Organizaron dos mega festivales sin ningún tipo de apoyo público en la praça Roosevelt de São Paulo. El último, unos días antes del segundo turno de las elecciones, concentró a más de 20.000 personas. Para sorpresa de politólogos y de los viejos medios, el izquierdista Fernando Haddad ganó las elecciones. El lema #ExisteAmoremSP, con sus carteles remix en tonos rosas, casi ignorado por los medios brasileños y por los corresponsales, dinamitó los comicios. Para muchos, desde entonces, la praça Roosevelt es conocida como Praça Rosa. Una plaza, que hoy en día, está llena de skaters y asambleas streameadas al más puro estilo 15M.

El nacimiento del nuevo partido/plataforma Rede es la inercia natural de una era. De las redes. De los colectivos. Del deseo de un nuevo mundo más participativo y transparente. Cierto, Rede nace con contradicciones. ¿Es compatible el concepto red con un liderato concentrado en una cara tan conocida como Marina Silva? ¿Es suficiente con pedir transparencia en la financiación a los partidos o deberían apostar por prohibir de una vez el derroche de recursos del marketing político? ¿No bastaría con trabajar en red, co-crear un programa y publicarlo? Sin embargo, esas mismas contradicciones tal vez hagan que Rede transforme totalmente la política brasileña, continental y global. Si la Marina Silva super star fuerza de nuevo un segundo turno en las elecciones presidenciales, la democracia en red puede dejar de ser un imaginario utópico.

Foto: Fora do Eixo