“El 99% de personas no necesita un líder, necesita una herramienta para ponerse de acuerdo”. Esta es una de las frases que puede resumir el leitmotiv del encuentro que tuvo lugar ayer en Medialab Prado: crear una herramienta, o varias, para mejorar la democracia en red.
“Internet nos ha conectado a todos, pero hasta ahora no existía un mecanismo que consiguiera de manera eficiente que la gente tomara decisiones. Desde el laboratorio democrático pretendemos testear las nuevas herramientas y ponerlas en contacto”, explicaba uno de los organizadores.
La eclosión del 15M y del movimiento Occupy fue para muchos el empujón definitivo para intentar paliar los problemas que surgían de las asambleas multitudinarias que más tarde se trasladaban al mundo virtual.
¿Cómo superar la saturación de información en un proceso masivo de decisión? Internet planteaba además, otros escollos, principalmente tres:
Primero, una persona no puede hablar con mucha gente a la vez sin que sea un caos.
Segundo, tomar una decisión sobre una cuestión donde hay demasiadas opciones es muy complicado ya que cuesta integrar todas las posibiliades para hacer juicios. Y tercero, lo que denominaron la fatiga del votante. No se puede dedicar todo el tiempo y los recursos a estas cosas.
Con el fin de salvar estos obstáculos, facilitar la toma de decisiones en internet y pontenciar la e-democracia presentaron estas herramientas de inteligencia colectiva:
Incoma
Creada con la colaboración de Medialab Prado, esta plataforma permite visualizar las conversaciones en grafos que se mueven como un ser vivo en función de cómo se desarrollen las conversaciones. Los nodos aumentan según la importancia o apoyo que reciban y los colores ayudan a identificar rápidamente las propuestas, la temática o los giros que den las discusiones. La intención de los creadores de este software libre en estado beta es que alguien adopte el proyecto y les ayude a seguir desarrollándolo. “Hasta ahora solo nos han contactado de un instituto militar americano”, bromeaban completamente en serio.
Appgree
“¿Te imaginas una herramienta con la que se nos pudiera escuchar a todos? Nosotros sí”. Así describen este medio de comunicación social que permite conocer la opinión de cientos, miles o millones de personas sobre cualquier tema e identificar en segundos las propuestas más apoyadas por la mayoría con total transparencia. DemoRank es el algoritmo en que se basa la nueva aplicación. “Este nuevo algoritmo dará lugar a un internet donde los grupos puedan expresarse sin que exista un punto central”, explicaba Juan Morán, CEO y fundador de Appgree. La aplicación está para móviles, tablet y PC.
Agora voting
Se trata de un sistema de democracia líquida online. Primarias abiertas, consultas, elecciones, referéndums...agora voting ya ha sido utilizado de forma exitosa cuando tuvo lugar la votación por las enmiendas a la ley de transparencia. Era la primera vez que se ponía en marcha un proceso de Congreso abierto.“Con esta primera experiencia vemos que se pueden romper las barreras que hay en el Congreso. ”Los ciudadanos han podido votar por primera vez directamente en el Congreso. Por Internet: la propuesta es viable“ afirmaba a eldiario.es Eduardo Robles, uno de los técnicos del proyecto, el pasado septiembre.
Kuorum
Es una start-up social y tecnológica nacida con el fin de fomentar una democracia más participativa. En Kuorum la gente puede debatir sobre las votaciones del parlamento, y cuando hay quórum, es decir, acuerdo, se envía el resultado a los parlamentarios. Uno de sus fundaores contaba como surgió la idea: “Mientras estudiaba los principios de la democracia me di cuenta que hay dos muy importantes que muchos sistemas avanzados no cumplen, el de información y el de representatividad. Eso, unido a que las democracias modernas no están aprovechando el potencial de las nuevas tecnologías, fue el germen de la idea”.
Loomio
Tal vez la más veterana, esta plataforma ideada por Ben Knight en Wellington, Nueva Zelanda, también tiene su germen en el movimiento Occupy que tuvo lugar en esa ciudad. Su fundador, que se doctoró en evolución y comportamiento humano, se hizo una importante pregunta: ¿cómo es posible que a la especie humana le cueste tanto encontrar soluciones y tomar decisiones sobre los grandes problemas de hoy en día como el cambio climático o la pobreza? El chispazo saltó en 2011 y en menos de un año consiguieron 5.000 dólares por crowdfunding y que Enspiral, una red de empresas sociales de Wllington, les ayudaran.