Philae ha aterrizado con éxito en el cometa cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko en lo que es otro éxito de la investigación espacial, esta vez gracias a la ESA (siglas en inglés de la Agencia Espacial Europea). Es la primera vez que se consigue depositar un aparato construido por el ser humano en un cometa. Los cometas son restos de la formación del sistema solar con lo que su estudio permitirá obtener respuestas sobre su origen y el de la propia Tierra.
Durante 28 minutos, el tiempo en que sus señales tardan en llegar a la Tierra, los ingenieros de la ESA contuvieron la respiración. A las 17.03, hora española, obtuvieron la confirmación de que el módulo Philae había alcanzado la superficie del cometa, y se produjeron los tradicionales abrazos entre los miembros del equipo que realiza su seguimiento. “El problema del éxito es que parece fácil”, dijo sonriente el director general de la ESA, Jacques Dordain.
A 510 millones de kilómetros, había un problema, del que no se fue consciente hasta minutos más tarde. Los arpones con los que el módulo debe afianzarse en la escarpada superficie del cometa no se habían desplegado. Philae se sirve de momento sólo de los tornillos que se insertaron sobre el terreno. Los técnicos de la ESA se pusieron de inmediato a trabajar en una solución.
Siete horas antes, la sonda Rosetta había lanzado a Philae sobre 67/P Churyumov-Gerasimenko, a una distancia todavía de 22 kilómetros. La maniobra de separación, otro momento delicado, se había producido con éxito.
Rosetta se encontró en agosto con el cometa tras un viaje de diez años a través del Sistema Solar, de los que en dos estuvo en estado de hibernación, para estudiar su origen en un momento en que el cometa todavía no está activo porque se encuentra a una distancia de 450 millones de kilómetros del Sol. Desde su salida en 2004, Rosetta dio cinco vueltas alrededor del Sol, y realizó tres maniobras de asistencia gravitatoria con la Tierra y una con Marte para ganar velocidad.
El módulo tendrá una vida de unos tres meses, hasta que térmicamente no pueda aguantar, debido a su cercanía al Sol. Enviará su información a la Rosetta, incluidas fotos, y esta la transmitirá a la Tierra.
Philae cuenta con un taladro para sacar muestras directas y analizarlas en sus laboratorios químicos. Se encontrará con compuestos como el amoniaco, azufre o metanol, con hielo y polvo, además de agua (se estima que 67P/Churyumov-Gerasimenko está emitiendo agua al espacio en una cantidad equiparable a dos vasos de agua pequeños cada segundo).