Las sombras de Internet.org
Facebook lleva tiempo promocionando su proyecto Internet.org como una forma de proporcionar acceso a internet a grupos de población que de otra forma no podrían tener conexión. En los últimos meses la iniciativa ha tomado cuerpo y se está expandiendo. A medida que lo hace llueven las críticas.
La política de comunicación de Facebook ha sido anunciar Internet.org como una especie de obra filantrópica, aunque a estas alturas a nadie se le escapa que el propósito es expandir el negocio de la compañía. Dado que la red social parece a punto de tocar techo en los países desarrollados, hay que buscar usuarios en nuevos escenarios. Proporcionar conexión a un conjunto de servicios básicos de Internet (Wikipedia y páginas locales, entre otros), privilegiando el acceso a Facebook y a sus aplicaciones, es una forma de hacerlo.
El acceso a la red conlleva múltiples beneficios, pero como señalan desde la Electronic Frontier Foundation (EFF), existe el riesgo de que los pocos sitios webs que conformen Internet.org se conviertan en una suerte de gueto para los usuarios de los países sin recursos. Hay otros aspectos que levantan suspicacia en torno a la plataforma.
Inseguridad
El tráfico de los usuarios que accedan a Internet.org debe pasar a través de un servidor proxy. Algunos dispositivos, como los terminales Android, son capaces de crear conexiones cifradas HTTPS mediante la aplicación de la plataforma, sin exponer datos a Facebook o ser vulnerables a ataques tipo man-in-the-middle. Pero otros móviles más primitivos, que no pueden ejecutar la aplicación para Android, no soportan conexiones HTPPS y el tráfico tiene que pasar por el servidor proxy sin cifrar, según explica la EFF.
En la práctica esto significa que los datos que los usuarios envíen o reciban de los servicios de Internet.org podrían ser leídos por las autoridades locales o por agencias nacionales de inteligencia. Facebook ha aclarado que está trabajando en solucionar este problema, pero desde la EFF indican que es “extremadamente difícil desde una perspectiva técnica”.
El control de la plataforma
Recientemente Facebook publicó sus directrices para que cualquier sitio web pueda entrar en Internet.org. Se trata de una serie de criterios técnicos, pensados para que las páginas puedan funcionar tanto en smartphones como en móviles tradicionales. También están orientados a economizar en el consumo de datos, dado que se tratará de un servicio gratuito.
Algunas de los requisitos que las páginas web deberán cumplir son:
- evitar imágenes de más de 1Mb,
- evitar vídeos,
- no llevar Flash,
- tampoco estarán permitidas las llamadas VoIP
Sin embargo, otras normas no tienen un carácter técnico sino más subjetivo. Las webs, por ejemplo, deberán animar a la exploración de Internet.
Facebook, por supuesto, tiene la última palabra para la inclusión de servicios en Internet.org. Esto no solo levanta la suspicacia de que podría usar esta capacidad en su propio beneficio, en lugar de pensar en los usuarios. Además, la compañía se constituye en una especie de guardián del acceso a Internet que recibirán los usuarios de Internet.org, lo que desde la EFF ven como una invitación para que los gobiernos y grupos de presión centren en Facebook su lobbying, con el fin de favorecer sus intereses. Se facilitaría, por tanto, la censura online de este trozo de la Red que es Internet.org.
La privacidad es otra de las cuestiones que ha suscitado intensas críticas. Facebook recoge datos de un usuario cuando este instala o usa los servicios de Internet.org. La compañía aclara que podrá “compartir información como tu número de teléfono o el uso de datos con tu operadora móvil para poder proporcionar y mejorar nuestros servicios”. Sin embargo, también indican que cada operadora empleará esta información según sus propios términos de servicio, de los cuales Facebook se desvincula.
En una carta abierta a Mark Zuckerberg, 67 grupos pro-privacidad de diferentes países han dicho de Internet.org que es una “gran violación de la neutralidad de la red”. También han señalado que el proyecto amenaza la libertad de expresión, la privacidad, la igualdad de oportunidades y la innovación.
Negociaciones con gobiernos
Zuckerberg se ha reunido con presidentes de varios países para empujar Internet.org. En concreto hizo una ronda por Latinoamérica, que le ha llevado a hablar con los dirigentes de Guatemala, Colombia, Panamá, Perú, Argentina, Brasil o México, ha pedido el apoyo de las autoridades para llevar a cabo su proyecto.
Pero en estos países se han levantado protestas de grupos que no están de acuerdo con la tutela que ejercería Facebook sobre esta porción de la Red. Tampoco con la inversión que prestarían los estados, que ven en Internet.org una forma más barata de expandir el acceso a la Red. En India la convulsión ha llegado a tal punto que varios de los socios de Facebook en este país han abandonado el proyecto.
El sitio de las operadoras
Mark Zuckerberg es consciente de que no puede expandir Internet.org sin el apoyo de las operadoras. Incluso el futurístico proyecto Aquila, que proporcionaría conexión mediante drones, requiere de la colaboración de las operadoras. No todas están dispuestas a colaborar. El CEO de Vodafone Vittorio Colao dijo en su momento que no había ninguna razón para que tuviera que ofrecer su capacidad de red gratis. “Es como si Zuckerberg hiciera filantropía, pero con mi dinero”, afirmó.
Desde Vodafone España se reafirman en estas palabras, haciendo hincapié en la falta de modelo de negocio para las operadoras. El plan de Facebook sí contempla un modelo de negocio para las operadoras, aunque a largo plazo. La compañía cree que cuando los usuarios accedan a los servicios básicos querrán más y para esto tendrán que contratar una tarifa de datos.
Los responsables de Internet.org están haciendo ver que el negocio tradicional de las operadoras (las llamadas) se ha quedado obsoleto. Ahora el dinero está en los datos, así que la idea es acostumbrar al usuario a que los use para que esté dispuesto a pagar por ellos. Por eso, Internet.org ofrecerá Facebook, pero sin imágenes ni vídeos ni la posibilidad de pinchar en los enlaces. Cuando alguien quiera ver este contenido tendrá que pagar por ello.