En septiembre del año pasado, Amazon contaba con más de 60 patentes relacionadas con el uso de drones para el transporte de paquetes. Aunque la empresa de Jeff Bezos anunció en 2013 que empezaría a hacer pruebas con ellos, cinco años después la tecnología aún está en pañales. Hoy por hoy, sus usos se enfocan más hacia el ámbito médico que al del reparto de mercancías, a pesar de que empresas como Google, Apple, Uber, Microsoft e Intel no quiten ojo a lo que hacen los chicos y chicas de Bezos.
“Los sistemas de entrega automatizada de paquetes, tal y como los están desarrollando Amazon y otras empresas, tienen un gran potencial”, explica a eldiario.es Elia Kaufmann, del departamento de informática y robótica de la Universidad de Zúrich (Suiza). Pone de ejemplo a Swiss Post, una empresa de paquetería suiza que ya utiliza el sistema: “Envían pruebas médicas en Lugano, entre hospitales localizados en diferentes partes de la ciudad”.
Kaufmann y su equipo han conseguido, mezclando inteligencia artificial y machine learning (aprendizaje automático), que drones autónomos eviten los obstáculos según se aproximan a ellos. El paper lo han subido a arxiv, un repositorio de trabajos científicos en Internet.
Los investigadores han entrenado a los drones para que vuelen en circuitos cerrados pasando a través de puertas. “No los enseñamos aposta para que evitasen obstáculos”, continúa el investigador. En las primeras pruebas tuvieron que conducirlos de forma manual por la ruta, y a la vez que les enseñaban el camino, emplearon redes neuronales convolucionales (un tipo de aprendizaje automático). Gracias a ello, todas las imágenes que captaba el dron a través de su cámara frontal le servían, a su vez, para aprenderse el circuito.
“Entrenamos a nuestro dron en una pista específica. Esto significa que un dron entrenado en el circuito A no puede funcionar igual de bien en un circuito B”, dice Kaufmann. Los dispositivos vuelan de forma autónoma y esquivan las puertas al verlas a través de la cámara, a pesar de que en el último momento alguien las cambie de sitio.
A pesar de todo, el conductor del estudio reconoce que “[el dron] probablemente puede pasar a través de una puerta en el circuito B si la ve, pero si no la ve, no sabrá qué hacer”. Los drones han sido entrenados para cruzar las puertas, de tal forma que esquivarán todo lo que encuentren ante sí hasta llegar a la siguiente.
“No hemos sido contactados por el Ejército”
El investigador de la Universidad de Zúrich y su equipo también han hecho pruebas en exteriores: “En un pequeño circuito en el sótano del edificio de nuestra universidad y en otro grande en un viejo hangar de aviones”, aunque no dice qué resultados obtuvieron. Niega que, en un futuro, vaya a darle a su tecnología un uso militar: “No hemos sido contactados por el Ejército. Dicho esto, probablemente tendríamos algunos problemas morales con eso...”.
Kaufmann, que reconoce que su investigación se encuentra en un nivel “básico”, explica que su algoritmo “está todavía lejos de ser incorporado a un producto”. Aun así, consiguieron que los drones alcanzasen velocidades de hasta 3,5 metros por segundo, aunque creen que irían más rápido en circuitos más amplios.
En las carreras de drones, los pilotos tienen que pasar a través de puertas hinchables y rodear una serie de obstáculos hasta completar un número determinado de vueltas. Por eso, Kaufmann ha intentado desarrollar su algoritmo pensando en el manejo autónomo de los dispositivos en estas carreras. Sin embargo, es inevitable pensar en las implicaciones que la tecnología tendría para las empresas que ya piensan en repartir paquetes por aire.
Hace poco, eldiario.es estuvo con el piloto profesional de drones Daniel Pachón 'Pacha', que hablaba de las limitaciones de los aparatos para transportar paquetes. “Es un tema muy delicado, pero creo que en unos años el concepto cambiará”, decía. Kaufmann ya ha acercado ese cambio de paradigma: “El estado actual de la técnica en la entrega automática de paquetes usando drones utiliza principalmente la localización GPS y los enfoques clásicos de planificación de rutas. En contraste, nuestro dron está pilotado por una red neuronal y decide por sí mismo a dónde vuela”, sentencia el investigador.