La precisión de la que hace gala Google Maps en muchos lugares se esfuma en algunos puntos del globo. Uno de ellos es la ciudad rusa de Sochi, donde se están celebrando los Juegos Olímpicos de Invierno. A pesar de su popularidad como destino turístico en su país, esta ciudad a orillas del mar Negro y pegada a la cordillera del Cáucaso no ha suscitado una gran atención por parte de los servicios de cartografía de las principales plataformas online.
La comparación es desigual cuando ahora, en medio de los Juegos Olímpicos de Invierno, se ponen frente a frente los mapas de Google o Bing con los de OpenStreetMap (OSM). El proyecto online de cartografía abierto ofrece también información detallada sobre las pistas de nieve y la Villa Olímpica, algo apenas esbozado en sus rivales. La herramienta creada por Geofabrik, una compañía alemana que ofrece usos comerciales para OSM, permite comparar los diferentes servicios.
Hay algunos detalles que cambian de unos mapas a otros y sin estar en la Sochi no puede saberse qué plataforma tiene razón, pero la información que aporta OSM es mucho más exhaustiva. Donde en Google Maps aparece un recuadro gris, OSM marca un hospital, mientras que en un área indefinida delimitada por las calles de la ciudad, OSM señala una zona verde.
Mapas nacidos del crowdsourcing
OSM es una iniciativa sin ánimo de lucro, pensada para que cualquiera pueda aportar su contribución a los mapas. El proyecto, inspirado en el éxito de Wikipedia, cumple una década este año y el número de editores registrados habla por sí solo. Hay más de 1,5 millones de personas que mejoran los mapas de OSM en todo el mundo. El crecimiento ha sido especialmente agudo últimamente, en enero de 2013 había un millón de editores y en apenas un año la cifra se ha incrementado en un 50%.
Toda la información disponible es abierta, ninguna organización tiene su propiedad. La precisión depende de los editores y en los meses previos a la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno se han volcado con Sochi. En el historial de ediciones se refleja claramente, como recoge Wired. La herramienta de Geofabrik permite apreciar las diferencias entre la cartografía más completa de OSM y la de Google y Microsoft.
Al hacer zoom en una parte de la ciudad de Sochi, aparecen varios centros médicos, dos parkings, una parada de autobuses, las zonas verdes y una diferenciación entre las carreteras más principales y las que no lo son. Incluso se ve el símbolo de un supermercado en la parte izquierda. Todo ello en OSM.
En cuanto a Google Maps, sólo aparecen marcadas las calles, sin diferenciar las más importantes de las de menor rango. Y únicamente está señalada una zona verde. Bing Maps ni siquiera marca las zonas verdes. El mismo punto en Here Maps, de Nokia, tampoco refleja las zonas verdes, tan sólo aparecen las calles.
No es la primera vez que OSM desborda a los mapas de Google y otros rivales de grandes compañías. Cuando tuvo lugar el tifón Haiyan en Filipinas, los mapas se actualizaban en tiempo real. La información venía de entidades especializadas, la Comisión Europea entre ellas, pero después se coordinaron más de 1.500 voluntarios para editar, mostrando los edificios destruidos y los puntos de interés para las organizaciones humanitarias en la zona.
A OSM aún le quedan mejoras que implementar para ponerse a la altura de Google Maps, por ejemplo, sobre todo en lo relativo a la navegabilidad, las indicaciones para trazar un camino entre dos puntos. Pero la edición colaborativa de mapas está llevando la plataforma a unos niveles de gran precisión en algunos lugares.
También se puede contribuir activando la localización GPS en el smartphone y permitiendo al proyecto tomar la información que se genere así. Compañías como Foursquare o Pinterest han agregado OSM a sus productos, considerándolo de calidad suficiente como para ahorrarse los costes de otros servicios de mapas.