Los anuncios conceptuales y la privacidad en Internet. El debate que nunca termina va a volver a girar sobre un asunto que no es nuevo, la intrusión de los robots de las compañías en los emails personales para ofrecer anuncios relacionados con el contenido de lo que llevan escrito. Google se ha enfrentado en numerosas ocasiones a esta polémica y va a volver a hacerlo porque Microsoft ha empezado una campaña contra su servicio basada en la denuncia de este uso comercial del correo privado.
En efecto, la publicidad que aparece en el contorno de la web de Gmail es seleccionada tras una búsqueda de palabras clave dentro del contenido de los correos. Además, con el cambio en la política de privacidad que se introdujo el 1 de marzo de 2012 la información sobre un usuario recopilada por varios servicios de la compañía se combina para dar resultados más precisos.
Pero no todos los usuarios son conscientes de esta forma de operar. Según un estudio patrocinado por Microsoft, más de un 70% de los encuestados dijo no saber que Google y otras compañías acceden a sus mensajes en busca de palabras clave, a pesar de que queda explicado en las condiciones de privacidad y uso.
Por si fuera poco, desde octubre de 2012, el robot de Gmail es incluso capaz de leer dentro de los archivos adjuntos al correo como documentos .doc o .pdf. Por tanto un documento sobre política en América Latina puede aparecer junto a un anuncio de vacaciones en Brasil.
Google responde que este proceso “es completamente automático y no involucra a humanos”. Además, se generan de forma dinámica y no están asociadas a ningún usuario en particular.
Todos los grandes servicios exploran el correo
Microsoft acusa a Google y al resto de competidores de colarse en el contenido para sacar rendimiento económico, pero su gran rival le responde que de una forma u otra la lectura de emails es una práctica común.
Sea o no para sacar provecho, los robots de cualquier gran servicio explora el correo en busca de spam, malware y otro tipo de contenido considerado como no deseado.
“Todos los servicios de correo principales, incluidos Hotmail y Yahoo!, escanean automáticamente el contenido del correo por el bien de sus usuarios”, dicen las condiciones de servicio utilizando ese lugar común tan repetido por quienes deciden por el resto. “Cuando los mensajes de correo están completamente protegidos de una revelación no deseada, el escaneo automático del correo no equivale a una violación de la privacidad”.
Las compañías se escudan en que al final todos los usuarios han aceptado las cláusulas de uso y han dado permiso a sus proveedores para entrar en los mensajes. ¿Y qué ocurre con los clientes de otros servicios de correo minoritarios que no siguen este comportamiento y que por tanto no han dado su aprobación a esta lectura?
En cualquier caso quien quiera dejar de aparecer en los productos de Google puede acudir a plataformas como Data Liberation Front para acabar con todo rastro.