La Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha incidido hoy en el importante papel que tiene la obesidad abdominal en la enfermedad cardiovascular, ya que las personas que la padecen tienen el doble de riesgo de sufrir un episodio de muerte súbita.
La organización cita, en una nota de prensa, un estudio publicado en la revista “Heart”, que demuestra que las personas con obesidad abdominal son más propensas a sufrir una parada cardiaca inesperada.
Este tipo de obesidad viene marcado por el índice cintura/cadera (ICC), que resulta de dividir el perímetro de la cintura de una persona por el perímetro de su cadera. Se considera obesidad abdominal cuando este valor es superior a 0,8 en mujeres y a 0,95 en hombres.
De los 14.941 participantes que incluyó el estudio y que fueron sometidos a diversos chequeos médicos durante 12 años de seguimiento, se produjeron 253 episodios de muerte súbita, el 80 % de los cuales se dieron entre aquellos que tenían un ICC elevado.
La obesidad abdominal es un índice de grasa visceral, y esta grasa está asociada a mayores alteraciones metabólicas en forma de intolerancia a la glucosa, disminución de la sensibilidad a la insulina, alteración del perfil lipídico así como una mayor influencia en los procesos inflamatorios que la grasa acumulada el otras áreas, lo que lleva a un aumento del riesgo cardiovascular.
El doctor Ángel Moya, presidente de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la SEC, explica que la obesidad conlleva una mayor sobrecarga hemodinámica.
Esto puede llevar a hipertrofia de ventrículo izquierdo y además se asocia a alteraciones eléctricas como mayor número de extrasístoles y disminución de la variabilidad de la frecuencia cardiaca, factores que pueden aumentar las arritmias.
El informe también concluye que la obesidad abdominal tiene mayor influencia en la enfermedad cardiovascular, y en otras muchas patologías, que la obesidad general, por lo que recomiendan el cálculo del ICC frente al índice de masa corporal (IMC) y al perímetro de la cintura.