La relación entre educación y cultura libre es inmediata. En ambos casos hablamos de sistemas de enseñanza-aprendizaje, de un conjunto de técnicas y herramientas para compartir conocimiento. Aunque por un lado tenemos conocimientos que se han venido formalizando con el paso de los siglos y, por el otro, un movimiento educativo nacido de Internet con sus propios usos y costumbres.
Para efectos de este artículo quiero enfocarme en esta nueva generación de herramientas culturales y su uso activo (crear y contribuir) más que el pasivo (buscar y reutilizar) en el salón de clases. La idea es fomentar en los alumnos competencias cruciales para un alumno nativo de las tierras digitales: colaborar en red, innovar a través de la copia y el remix, enseñar y aprender por igual, conocer y valorar puntos de vista opuestos.
En mi opinión, las escuelas (sobre todo las públicas) deberían fomentar el uso de algunas de estas herramientas de manera sistemática y formal, siquiera porque se trata de bienes comunes con un alcance global.
Wikipedia
No se trata de alzar a esta plataforma como fuente de verdades absolutas, sino como el mejor punto de partida en Internet para adquirir conocimiento (además de Google...). El valor de Wikipedia está en sus fuentes. Puntos extra al contribuir en la edición de artículos, crear clubes de wikipedistas en la escuela.
Wikisource
Poco conocida en relación a su hermana mayor, Wikisource es el mejor lugar para encontrar conocimiento original distribuido de forma libre, como ensayos y reportes de investigación. Puntos extra por contribuir a esta plataforma los mejores trabajos de investigación del semestre.
Wiki Commons
Wiki Commons es la opción definitiva para compartir imágenes con un licencia libre. Más aún, permite a los wikipedistas disponer directamente de un banco de imágenes para los artículos. Puntos extra al participar en concursos internacionales como WikiLovesMonuments.
Internet Archive
Este es el lugar para preservar la historia de Internet. Aquí encontramos audios, textos y vídeos. Puntos extras para escuelas de música y cine que preserven el trabajo de sus alumnos aquí.
GNU/Linux
No se trata de imponer un sistema operativo, sino de abrir los ojos a los alumnos de un mundo nuevo de posibilidades creativas a través del software. El acercamiento al software GNU y Linux debería ser experimental, orientado a proyectos, a conocer las comunidades que están detrás. Recomienda iniciar con Ubuntu o Linux Mint. En escuelas de ingeniería veo como casi una obligación académica probar una de esas distribuciones e ir más allá.
LibreOffice
De igual forma que el software GNU/Linux, usar LibreOffice como alternativa a suites de oficina como Microsoft Office, permitiría a los alumnos formarse con una idea más universal del software, con nociones en el uso de estándares abiertos e interoperabilidad que a la postre benefician a todos.
OpenStreetMap
Cualquier alumno pensará que Google Maps es mejor, sin embargo contribuir en la creación de mejores mapas para OpenStreetMap les otorgará una sensación de comunidad y colaboración que el primero no les da.
Python, Ruby y Scratch
Cuando sea el caso de programar, desde niños hasta adolescentes, Python y Ruby son excelentes lenguajes para comenzar. Con Python tenemos libros como Doma de serpientes para niños. Con Ruby tenemos el entretenido Hackety Hack. Todo es software libre. Puntos extra por enseñar a niños a programar y compartir sus creaciones en la comunidad en línea de Scratch.
Raspberry Pi
En escuelas con orientación tecnológica, una Raspberry Pi puede ser opción muy atractiva para acercarse al hardware abierto y al software libre y a una comunidad creciente de usuarios. Puntos extra para proyectos y guías de construcción subidos a la red como estos de MAKE Magazine.